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Capítulo 1415

"¿En verdad solo es para mejorar tu salud?"
Kyu preguntó con incredulidad. Luego le devolvió dudoso la medicina, preguntándose todavía si debía confiar en él o no.

En el pasado siempre había tenido miedo de tomar medicina tradicional, y este cambio le preocupaba. ¿Por qué ahora sí estaba dispuesto a tomarla? Kyu recordó que PolPruk le había contado una vez que a HongKi le disgustaba tanto tomar la amarga medicina que incluso salía corriendo cuando la veía. Así que era extraño que ahora la estuviera tomando en secreto.

"Por supuesto, ¿para qué otra cosa podría ser? No tengo nada que esconderte".
Él se rio, tratando de no sonar nervioso.

"Ahora, deberías ir a lavarte las manos, la cena estará lista pronto".
Dijo, cambiando de tema. De hecho, la medicina era técnicamente una especie de tónico, por lo cual, las palabras de HongKi no eran totalmente falsas. Sin embargo, lo que no le dijo a KyuJong era el uso previsto de la medicina y el resultado que deseaba.

"Yo me encargo de la cena. Tú ve y termina tu medicina primero".
Continuó, quitándose el abrigo. Arrojandolo sobre el respaldo de una silla del comedor para regresar a la cocina, arremangándose.

"Puedo cocinar después de tomar la medicina. Mejor descansa, lo necesitas".
Contestó rápidamente. Él sabía lo cansado que podía estar por su trabajo, por lo que no tenía el corazón para dejarlo cocinar.

"No te preocupes. Hoy no estoy tan cansado; el trabajo estuvo tranquilo y no tuve mucho que hacer".
Dijo KyuJong alegremente mientras se inclinaba para besarlo suavemente en la frente. Luego comenzó a cocinar, lleno de satisfacción.

Al ver a KyuJong tan feliz en la cocina, HongKi ya no insistió en cumplir con sus tareas de esposo, y el ver su espalda ancha hizo que sintiera un rayo de felicidad recorriéndolo.

Él era un marido muy atento que se preocupaba mucho por él, y sinceramente, creía que podría ser el chico más feliz del mundo. La mayoría de los donceles sentirían lo mismo si fueran él. Después de todo, ¿quién no quería ser amado y cuidado?

Después de mirar cariñosamente a su marido por un momento, suspiró con nostalgia y se volvió para tomar la medicina. Como siempre, sabía terrible, y cuando el líquido bajó por su garganta, no pudo reprimir una arcada y su rostro palideció.

"¿Estás bien, cariño?"
Kyu preguntó, preocupado por el sonido. Dejó la olla de inmediato y se acercó a su esposo, con el rostro lleno de preocupación.

"Estoy bien. Simplemente no me gusta el sabor, pero lo superaré pronto".
Sin embargo, antes de que pudiera terminar su oración, se atragantó de nuevo.

KyuJong estaba sorprendido y preocupado por su condición, pero él ya se había acostumbrado; las náuseas diarias que venían con la medicina se habían convertido en viejas amigas para él. Pero para su marido, esta era la primera vez que lo veía sufrir, y se apresuró a buscarle una taza de agua tibia.

"Toma un poco de agua, Kikí".
Le insistió, le pasó el agua y le acarició suavemente la espalda; sabía bien que a él no le gustaba el sabor de la medicina, pero nunca esperó que se pusiera tan grave.

Era comprensible que se preocupara tanto. HongKi tomó la taza y sorbió lentamente. Aunque todavía podía sentir el sabor amargo en la boca, ya no era lo suficientemente fuerte como para hacerlo sentir náuseas.

"¿Te sientes mejor ahora?"
Preguntó Kyu suavemente, con un tono lleno de preocupación.

"Sí, mucho mejor. No te preocupes, estoy bien".
El sonrió vagamente. Quería que Kyu creyera que realmente no era nada serio, y que
simplemente no podía soportar el sabor amargo, esperando que dejara de preocuparse.

"Ve a acostarte y descansa un poco. Yo termino de cocinar".
Insistió, sacándolo de la cocina. Estaba decidido a preguntarle a PolPruk acerca de la medicina; si se trataba de un simple tónico ordinario, no creía que HongKi se esforzaría tanto para beberlo, especialmente si lo estaba haciendo reaccionar tan mal. Necesitaba averiguar qué era lo que la hacía tomar ese medicamento que claramente lo estaba haciendo sufrir.

Dos días después, Dorothy llamó para invitar a HongKi a un restaurante de comida Hunan. Ella eligió el lugar porque tenía un ambiente tranquilo y, aún más importante; era relativamente difícil de encontrar para los paparazzi.

"Hola, tome asiento, Sra. Kim".
Dorothy se puso de pie cuando HongKi entró.

"Lamento mucho que tengamos que vernos en este pequeño y humilde restaurante, pero necesito mantener un perfil bajo, como podrá entender".
Eso era solo un decir, puesto que el restaurante no era en absoluto pequeño; si bien no era tan grandioso como los restaurantes de lujo, tampoco era tan humilde.

"Lo entiendo. Ahora es una celebridad y debe ser más cuidadosa en cuanto a sus apariciones en público".
Dijo HongKi con una sonrisa tensa. Una vez que terminaron las formalidades, se sentó con gracia. Llevaba puesto un traje de invierno Chanel nuevo, y su físico de modelo resaltaba el atractivo del atuendo, mostrando lo bien diseñado que estaba.

El diseñador habría estado de acuerdo: lo usaba como si estuviera hecho solo para él, y hacía eco de la filosofía de diseño de comodidad, simplicidad y elegancia.

"Oh, me halaga. Pero apuesto a que usted es mucho más famoso que yo, especialmente en Francia".
Dijo Dorothy, forzando una amplia sonrisa, intentando ocultar la envidia que le provocaba el hermoso hombre.

No tenía intención de iniciar un conflicto con HongKi, al menos por ahora, por lo cual hizo todo lo posible para no perder los estribos. En cambio, se abstuvo de lanzar una respuesta amarga y contuvo sus celos.

"Eso no puedo decirlo. Es solo lo que usted supone. Por cierto, señorita Lu, no creo que me haya invitado a salir solo para cenar y conversar".
Dijo HongKi fríamente. Luego alzó su copa frente a ella y, sorbiendo lentamente la bebida, estudió la expresión de Dorothy.

"¿Por qué? ¿Qué más podría querer de usted?"
Preguntó ella, todavía con la misma compostura, pero había un rastro de burla en su sonrisa.

"Eso tampoco podría decirlo; pero nos hemos visto varias veces antes, y no creo que hayan sido encuentros casuales, ¿verdad?"
Declaró HongKi, con sus delgados dedos rodeando el cristal. Si bien podía parecer delicado y dulce, no era nada débil, así que dejó las bromas, yendo directamente al grano.

"Me parece que usted, señor Kim, carece de una sensación de seguridad. Eso podría explicar por qué tiende a pensar que todos los que se acercan a usted lo hacen con intenciones ocultas".
Dorothy respondió con una sonrisa burlona. Era cierto que tenía un motivo para acercarse a HongKi, pero no todos sus encuentros habían sido planeados; al menos, la de la ciudad capital había sido una simple coincidencia.

"Créame, desearía estar imaginando cosas. Pero, señorita Lu, ¿podría garantizar que no quiere nada de mí?"
Preguntó HongKi. No estaba irritado por las palabras de Dorothy, puesto que confiaba en su intuición que le decía que se trataba de una mujer sofisticada, aunque no tan buena persona como fingía ser.

"Si insiste. Si le he dejado esta mala impresión, le pido disculpas. Sí, trato de hacer amistad con usted por una razón, pero no es lo que cree. Lo único que quiero es la oportunidad de pagarle a KyuJong por su amabilidad, y para eso necesito de su ayuda".
Dorothy dijo recatadamente. Al parecer, la tristeza estaba escrita en su rostro, como si las palabras de HongKi hubieran sido un verdadero golpe para ella.

"Muy bien, aunque debo decir, señorita Lu, que esta razón no parece convincente en absoluto. Si quiere retribuirle a Kyu, puede acercarse a él directamente. Seguramente, no necesita mi ayuda. Esto no me involucra a mí de ninguna manera".
Dijo HongKi fríamente.

'¡No nací ayer!', pensó, sin saber si reír o llorar.

Simplemente no podía creer que a Dorothy se le ocurriera una excusa tan tonta. Era casi como si acabara de recitar líneas de una de esas telenovelas. ¡Cielos! HongKi se rio de esta tragedia por dentro.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora