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Capítulo 1493

"¡Oye! ¿Qué quieres decir con eso? Porque no pareció un cumplido en absoluto. ¿Estás diciendo que soy una chica extraña que captó su atención porque soy rara?"
Dijo Yeineth enojada, con el ceño ligeramente fruncido. Como Bradley era un ave de mal agüero, ella tenía que mantenerse lejos de él, ya que si hablaba con él durante un rato la gente los observaría y no sabía que sucedería si pasaran tiempo juntos.

"¡Yeineth! ¿Recuerdas lo que me prometiste? ¿Qué pasó? ¡Explícate!"
Inquirió Erin enojada cuando apareció de repente y se paró frente a ellas, mirandola llena de odio.

"Sí, lo recuerdo. Prometí que nunca me enamoraría de él, aunque eso no significa que no podamos hablar".
Le respondió sin pestañear. Ya tenía la sensación de que Erin iría a buscarla para confirmar si los rumores eran ciertos, y ni bien se le cruzó ese pensamiento por la mente, apareció ante sus ojos. Era como si hubiera convocado al diablo solo con pensarlo.

"De verdad que tienes una respuesta para todo, ¿no? Pero no puedes engañarme. Puedo ver tu mirada cuando él está cerca, y no puedes justificar lo que has hecho".
De hecho, Erin le tenía miedo, y por eso había evitado discutir con ella estando sola. Ahora que había muchos estudiantes cerca reunió el coraje para enfrentarla. Al fin y al cabo, no se atrevería a hacer nada frente a toda la gente.

"No estás siendo racional, Erin. ¿Qué hice? Solo hablamos por un rato y nada más. No puedes obligarme a ser maleducada con un compañero de clase que es amigable y vino a hablarme, ¿o sí? Te propongo algo: si estás molesta por lo que sucedió, ¿por qué no hablas con Bradley directamente? Solo dile que no quieres verlo hablando conmigo. Bastante simple, ¿verdad?"
Continuó con un falso tono de cooperación acomodándose en la silla. No le importaba lo que pensaba Erin al respecto porque no era asunto suyo; solo quería que la dejara en paz. Aunque a ella le daba igual si Erin quisiera a Bradley para ella, ya que no estaba interesada en él, parecía que a todo el mundo le costaba aceptarlo.

"¡Esto es el colmo! ¿Cómo puedes sugerirme eso? Tú sabes que si alguna vez le dijera eso él estaría aun más enojado conmigo. ¡Ajá! ¡Ya sé lo que estás tratando de hacer! Solo quieres que me odie para que puedas estar con él, ¡a mí no me engañas!"
Le contestó Erin en un tono de burla, levantó el mentón y la miró. Pensó que había expuesto sus planes y por un momento se sintió victoriosa.

"Di lo que quieras. Si de verdad no me crees, entonces no tengo nada más para decirte".
Le dijo Yeineth y se encogió de hombros. Si hubiese alguien enojado por lo que sucedió, tendría que haber sido ella. Solo quería tener una vida normal en la escuela, ¿era mucho pedir? No importaba cuántas veces negara las acusaciones: siempre la volvían a arrastrar hacia el drama, y eso la seguía molestando. ¿Acaso Erin era sorda?

"¡Ajá! ¡Lo sabía! Nadie puede resistirse a un chico tan guapo y encantador como Bradley, solo te estás haciendo la difícil".
Dijo Erin levantando la voz intencionalmente ni bien vio a Bradley entrar al aula: quería que la escuchara para que se enterara de lo que planeaba Yeineth. No iba a permitir que se quedara con él. Nunca.

"¡Sí, tienes razón! ¡Me gusta! En realidad, ¡me encanta! Es por eso que cambié de opinión y rompí mi promesa. ¿Estás satisfecha ahora? ¿Puedes dejarme tranquila?"
Le dijo en un tono muy sarcástico. Como estaba cansada de que Erin insistiera en lo mismo una y otra vez, lo admitió para ver si dejaba de molestarla. Solo quería un poco de paz.

"Me alegra oír eso, Yein".
Intervino Bradley de repente y esbozó una pequeña sonrisa al escuchar lo que dijo, después la miró con mucho interés.
Aunque se dio cuenta de que no estaba diciendo la verdad, se sintió satisfecho.

Erin se quedó inmóvil por unos segundos, y luego rápidamente le advirtió: "Bradley, ¡no le gustas en serio! Solo está interesada en tu dinero, ¡eso es todo! No caigas en sus mentiras".
Definitivamente no era lo que Erin tenía en mente, ya que no esperaba que Bradley reaccionara de esta manera.

"Tú no eres ella, ¿cómo puedes saber que solo le interesa mi dinero?"
Le preguntó Bradley mirándola con desdén. Yeineth no sabía cómo reaccionar ante la situación; solo había dicho lo que dijo para irritar a Erin y para que la dejara en paz.

Si hubiera mirado a su alrededor antes de abrir la boca, habría visto llegar a Bradley y nada hubiera sucedido. Basta decir que se había quedado sin palabras.

"¡Por supuesto que lo sé! Una chica pobre como ella definitivamente quiere un novio rico que la mantenga, ¿es tan difícil darse cuenta? Además, ¡no te merece!"
Le dijo Erin, y miró a Yeineth con arrogancia. Si bien ella vestía ropa de marca, no había forma de darse cuenta de si era auténtica o no,  no se parecía al tipo de chica que podía pagar ropa cara de todos modos. ¿De lo contrario, por qué vendría a la escuela en autobús?

"¿Ella no me merece? ¿Estás diciendo que tú sí, entonces?"
Se burló Bradley.

"Porque yo creo que no. En mi opinión, Yein tiene una belleza natural que tú nunca tendrás con toda la cirugía plástica que te hiciste en la cara".
La atacó Bradley, aunque se dio cuenta de que había sido demasiado duro, miró a Erin, que estaba enojada, y luego se volteó hacia Yeineth, que estaba de pie sintiéndose incómoda.

Ella se aclaró la garganta y les dijo: "Si ustedes dos quieren discutir sobre esto, ¿pueden ir a hablar a otro lugar? No me interesa esta conversación en absoluto. Por favor, no me metan en este lío".
Luego se frotó la frente con suavidad porque el problema le había causado dolor de cabeza.

Después de todo, ¿qué podía hacer ahora? Su imprudente actitud solo hizo que las cosas empeoraran cuando Bradley escuchó la conversación. Y luego por supuesto el resto de la gente también escuchó todo. Maldita sea. ¿Cómo se involucró en una situación tan complicada?

¡Por el amor de Dios, ni siquiera le interesaba ese tipo arrogante! ¿Por qué nadie se daba cuenta? Además, ya estaba casada, aunque era comprensible dado que ninguno de sus compañeros lo sabía. De todas formas, aunque no estuviera casada, había una realidad: Bradley definitivamente no era su tipo de hombre.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora