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Capítulo 1426

Realmente quería saber qué le causaba tanto dolor y quería que su alegría volviera. No podía imaginar por qué estaba tan triste que lloraba en el baño solo, y le dolía el alma solo de pensar en esos ojos rojos e hinchados.

Quería que se olvidara de lo que le provocaba ese dolor, así que lo besó para distraerlo. Ahora, él había quedado solo mientras fumaba en el frío aire de la noche.

Un momento después, apagó el cigarrillo que tenía en la mano porque de repente ya no estaba de humor para fumar, así que se levantó y regresó a la habitación.

Cuando entró, se paró junto a la cama y observó a HongKi mientras dormía, se inclinó para besarle la mejilla con ternura.

Se metió en la cama y lo acomodó entre sus brazos. HongKi se movió un poco mientras dormía, pero encontró un lugar cómodo en sus brazos con facilidad y se acomodó para continuar durmiendo.

A KyuJong se le escapó una tierna sonrisa al ver el rostro tranquilo de su esposo y se derritió de amor porque se veía tan lindo como un gatito. Le besó la frente con adoración y lo abrazó más fuerte para acomodarse y dormir, porque ya era hora. Él iba a ayudarlo a enfrentar lo que le estaba pasando sin importar cuán difícil fuera y no lo dejaría bajo ninguna circunstancia.

A la mañana siguiente, como siempre, KyuJong ya no estaba en la cama cuando se despertó. A pesar de que se había acostumbrado, todavía no podía evitar sentirse decepcionada.

Se levantó despacio porque le dolía todo el cuerpo, y sentía un ligero cosquilleo que le hizo recordar la noche apasionada que había tenido con su esposo. Se sonrojó porque sintió vergüenza aunque estaba solo, no sabía si era porque los dos estaban con sentimientos encontrados, pero el sexo había sido más apasionado de lo habitual. Tal vez fue porque se querían demasiado y no soportaban la idea de separarse.

Cuando se levantó de la cama, casi se cae al suelo porque le dolían mucho las piernas. Llegó al baño tambaleándose y se miró la cara ruborizada en el espejo, por lo que no pudo evitar sentir más vergüenza.

Aunque se habían casado hacía bastante tiempo, todavía se ponía tímido como un niño cuando tenían intimidad.

Su teléfono sonó de repente y el sonido lo sacó de su estado de trance. Se sobresaltó y salió del baño para buscarlo, pues lo tenía sobre el tocador.

Para su sorpresa, cuando miró la pantalla, vio que era KyuJong, él nunca lo llamaba a esa hora porque estaba trabajando.

Él lo atendió y le habló con liviandad, como si nada hubiera pasado la noche anterior: "Hola, cariño".
Le dijo con una sonrisa hermosa, que se le escapaba cada vez que lo llamaba.

"Hola, ¿estás levantado?"
Le preguntó él, y sintió que lo había influenciado, porque lo estaba llamando cuando debería estar supervisando a los soldados mientras entrenan en el campo. Antes no hacía este tipo de cosas.

"Sí, me acabo de levantar. ¿Qué pasa?"
Le preguntó mientras caminaba para pararse frente al espejo. Cuando se vio los chupetones que tenía en el cuello, frunció un poco el ceño: eran muy evidentes. Por suerte todavía no era verano, si no, no hubiera podido salir sin que todos le vieran el cuello.

"Nada, las parejas de los oficiales siguen preguntándome cuándo vas a venir a la base militar porque quieren preguntarte algunas cosas sobre moda".
Le respondió él como excusa para ver si estaba en casa o no. No sabía por qué, pero se sentía ansioso e inquieto esta mañana, tenía miedo de que desapareciera de su vida de repente, por lo que decidió posponer su trabajo y llamarlo primero.

"Lo siento, pero estaré ocupado estos días. Por favor, diles que definitivamente iré ni bien me desocupe".
Le dijo HongKi, y se llevó la palma a la cabeza. ¿Cómo podía haberse olvidado? No obstante, había estado muy ocupado últimamente, por lo que no tuvo tiempo de ir a la base militar para encontrarse con ellos.

"Ya se lo dije, así que no te preocupes. ¿Comiste?"
Le preguntó KyuJong en un tono muy dulce que le pareció extraño porque él no era así para nada.

"Eh... Todavía no".
Le contestó con un poco de confusión. ¿Lo había llamado solo para preguntarle si había comido? Qué raro. Además, ¿no debería estar trabajando a esa hora?

"¿Qué vas a hacer más tarde? ¿Te quedas en casa o vas al hospital a ver a Saint?"
Antes nunca le hubiera preguntado algo así. ¿Desde cuándo sentía curiosidad por su vida cotidiana? HongKi no entendía por qué le hacía esas preguntas normales aunque también extrañas.

"Todavía no sé, pero ¿no estás ocupado ahora?"
Le preguntó con curiosidad. De verdad que estaba actuando tan raro que no pudo evitar preguntarse si había pasado algo.

"Sí, estoy en el campo de entrenamiento ahora. Está bien, ¡ve a comer algo! Voy a volver al trabajo".
Se apuró para decir ni bien vio a un comisario caminando hacia él, así que se despidió rápido de su esposo y colgó el teléfono.

No quería que el oficial lo viera llamando a su esposo cuando debía estar supervisando a los soldados en el campo de entrenamiento.

HongKi frunció los labios, inclinó la cabeza y pensó por un momento. Sin embargo, se encogió de hombros al instante, arrojó su teléfono sobre la cama y lo dejó detrás. Parecía que el Mayor General también se comportaba raro a veces, al igual que Hyun. De verdad que eran muy parecidos en algunos aspectos.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora