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Capítulo 1464

Durante el tiempo que HongKi estuvo ausente, parecía que todos se habían olvidado de él gradualmente; sin embargo, todas las personas que lo querían sentían que el amor que le tenían nunca se acabaría, y tenían la esperanza de que algún día pudiera entrar en razón y regresara.

Saint se sentó en su cama de hospital. Ese era el día en que sería dado de alta. Casi se había recuperado por completo y así que se le permitió abandonar el lugar en el que había permanecido durante algunos meses.

Aunque estaba reacio a irse, lo que realmente quería era poder admirar el cielo desde el exterior, pues ya no quería estar confinado en un mundo tan pequeño.

"Aunque ya puedes caminar sin problemas, tus pies no están al cien por ciento. Así que una vez que estés en casa, debes ser muy cuidadoso cuando regreses a tu rutina diaria; recuerda no correr ni participar en actividades extenuantes. Deberás hacer algunos ejercicios de rehabilitación para que tus pies puedan volver a estar en perfectas condiciones".
Dijo PolPruk, mientras sostenía un portapapeles de plástico azul y examinaba sus pies.

Había dado tales indicaciones lo mejor que pudo, desde el punto de vista médico. Y la razón por la que reiteró todo tan insistentemente fue porque sabía que era un chico activo y vivaz, así que temía que pudiera hacer algo temerario como un caballo salvaje sin riendas.

Era crucial que tuviera mucho cuidado, a menos que quisiera ser internada en el hospital nuevamente.

"Ya entendí. Me has dicho lo mismo tres veces".
Dijo, mientras acariciaba su frente con los dedos. Se preguntaba si todos los demás médicos eran tan insistentes con sus pacientes, como PolPruk.

"Te lo tengo que repetir porque es lo más importante para ti en este momento. También es mi deber decirte que tu recuperación tomaría más tiempo en caso de que no sigas mis indicaciones".
Dijo PolPruk, quien no creía que hubiera algo de malo en lo que le acababa decir. Por el contrario, había sido tan enfático como cualquier médico que estuviera bien informado y que fuera bien intencionado.

"Muy bien, ¡ahora solo déjame ir! Te prometo que recordaré todo lo que dijiste. ¿Te parece bien?"
Dijo con voz firme mientras estrechaba la mano de PolPruk, y sonreía de forma coqueta y audaz pues temía que pudiera comenzar a repetir todas las indicaciones una vez más.

"¿Ya empacaste tus cosas?"
Preguntó Pol, quien había notado un cambio muy evidente en la forma en la que hablaba y se comportaba, así que consideró que lo mejor era dejar de hablar acerca de sus lesiones y cambiar de tema.

"Sí, empaqué todas mis cosas y estoy listo para irme".
Dijo, mientras le echaba un vistazo rápido a sus pertenencias.

No había llevado demasiadas cosas para su hospitalización, ya que mientras estaba en su habitación siempre usaba la bata que ahí le proporcionaban. De tal suerte que fue realmente fácil y rápido empacar sus cosas.

"¿Estás feliz de que hayas sido dado de alta?"
Preguntó PolPruk mientras miraba el bolso. Le disgustaba verlo tan feliz de irse, y se preguntaba si tenía prisa por escapar de su lado.

"¡Por supuesto! Te aseguro que tú estarías más ansioso que yo si tuvieras que vivir en un hospital durante tanto tiempo. Siento que me he perdido muchas cosas por estar encerrado aquí".
Respondió con evidente felicidad, sin darse cuenta de lo desdichado que PolPruk se sentía.

"Bueno, yo tengo que estar en el hospital todos los días".
Dijo PolPruk con frialdad, sintiéndose un poco molesto por las palabras insensibles del chico.

Había respondido sin miramientos y sin considerar cómo reaccionaría Saint, pues le pareció que era una persona realmente despiadadabque no se había detenido a pensar cómo se sentiría él con sus comentarios.

Ni siquiera había intentado fingir que no quería irse; tenía la palabra felicidad escrita en la frente.

Al escuchar la respuesta de PolPruk, puso los ojos en blanco y él se enojó aún más. Saint no pudo evitar sentirse incómodo por su reacción, ya que solo estaba siendo honesto acerca de cómo se sentía.

No tenía idea de por qué PolPruk se había ofendido, así que llegó a la conclusión de que simplemente era un hombre muy malhumorado. Pol salió de la habitación sin decir una palabra más.

"¡Oye, espérame!"
Gritó Saint rápidamente, después hizo una mueca de disgusto por haberlo dejado ahí. Trató de alcanzarlo, pero como las lesiones de sus pies no se había recuperado por completo, no podía caminar muy rápido.

PolPruk volteó cuando escuchó el esfuerzo que estaba haciendo para alcanzarlo.

"¿Ya se te olvidó lo que dije? ¿Por qué caminas tan rápido? ¿Que no quieres recuperarte?"
Preguntó PolPruk, visiblemente irritado al darse cuenta de que lo seguía tan rápido como sus pies heridos se lo permitían. Le lanzó una mirada helada como si quisiera que sintiera lo enojado que estaba.

"Tú lo provocaste; te saliste de la habitación y no me esperaste. Solo quería alcanzarte, así que me olvidé por un momento de las lesiones".
Respondió en voz baja. Tuvo la impresión de quel era un hombre difícil de comprender y de complacer.

"No culpes a los demás por tus errores. Ese no es un buen hábito".
Dijo, quien no sabía por qué le estaba hablando en ese tono.

Siempre se consideró a sí mismo como un hombre muy contradictorio; por ejemplo, quería expresar su amor, pero por otro lado le preocupaba el hecho de que hubiera perdido tantos recuerdos.

Así que cuando quería demostrarle lo que sentía por él siempre le venía a la mente su pasado; había algo que no podía identificar acerca de lo que sentía por el hecho de que hubiera perdido la memoria, de tal suerte que siempre terminaba sintiéndose confundido. Simplemente no sabía cómo podría ajustar su mentalidad tan polarizada.

"¡Tienes razón!"
Respondió Saint, quien sintió que había dicho algo mal otra vez, así que aceptó obedientemente el consejo de Pol sin decir nada. Se sintió como un niño regañado. Era cierto que ocasionalmente causaba problemas sin querer, pero nunca se había atrevido a hacerlo enojar a propósito pues no quería que lo castigara con su indiferencia.

Aunque ambos estaban enamorados, Saint no podía sentir la ternura que unía a dos personas que se querían.

PolPruk era un médico extremadamente talentoso, y muchas personas lo admiraban, también había muchas personas hermosas que siempre intentaban llamar su atención. Además de todo era muy guapo pero lo más importante era que tenía una vida personal intachable; era un buen hombre y no acostumbraba a tener aventuras amorosas. Se podría decir que era un príncipe azul.

Saint siguió a PolPruk hasta el estacionamiento, caminando con mucho cuidado. Era la primera vez que se subía a su auto y no percibió ningún aroma de perfume molesto, ni cabellos largos de alguna persona que hubiera viajado con él.

Saint sintió que subirse al auto de un hombre como Pol era reconfortante y agradable.

"¿Puedo hacerte una pregunta... bastante personal?"
Preguntó, quien iba sentado en el asiento del copiloto. Evidentemente tenía cierta curiosidad por saber más acerca su vida.

"Como dices que es una pregunta personal, ni siquiera la hagas".
Respondió PolPruk con voz brusca, después encendió el auto y se alejaron. A decir verdad ni siquiera quería imaginar el tipo de pregunta que quería hacerle.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora