Un verdadero amor. 8a parte.

💘1455

Capítulo 1455

Mientras tanto, Yeineth fue a la escuela de pintura y se inscribió con éxito. Sin embargo, había una cosa que le preocupaba: su matrimonio.

Le había pedido al director que no mencionara que ya estaba casada. Quería ocultarlo ante sus futuros compañeros de clase, ya que podía ser algo que entorpeciera su estancia allí.

La persona sentada al lado de Yeineth resultó ser una chica gordita, que la recibió con una amistosa. Parecía que estaba feliz de ver a una nueva compañera de clase. Extendió la mano como si quisiera saludarla.

"¡Hola! Me llamo Hilda Shen. ¡Encantada de conocerte!"
Se presentó emocionada. Esto hizo que Yeineth rápidamente se calmase un poco. Para sorpresa de todos, estaba muy nerviosa por comenzar la escuela, y tener un compañero de pupitre tan amigable definitivamente la ayudó a tranquilizarse.

"Hola, yo soy Yeineth. Encantada de conocerte también".
Una hermosa y amigable sonrisa apareció en el rostro de Yeineth, que rápidamente estrechó la mano de su compañera.

"Déjame decirte que todas las personas de nuestra clase son muy amables, excepto esa chica de allí. No deberías enfadarla si quieres evitar problemas. Es de una familia muy rica y también la consideran la chica más guapa de la escuela. Por lo que, deberías tener cuidado y no llevarle la contraria. Seguramente te hará la vida imposible si lo haces".
Dijo Hilda mientras se inclinaba hacia Yeineth, hablando en voz baja como si estuviera contando un secreto.

"Ya veo. De acuerdo. Gracias por contármelo".
Yeineth asintió seriamente, pero lo cierto era que no le prestó mucha atención. Por lo general ella era la que asustaba a los demás y no al revés, así que no le tenía ningún miedo a aquella chica.

"Además, déjame decirte otra cosa. La comida aquí está deliciosa".
Agregó Hilda, que parecía una chica animada y vivaz. Aparentemente Yeineth no tenía que preocuparse de que su vida de estudiante pudiera ser demasiado aburrida.

"Ya lo he notado".
Respondió mirando al regordete cuerpo de Hilda con cierta guasa. Si se podía engordar en la escuela, debía significar que la comida de allí no estaba nada mal. Ya tenía otra cosa más por la que alegrarse.

"Um. Déjame aclarártelo. Yo ya estaba así de gorda antes de llegar aquí. No es la comida de aquí lo que me hizo engordar".
Explicó Hilda en un tono avergonzado. Las chicas de su clase no querían saber nada de ella por su aspecto físico, y por eso estaba tan emocionada cuando llegaba alguien nuevo a su clase, ya que siempre esperaba hacerse amiga de los nuevos estudiantes.

"Lo siento. No quise herir tus sentimientos. No me estaba burlando de ti".
Yeineth se explicó rápidamente. No quería herir intencionalmente los sentimientos de la chica, y además, tampoco era su culpa que ella estuviera gordita.

"No pasa nada. De hecho, ya estoy acostumbrada. Otros me llaman gorda todo el tiempo y no precisamente de una forma cariñosa".
Dijo Hilda con voz baja y triste, frunciendo los labios. Estaba claro que no le gustaba que la llamaran gorda.

"Quizás no lo dicen con maldad. Tal vez solo lo hagan como broma, de manera amigable. No pienses demasiado en eso".
Yeineth la consoló, tratando de hacerla sentir mejor. Para ser sincero, estaba frustrada consigo misma.

'Buen trabajo, Yeineth. Solo llevas unos minutos aquí y ya has cabreado a una compañera de clase', pensó con amargura para sí misma.

"Da igual. De hecho, no me importa. No te molestará a ti que yo sea tan gorda, ¿verdad?"
Hilda levantó la cabeza y miró a Yeineth con ojos expectantes. Estaba claro que realmente quería ser su amiga.

"¡Por supuesto que no! Para nada".
Yeineth dudaba un poco acerca de esta chica, pero no era porque tuviese reparos en tener una amiga gorda, era solo que Hilda parecía demasiado emocionada y lanzada, y eso le hizo sentir incómoda. Pero en general, estaba muy feliz de haber conocido a una compañera de clase tan amigable.

"¡Oye! Chica nueva, ¿estás tratando de hacerte amiga de la gorda?"
De repente, una chica alta y delgada apareció frente a ellas, poniendo los ojos en blanco y mirando hacia Hilda, para luego volverse y observar a Yeineth de arriba a abajo.

"¿Por qué? ¿No se me permite ser amiga de ella?"
Dijo Yeineth sin ni siquiera levantar la vista, y sabiendo que esa chica era la que Hilda le había mencionado previamente. Ciertamente era bonita, pero había conocido chicas más guapas, que no tenía nada que envidiarle. Si Yeineth estaba en lo cierto, esa chica parecía haberse sometido a infinidad de cirugías plásticas en la cara.

"Bueno, no estoy diciendo que no puedas ser su amiga. Solo te estoy dando una advertencia amistosa. Tu vida se convertirá en un infierno si te conviertes en amiga de esta gorda. Estoy segura de que no querrás eso".
La chica resopló y levantó la cabeza con arrogancia. Luego se dio la vuelta y se alejó haciendo sonar sus pasos con sus tacones altos.

En esa primera toma de contacto, a Yeineth le pareció que no era más que una bastarda egoísta.

"Yein, ella es la chica tan guapa de la que te hablé. ¿Qué piensas? ¿No es preciosa? Además tiene un cuerpazo. Realmente es perfecta. No es de extrañar que todos los chicos la deseen".
No sabía qué pensar de Hilda, sorprendida de que dijera esas cosas sobre la chica que la había insultado sin miramientos. No sabía si Hilda era demasiado inocente o si algo andaba mal en su cabeza. ¿Por qué era así? ¿Cómo podía decir cosas tan bonitas sobre la chica que la humillaba? Ella no tenía ni idea.

"Bueno, en mi opinión, es así así. No es tan guapa".
Tal vez había visto a muchas chicas guapas en su vida, después de todo. Además, cualquiera que se fijase podía ver que tenía hechas demasiadas operaciones de cirugía estética.

A Yeineth no le gustaba este tipo de belleza artificial, y por eso no estaba impresionada por su aspecto.

"Um. ¿De verdad? Muchos chicos de nuestra escuela están enamorados de ella. Todos dicen que ella es una diva y la tratan como tal".
Hilda inclinó la cabeza y miró a Yeineth con incredulidad. ¿Acababa de oír bien, verdad?

Si consideraba a la chica más hermosa de la escuela como 'así así', entonces no podía ni imaginar cómo de alto sería el estándar de belleza de Yeineth.