Un verdadero amor. 8a parte.

💘1403

Capítulo 1403

"Bueno, puedes intentarlo. Aun si todo sale a la luz, a mí no me pasará nada. Para eso te tengo a ti".
Se burló el hombre, quien siempre estaba metido en cosas turbias y oscuras. Y si las cosas iban mal, Dorothy sería quien llevaría toda la culpa y pagaría las consecuencias.

Dorothy se mordió el labio inferior, sin decir nada más. No le quedaba otra opción más que seguir las órdenes. Después de todo, este tenía su carrera en sus manos.

En el Hospital, PolPruk estaba en la sala de rehabilitación con Saint. A pesar de que le pidió que fuera su médico, y él le dijo que no, seguía ayudándole en todo lo que podía.

"Hagámoslo de nuevo".
Le animó PolPruk a continuar. Estaban en pleno invierno, pero sus caras estaban cubiertas de sudor.

"¡Mierda! Esto no está funcionando".
Se quejó Saint, sin aliento. Estaba totalmente desanimado, y no quería hacer ni un movimiento más. Era un trabajo duro, doloroso, e inútil, o por lo menos a él se lo parecía.

"Solo llevas en rehabilitación un par de semanas. Todo el mundo sabe que la recuperación es lenta. ¿Tienes idea de cuánto tardan las personas en volver a caminar? No te rindas ahora, ¿de acuerdo?"
Le dijo PolPruk tratando de animarlo. Sentía enfado cada vez que Saint quería rendirse, pero su enfado no era con él sino consigo mismo, porque pensaba que él no servía para nada.

La gente decía que era un genio de la medicina, pero él no pudo hacer nada por su pierna. Tenía que pensar en una solución.

"Ni siquiera puedo moverme si no me sostengo de las barras".
Dijo Saint, exhausto. No creía que estuviera quejándose por gusto, ya que en verdad estaba exhausto por trabajar tan duro durante las últimas dos semanas. Sin embargo, todo parecía inútil pues no conseguía hacer ningún progreso. No era de extrañar que estuviera tan enfadado.

"Bueno, ¿qué tal si damos por terminada la sesión de hoy? Lo intentaremos de nuevo mañana".
Ofreció PolPruk. Como médico, podía entender cómo se sentía, por lo que no iba a obligarlo a continuar. No sería beneficioso obligarlo a seguir practicando si estaba tan frustrado.

"Pol, ¿estás enojado conmigo?"
Saint preguntó, avergonzado. Por la conversación que tuvo con la enfermera que lo cuidaba, supo que PolPruk estaba siempre ocupado y que tenía que tratar con montones de pacientes.

Es más, a veces ni siquiera tenía tiempo para comer, pero aun así, hacía todo lo posible por ayudarle. A Saint no le cabía ninguna duda ya de que PolPruk lo amaba. Si no fuera así, ¿por qué iba a ser tan amable con él?

"No. Vamos. Te llevaré a tu sala".
Dijo PolPruk en voz baja. Se juró que no se enojaría con él. Estaba enojado consigo mismo, él era el responsable de todo esto.

"¿Puedes llevarme al jardín? Me aburro mucho encerrado en la sala".
Preguntó Saint después de algunas dudas.

"Pediré que la enfermera te lleve allí".
Dijo PolPruk. Aunque ya lo había besado, él todavía mantenía las distancias. No era de extrañar entonces que Saint estuviera de mal humor.

"Pero quiero que me lleves tú".
Insistió él, solía ser un chico completamente independiente, pero ahora se había convertido en un pegajoso que solo quería estar con PolPruk el mayor tiempo posible. Y eso hacía que él fuera incapaz de hacer su trabajo de manera eficiente.

"Tengo muchos pacientes esperándome y de verdad que necesito irme en este momento. Deja que la enfermera te lleve allí, por favor".
PolPruk levantó la muñeca para ver la hora. Tenía citas con otros pacientes, y no podía cancelarlas así como así. Además, no quería que otros médicos se hicieran cargo de sus consultas ya que no eran tan buenos como él.

"¡Bien! ¡Volveré a la sala!"
Todo lo que Saint quería era pasar más tiempo con Pol. ¿Qué sentido tenía si le pedía a la enfermera que lo llevara al jardín? Para ese caso prefería quedarse en la sala.

PolPruk le lanzó una mirada significativa y no dijo nada. Luego empujó su silla de ruedas y lo llevó a la sala. Estuvo en silencio todo este tiempo, incluso cuando lo ayudó a levantarse de la silla para volver a la cama.

"¡Lo siento!"
Dijo PolPruk finalmente, rompiendo el hielo. Por fin se dio cuenta de que no sabía nada sobre los donceles. No entendía por qué primero quería ir al jardín para luego cambiar de opinión. Los chicos eran tan volubles, pensó.

"¿Por qué te disculpas? Me haces sentir como un obstinado".
Dijo Saint con el ceño fruncido. Por más que quería entenderlo, no sabía por qué se había enamorado de él, ya que PolPruk era tan aburrido. ¿Por qué no pudo darse cuenta de eso antes?

"No importa. Tengo pacientes que necesito atender. Vendré a verte cuando termine".
Dijo PolPruk. Sabía que le tomaría mucho tiempo darse cuenta de lo que estaba pensando, pero no tenía tiempo para eso ahora. Tenía la esperanza de que para cuando haya terminado de trabajar, él ya estuviera un poco más calmado.

Saint lo vio marcharse y no pudo evitar sentirse triste y abatido. Era un chico muy fuerte, sin embargo, en el amor era sensible y frágil. ¿Estaba bien seguir con esto? Después de todo, ya lo había olvidado. ¿Sería mejor si se separaran?

Se hacía todas estas preguntas, pero en el momento en que se planteó dejar de una vez por todas a PolPruk, el corazón comenzó a dolerle de tal manera, como si se lo atravesaran con un cuchillo afilado. Se sacó ese pensamiento de la cabeza y se concentró en pensar cómo podía mejorar su relación.