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Capítulo 1522

"¿Al menos puedes decirme a quién debo rogar? Lo único que quiero es salvar la empresa de mi padre. Por favor, te lo suplico. Te traté mal todo este tiempo, y lo lamento. Por favor, perdóname y ayúdame".
La persona parada frente a Yeineth ya no era la chica orgullosa y arrogante. Ahora, Erin solo era una muchacha que deseaba con todas sus fuerzas salvar el trabajo de su padre.

Debía disculparse con ella, sabiendo que, probablemente, era la única que podía ayudarla. Mientras Yeineth la perdonara, todo estaría bien. Erin era consciente de lo que implicaría la quiebra de la empresa.

Todos los que la rodeaban y elogiaban solo estaban detrás de su dinero y estatus. Sí, ahora podría vivir una vida cómoda y feliz, pero todo debido a la riqueza de su padre. Así fue como una chica arrogante y desagradable como ella se hizo tan popular. Si su padre iba a la quiebra, ella lo perdería todo, y esto era lo último que quería.

"¿Por qué no pensaste en las consecuencias antes de hacer algo así?"
Yeineth provocó a Erin. Sí, Erin no tenía a nadie más a quien acudir, y por eso estaba dispuesta a perder su dignidad y orgullo para pedirle ayuda a ella, quien sabía lo que sucedería si la empresa del padre de Erín iba a la quiebra.

Sin embargo, no sintió simpatía por la chica que le había hecho algo tan imperdonable. Por el contrario, sí sintió pena por los empleados de la empresa ya que no tenían idea de que iban a perder sus trabajos.

"¡Realmente lo siento! ¡Sé que lo que hice estuvo sumamente mal! Nunca volveré a hacer algo así, lo prometo. Pero por favor, por favor, ayúdame. Ya no sé qué más hacer. ¿No puedes mostrar algo de piedad?"
Erin gritó. El tono ansioso demostró que estaba lista para hacer cualquier cosa ya que no había nadie más para pedir ayuda.

Miró a Yeineth con ojos suplicantes, esperando que aceptara ayudarla a pesar de lo ocurrido entre ellas. Después de todo, ella fue la razón por la cual ese hombre decidió derribar la empresa de su padre.

Él buscaba vengarla. Era evidente que esta ocupaba un lugar especial en el corazón de ese hombre, y esto fue lo que le dio a Erin la seguridad de que solamente ella podría ayudarla.

"Erin, te he dicho mil veces que no soy lo suficientemente poderosa como para salvar a una empresa de la quiebra. No soy Dios. Ahora recibes una dosis de tu propia medicina. Si no me hubieras lastimado, no tendrías que enfrentar esta terrible consecuencia. Esto debería enseñarte una lección. Trata a los demás como quieres que te traten, porque un día te volverá las cosas malas que hiciste".

"Pero tu esposo puede ayudarme, ¿cierto? ¡No me digas que quieres ver la quiebra de la empresa de mi padre! ¿Realmente tanto me odias que quieres que sea miserable por el resto de mi vida? ¡Eres increíble!"
Erin casi gritaba. De repente, estaba furiosa porque no cedería ante su petición, levantó la voz y comenzó a insistir. ¿Por qué? ¿Por qué no estaba dispuesta a ayudarla? A ella le resultaba fácil hacerlo.

Le pidió amablemente, le rogó, ¿qué más quería que hiciera? Sin embargo, ella no se dio cuenta de que Yeineth no estaba obligada a pagar por su error.

"Bueno, si realmente crees que él puede ayudarte, entonces no me importa que vayas a pedirle misericordia. ¡Pero yo no hablaré por ti!"
Ella también estaba empezando a molestarse con esta chica. Y odiaba ese sentimiento. ¡Lo que le sucedió a la familia de Erin no tuvo nada que ver con ella! ¡Por el amor de Dios! ¿Por qué la chica daba a entender que era su culpa?

Fue culpa de Erin darse cuenta de su error sólo cuando las cosas se salieron de control, por lo que no había nadie más a quien reprochar. Y de ninguna manera Yeineth le estaría pidiendo piedad a su esposo en nombre de ella.

"¡Pensé que yo era cruel, pero no esperaba que fueras peor! ¡Está bien! FX International Group, ahí es donde trabaja tu esposo, ¿cierto? ¡Iré a pedirle yo misma, ya que no harás nada para ayudarme!"
Erin se enfureció. Su rostro se tornó amargo una vez que quedó claro que no podría obtener nada. Miró a la mujer con odio en los ojos. Era evidente que estaba furiosa con ella por negarse a ayudarla. Erin pisó los pies con frustración, luego se dio la vuelta y se alejó.

Yeineth se rio con desprecio. Por un segundo, realmente pensó que tal vez Erin había aprendido su lección y había comenzado a cambiar para mejor. Pero, claramente, estaba equivocada.

Pues no había cambiado, seguía siendo la misma chica egoísta y desagradable. Ahora sólo lo escondía mejor porque necesitaba su ayuda. Parecía imposible que alguien cambiara de personalidad de la noche a la mañana.

Después de terminar su clase, Yeineth fue inmediatamente a la casa de su suegro porque Lucas se lo había pedido, lo cual no tuvo problema en hacerlo, porque si no tendría que quedarse sola en casa y eso la aburría. Al menos, en casa de Hyun, ella tendría alguien con quien hablar.

"Mamá, ¿estás sola en casa?"
Le preguntó a Cynthia tan pronto como llegó. La casa estaba inusualmente tranquila, lo cual era raro. Miró a su alrededor y vio que su suegra estaba sola.

"Sí, soy la única aquí. Tu suegro fue a buscar a KyuHyun. Tal vez todavía están jugando por allí. Ya deberían estar de vuelta. No sé por qué tardan tan tanto".
Respondió Cynthia con una sonrisa. La mujer era tan elegante, que cada vez que Yeineth la veía, siempre le impresionaba su delicada belleza.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora