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Capítulo 1588

"¡De ningún modo! Usted me dijo que quería sorprenderlo, así que tuve mucho cuidado de no abrir la boca y decir algo al respecto".
Respondió Lee, orgulloso. Habría sido bastante tonto si desobedeciera las instrucciones si se le escapaba la noticia de su vuelta, de haberlo hecho, le habría estropeado el plan.

"Es bueno saberlo, vámonos entonces".
Dijo KyuJong satisfecho. Con las manos en los bolsillos, apretó entre sus dedos el regalo que le traía.

La otra vez, cuando estuvo en un entrenamiento le pidió a un amigo que le ayudara a comprar un regalo. Sin embargo, no era para HongKi. Aunque lo había lastimado muchas veces, tenía la esperanza de que el pequeño gesto fuera suficiente para que lo perdonara.

Cuando llegó al Grand Apartment, toda la casa estaba en completo silencio. Daba la impresión de que HongKi no había llegado aún a casa, así que, a pesar suyo, tuvo que esperar para darle la sorpresa.

Se alegró al ver que a pesar de haber pasado un largo tiempo fuera, la casa seguía igual que siempre, que nada había cambiado. Todo le parecía familiar, y hasta percibía el olor del perfume de HongKi flotando en el aire.

Después de dar una vuelta por la casa decidió tomar un baño rápido, aprovechando que HongKi todavía no llegaba. Lo más probable era que para cuando él hubiera terminado de bañarse, su esposo ya habría llegado.

Mientras tanto, en el supermercado, HongKi deambulaba sin rumbo fijo. No sabía por qué, pero desde que estaba embarazado su apetito había aumentado. Se le antojaba comer todo tipo de tentempiés, y no estaba seguro de que si esta hambre repentina le haría subir de peso de manera incontrolable.

Frente a él había una pareja joven, y pudo ver que el vientre del chico sobresalía, por lo que HongKi dedujo que él también estaba embarazado.

El chico estaba haciendo pucheros, enojado como si estuviera discutiendo con su esposo. Cuanto más se acercaba, más convencido estaba de su teoría. Pero entonces, el esposo empezó ceder un poco, y sonriendo, parecía darle la razón a su esposo. Después de algunos intercambios más, él dejó de estar enojado, y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

Tal escena causó la admiración de HongKi hacia esa pareja. Su mano instintivamente acarició su vientre.

'Oh bebé, tu papá no cumplió su palabra. Dijo que volvería en dos meses y ya lleva dos días de retraso, sin señal de volver a casa pronto', pensó.

HongKi leyó que cuando se está embarazado, se tiene que comer más frutas y verduras, y pensando en eso, se pasó por la sección de frutas y comenzó a seleccionar todas las que le gustaban. Así tendría qué comer en casa, aun si no tenía ganas de cocinar.

La verdad era que no le gustaba cocinar para una sola persona. Subiendo el ascensor con las pequeñas bolsas en las manos, se tomó su tiempo para llegar al apartamento ya que tenía muy presente la recomendación del médico de no cargar cosas pesadas.

El estar embarazado no lo convertía en un hombre incapaz de hacer nada, lo único que tenía que hacer era tener cuidado en cómo hacía sus quehaceres diarios.

En el momento en que abrió la puerta le invadió una sensación muy extraña, como si hubiera alguien más ahí. Inquieto, se preguntó si habrían entrado ladrones a robar. En el pasado esto no le hubiera causado ningún temor, ya que era capaz de enfrentarse a una persona mucho más grande que él. Sin embargo, el embarazo lo cambiaba todo y tenía que cuidarse mucho. Por eso, pelear ya no era una opción.

Mientras subía de puntillas a la segunda planta, no notó a nadie más en la casa. Fue entonces cuando pensó que a lo mejor se había equivocado y que su intuición le había fallado. Después de todo, vivía en una zona residencial exclusiva, no pensaba que fuera fácil para los delincuentes entrar a robar ahí.

Para cuando KyuJong había terminado de tomar su baño de burbujas, HongKi todavía no había vuelto, así que decidió ir al estudio y empezar a redactar el informe del entrenamiento.

Al notar que alguien estaba en casa, se levantó muy contento de la silla para salir de la habitación. Al mirar su reflejo en el espejo, esperaba que su piel bronceada no asustara a su esposo.

Pasándose la mano por el pelo varias veces, salió del estudio a toda prisa. Casi al instante, sus agudos ojos vieron a HongKi subir las escaleras como un ladrón. Estuvo tentado de asustarlo con un ruido fuerte, pero se abstuvo de hacerlo por miedo a causar un accidente.

En cambio, optó por esperarlo apoyado contra la pared, con una sonrisa juguetona mientras observaba cada movimiento. Tenía la impresión de que durante estos dos meses su esposo había ganado algo de peso.

'Por lo menos no está tan delgado como cuando se escapó de casa', pensó.

"Kiki, ¿eres un ladrón? ¿O estás buscando a algún ladrón?"
Dijo, sin poder evitarlo. Se veía muy tonto mientras subía las escaleras de esa manera tan sigilosa.

"¿KyuJong? ¡Kyu! ¡Estás de vuelta! Pensé que era un ladrón. ¡Estaba muy asustado!"
Exclamó en estado de shock. Sorprendido por su voz, HongKi casi se cae por las escaleras. Afortunadamente, KyuJong dio un paso adelante justo a tiempo y tomó sus manos.

"Si hubiera sido un ladrón, te habría escuchado, ¿cómo pretendes atrapar a un ladrón haciendo todo ese ruido?"
Dijo KyuJong al tiempo que sacudía la cabeza. Aún parado contra la puerta sin esconderse, HongKi tardó mucho en darse cuenta de la presencia de su marido. Si hubiera sido un ladrón, ¿habría estado a salvo?

"Kyu, estás muy morenito".
Sin hacer caso a su tono burlón, HongKi frunció el ceño ante su rostro más oscuro.

"¿Y no me dices nada más?"
Preguntó KyuJong, sintiéndose un poco angustiado. Habían pasado dos meses desde la última vez que se vieron, y el hombre esperaba saber por boca de su esposo lo mucho que lo había extrañado. Y he aquí que su maravilloso esposo sí dijo algo, pero de todas las cosas que él pensó que le iba a decir, solo mencionó el tono más oscuro de su piel.

"Bueno, eso es lo primero que pensé cuando te vi. Sin embargo, no te preocupes, definitivamente no me importa ya que te ves mucho más varonil".
Agregó mientras veía que él fruncía el ceño. Entonces lo abrazó con fuerza. El estar de nuevo en brazos de su esposo lo inundaba de felicidad hasta el punto de perder el aliento.

"Kikí, te he extrañado mucho".
Dijo KyuJong. Como parecía que no lo iba a decir, él pensó que bien podría admitirlo primero. Realmente lo había extrañado muchísimo.

"Oh Kyu, yo también te he extrañado. Te eché de menos cada minuto de tu ausencia".
HongKi levantó la vista para complacerlo. Sus ojos brillaban de alegría. Bajando la cabeza, él se inclinó para darle un beso apasionado y HongKi rápidamente envolvió su cuello con las manos y se puso de puntillas, respondiendo a su ardiente pasión, porque eso era lo que había anhelado durante todo el tiempo que él estuvo fuera.

"Espera un momento, Kyu. Ahora no".
Dijo HongKi, dándose cuenta de algo. Deteniendo la mano de KyuJong justo cuando él iba a levantar su camisa, trató de recuperar el aliento.

El médico dijo que tenía que tener cuidado durante los primeros tres meses de su embarazo. Por lo tanto, decidió que no podía arriesgarse por un momento de placer.

"¿Por qué? ¡Oh! ¿Es porque quieres darte una ducha primero?"

"No, ese no es el motivo. ¡Te lo contaré después!"
Dijo HongKi sacudiendo la cabeza. Tan pronto como sus hormonas empezaron a calmarse, el pánico empezó a apoderarse de él.

HongKi no tenía idea de cómo anunciar una sorpresa tan grande. Mirando fijamente sus hermosos ojos, se preguntaba cómo podría hacerlo.

"¿Por qué esperar? ¿No puedes contármelo ahora?"
Preguntó KyuJong inquieto. Habían pasado dos meses desde la última vez que habían tenido sexo, y las ganas de estar con su esposo lo estaban matando. A pesar de la interrupción, su entusiasmo no disminuyó y continuó acariciando el lóbulo de la oreja de HongKi con mucha ternura.

"No, es solo que...".
HongKi no podía seguir hablando mientras él siguiera jugueteando con él de esa manera. Su cuerpo ardía de emoción. Cerrando los ojos, se apoyó contra su cuerpo. Lo deseaba tanto como él, pero a pesar de su deseo, la razón le dijo que no debía ceder.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora