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Capítulo 1532

"Hijo, ¿por qué hablas así? Anda, vete y déjanos solos".
Dijo Manuel con el ceño fruncido. Sabía que SunMin siempre había sido un hombre insensible, sin embargo, no tenía idea desde cuándo su hijo se había vuelto tan infantil.

'¿SunMin sigue molesto por lo del matrimonio repentino de Kikí y Kyu? ¡Oh Dios! ¡Eso es tan ridículo!', pensó en secreto el anciano, tratando de no llevar su mano a la frente para mostrar su exasperación frente al invitado.

"¿Crees que no soy una persona ocupada? Si tú lo dices, entonces te dejaré en paz".
Francamente, SunMin había estado esperando que Manuel le dijera que se fuera.

Ahora dirigía dos compañías y a diario tenía que revisar una gran cantidad de documentos. Se preguntó si los dos hombres delante de él tenían alguna idea de lo agotador que era su trabajo.

"Adelante. No nos molestes".
Dijo Manuel mientras agitaba su mano con impaciencia.

Puede que no hubiera dicho nada con palabras, era muy evidente que le agradaba más su yerno que su propio hijo.

Al escuchar las palabras de su padre, Samuel puso los ojos en blanco y pensó: 'Les traje té pero ni siquiera me lo agradecieron. ¿Y ahora qué? ¿Me están pidiendo que me vaya? ¡Están siendo muy injustos conmigo!'.

"Kyu, lo siento. Seguramente has estado muy triste en estos días. Supongo que mimamos demasiado a Kikí y es por eso que es tan impulsivo".
Dijo Manuel disculpándose.

En realidad KyuJong siempre le había agradado y no podía evitar sentirse culpable por la repentina partida de HongKi. Pensó que no lo había criado bien, y como consecuencia, él había actuado de esa manera.

"Papá, no es tu culpa. De hecho Kikí es un chico muy sensato. Es mi culpa por no haberlo cuidado bien, y por lo tanto, él perdió la fe en nuestro matrimonio".
La respuesta de KyuJong salió de la nada, ya que estaba sorprendido por lo dicho por Manuel. Por alguna razón, el tono del viejo lo puso ansioso.

"Deja de excusarlo. Sé qué tipo de persona es él. No tuvo el coraje para enfrentar todo esto, por lo que decidió irse".
Los buenos padres nunca culparían a otros por los errores de sus hijos, y Manuel era uno de esos padres. No era de extrañar que había criado muy bien a HongKi.

"Él tuvo una razón para hacerlo. No es su culpa. No me habría dejado si no hubiera estado tan decepcionado".
Kyu intentó seguir abogando por HongKi. Debido a que lo amaba mucho, nunca se cansaría de explicar en su nombre. No querría que nadie dijera nada malo sobre él, incluso si esa persona fuera su propio padre.

"¡Qué pena! ¡No creo que nadie lo defienda, excepto tú! Otros simplemente se reirían".
Manuel era muy consciente de las virtudes y debilidades de su hijo, incluso si no estaba todo el tiempo cerca de él. Simplemente lo conocía bastante bien.

La única razón por lo que culpaba a HongKi en lugar de KyuJong era para demostrar que no estaba protegiendo a su hijo.

"Yo lo amo mucho, así que entiendo por qué lo hizo".
Era la primera vez que KyuJong mostraba ante Manuel el intenso amor que sentía.

"Kikí es muy afortunado de estar casado contigo. ¿Por qué no te aprecia? Si no regresa, olvídate de él. No hace falta que lo estés esperando".
Dijo Manuel mientras tomaba la taza de té y sorbía un trago. Estaba diciendo esto no porque no le agradara KyuJong, sino porque quería que su yerno supiera que sin importar cuán profundo fuera su amor, algún día se desvanecería. Pensaba que no tenía sentido que una persona estuviera todo el tiempo esperando a otra.

"Papá, estoy seguro que Kikí volverá. No vuelvas a decir eso, por favor".
Respondió a la defensiva mientras pensaba: 'Lo he estado esperando por dos meses. Aunque llegan a pasar dos o incluso veinte años, eso no cambiaría nada, yo lo seguiría esperando'.

"Está bien. Solo quiero que sepas que eres bienvenido en nuestra casa, independientemente de la relación que Kikí y tú tengan. Espero que mi hijo despeje su mente y vuelva a casa pronto, de lo contrario, lamentará haber perdido a alguien como tú".
Un profundo suspiro escapó del pecho de Manuel, quien no quería perder a un buen yerno como KyuJong.

Sin embargo, tampoco sabía qué hacer con el capricho de HongKi. Todo lo que podía hacer era decirle a KyuJong con qué se estaría enfrentando más adelante. Lo mejor para él sería no desperdiciar su juventud.

Por otro lado, KyuJong esperaba que pronto volviera a su lado. Era difícil admitir que aparentemente se había olvidado por completo de él, y que por eso aún no había regresado.

'No creo que sea posible que ya no me quiera, ¿verdad? Sin embargo, ¿se estará obligando a sí mismo a olvidarse de mí?', pensó KyuJong mientras cerraba los ojos con tristeza.

'El amor no conoce el espacio ni el tiempo', esto siempre había sido la creencia de KyuJong.

Por lo tanto, él siempre amaría a HongKi, sin importar cuánto tiempo tardara en regresar. Lo amaba hasta los huesos; incluso estaba dispuesto a esperarlo en caso de que ya se hubiera olvidado de él y estuviera enamorado de otra persona.

Tal como la gente decía: 'Todos los demás  serán insignificantes en el momento en que aparezca tu pareja ideal'. De hecho, ya había encontrado a su chico ideal, y se trataba de HongKi.

"Kyu, no sé qué te dijo papá, pero espero que no te olvides de Kikí. Es un buen chico y se merece a un buen hombre como tú".
ShangGuan caminó hacia él en cuanto lo vio salir del estudio. Aunque HongKi a veces era un pequeño travieso, él quería que fuera feliz.

"Shang, no te preocupes. Sabes lo mucho que lo quiero, así que no me rendiré tan fácilmente".
Dijo KyuJong mientras forzaba una sonrisa. Simplemente no podía imaginarse enamorándose de alguien mas.

"Eso seria genial. Ve arriba y descansa. La habitación de Kikí sigue igual que antes. Te llamaré cuando el almuerzo esté listo".
Sonriendo con tristeza, ShangGuan no quiso molestarle más y decidió ofrecerle un poco de descanso.

KyuJong se veía muy cansado y más viejo. Se notaba que había perdido mucho peso como consecuencia de no tener a HongKi a su lado.

"Está bien. Subiré a descansar un rato".
Sabía que realmente necesitaba descansar bien, por lo que no rechazó el consejo.

"Muy bien. Nos vemos más tarde".
ShangGuan suspiró y le asintió educadamente con la cabeza mientras pensaba: 'Kikí, ¿qué has hecho? ¿Cómo pudiste tener el valor para lastimar a un hombre tan bueno?'.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora