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Capítulo 1436

"Anda, ¿estás satisfecho?"
HongKi se mordió los labios y bajó la cabeza, mirándose los dedos de los pies. Se sentía avergonzado por lo que acababa de hacer. KyuJong lo estaba orillando poco a poco a hacer esas pequeñas cosas desvergonzadas. ¿Cuál sería la siguiente?

"Estuvo normal".
Respondió KyuJong. Dejó de bromear, pues se sentía mareado. El alcohol ya estaba cobrando efecto.

"Está bien, de acuerdo, vámonos a la habitación".
Aliviado, HongKi lo ayudó a entrar. Así que finalmente lograron descansar. Con tanto alcohol, pudo ver cómo su marido podía comportarse como un niñito.

"Kikí, eres bueno para evadir las cosas".
Ya acostado en la cama, KyuJong lo miró perezosamente.

"¿Yo? ¡Te equivocas! No te muevas, iré a prepararte el baño".
Al decir eso, se apresuró hacia el baño, estaba feliz de haber solucionado la situación, pero no lo admitiría. Ya le había dado un beso como él pedía, ¿qué más quería? Obviamente no va a hacer nada más estando fuera de la habitación.

KyuJong sonrió burlándose de sí mismo. Era cierto que se encontraba algo ebrio, pero aún estaba consciente. En ese momento se detuvo, y recordó lo que se le había escapado a JungMin mientras estaban bebiendo. Y creía que no había escuchado mal. Tenía una corazonada que cada vez se hacía más fuerte, de que algo le estaban ocultando.

Al otro día, cuando HongKi despertó, se encontró envuelto en los brazos de KyuJong, quien aún dormía plácidamente. Se sintió reconfortado cuando lo tomó de la cintura con sus fuertes brazos.

Descubrió que, de forma inconsciente, lo estrujaba ante el más mínimo movimiento, como si temiera que se le fuera a escapar en cualquier instante. Con mucha delicadeza y sin hacer ruido, se escabulló de su abrazo y salió de la cama. Pues en ese momento había dos hombres en la casa, que seguramente necesitarían el desayuno en poco tiempo.

Al bajar las escaleras, se percató que JungMin aún dormía, a causa de la borrachera. Estaba tan borracho, que ni siquiera se inmutó cuando entró en su habitación para arroparlo.

Pensó que seguramente estarían deshechos luego de semejante borrachera, así que se dirigió a la cocina para prepararles una guarnición de gachas de mijo. Agregó un poco de harina de maíz para realzar su sabor.

KyuJong despertó al sentir que algo le picaba en la frente. Pensando que tal vez era algún insecto, levantó la mano para tratar de golpearlo.

Sin embargo cuando abrió los ojos, era HongKi quien le hacía cosquillas con su cabello.

"¿Qué hora es?"
Preguntó KyuJong, mientras se pellizcaba el entrecejo. Sentía su cabeza tan pesada, que no creía que la podría levantar.

"¡Buenos días! Ya son las diez en punto. ¿Ya te quieres levantar?"
HongKi se recargó en su pecho, y siguió provocándole cosquillas con su cabello. Realmente se estaba divirtiendo con él.

"Sí. ¿En dónde está Min? ¿Aún está durmiendo? ¿Por favor, podrías bajar la voz?"
KyuJong jamás había despertado tan tarde como ese día. Ni siquiera se dio cuenta de que HongKi salió y regresó a la habitación. Ciertamente se había emborrachado mucho. Y la resaca era tan fuerte, que cualquier sonido por mínimo que le parecía un estruendo.

"No. Lo desperté antes de volver a la habitación".
De no ser porque las gachas que les preparó se enfriaban, no habría estado tan impaciente por que se levantaran.

JungMin se encontraba avergonzado al levantarse esa mañana. Jamás imaginó que se embriagaría de tal manera que terminaría durmiendo en casa de KyuJong. Así que, cuando lo volvió a ver, ya no era tan arrogante como lo había sido la noche anterior.

Tan solo agachó la cabeza, para ocultar su vergüenza y para no mirar directamente a la luz, que hacía que su jaqueca empeorara.

"¡Buen día!"
KyuJong lo saludó, sintiéndose mucho mejor y con un buen aspecto. Descubrió que era bastante sencillo llevarse bien con JungMin, luego de una buena ronda de tragos.

Aunque a veces tenía un tono bastante fuerte, en realidad era un hombre con buenos principios. KyuJong lo apreciaba por eso.

"¿Eh? ¿Buenos días? ¿Te estás burlando de mí? ¿No sabes qué hora es? ¿Y me dices 'buenos días'?"
JungMin espetó y lo miró fijamente. A pesar de que aún tenía resaca.

"Son las diez en punto. Así que técnicamente aún es de mañana".
KyuJong se sentó frente a él. HongKi simplemente guardó silencio y les sirvió las gachas.

En esta situación, pensaba que la mejor opción era no decir nada y pasar desapercibido para evitar problemas.

"Ciertamente naciste en el año del cerdo".
JungMin miró a KyuJong con desdén. Nunca se le había ocurrido que cuando KyuJong iba camino al trabajo todas las mañanas, en realidad él mismo todavía estaba en la cama. Bueno, diferentes personas se levantaban a diferentes horas.

"No, estás equivocado. Nací en el año del caballo".
Dijo KyuJong seriamente, como si su signo del año de nacimiento realmente cambiara si no lo corrigiera.

"¿Qué? ¡Oh no! ¿Entonces eres más joven que yo? ¿Pero por qué te ves años más grande?"
JungMin no se detenía hasta molestar a los demás. Ese era al verdadero JungMin. Pero cuando el oponente era KyuHyun, era difícil saber cuál de los dos reiría al último.

"Te equivocas de nuevo. Eso es porque soy más maduro que tú".
No importaba lo que JungMin le dijera, KyuJong se defendía de una forma calmada pero condescendiente.

"¡Eh! Kyu, ¿podrías dejar de responder a cada cosa que digo?"
JungMin comenzaba a irritarse a causa de la vergüenza. No importaba qué, él era el hermano de su esposo.

¿Por qué este mono del ejército no podía ser más tolerante? Desafortunadamente, KyuJong no tenía la menor intención de detenerse.

JungMin sintió que las palabras le fallaron después de varias rondas de aquella escaramuza verbal.

"Ya que lo preguntaste, te respondo por cortesía".
Dijo mientras comía tranquilamente las gachas en su tazón. Probablemente no sabía que sus respuestas hacían que se volviera loco.

"Min, cociné algunos platos más especialmente para ti. ¡Pruébalos! Sé que son tus favoritos".
HongKi los interrumpió apresuradamente y vino al rescate. Ya no podía sentarse y mirar, pues la situación podría salir de control.

"¿Especialmente hecho para mí? ¡Hay que ver! Solo para mí, ¿cierto? Claro que lo probaré".
JungMin miró a KyuJong con una cara engreída, como diciendo: 'Mira, estos platos están hechos especialmente para mí por HongKi. ¡Solo puedes verme comer, ja!'.

"¿Saben buenos?"
Al decir esto, HongKi pateó a KyuJong debajo de la mesa y le ordenó que se callara.

Le alegraba ver que ellos acababan de empezaran a llevarse bien, y no podía permitir que esa relación recién construida y frágil volviera a ser fría y destructiva.

"¡Sí! Está muy sabroso. Estoy muy orgulloso de tener un hermano así, siempre mejor en todo".
JungMin lo halagó. Estaba feliz de ver que la cara de KyuJong se volvía hostil.

KyuJong frunció el ceño pero no dijo nada. Simplemente pensó: '¡Eh! ¿Tu hermano? ¡Es mi esposo ahora! ¡Si no fuera porque me pidió que me callera, definitivamente te contestaría!'.

El desayuno terminó con un ambiente incómodo. Al ver que dejaron de discutir, HongKi se sintió aliviado. Realmente pensó que su vida se acortaría si continuaban discutiendo.

Después de un rato, JungMin se despidió y los dejó solos. No creía que HyugJun realmente hubiese desaparecido de su vida tan fácil y contundentemente.

Así que decidió acudir a una agencia de detectives para encontrarlo. No se rendiría fácilmente, e intentaría cada opción que tuviese.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora