Un verdadero amor. 8a parte.

💘1467

Capítulo 1467

"Pensé que habíamos llegado a un acuerdo desde el principio. Sí, me casé contigo, pero no te amo, y no quiero estarlo repitiendo una y otra vez. Me estás molestando, ¿lo sabes, no? ¡Ya no sé cómo decírtelo!"
Dijo Lucas con el ceño fruncido.

Las palabras de Yeineth realmente lo irritaron y lo hicieron enojar. Se había cansado de decirle lo mismo una y otra vez. Pero ella no cedía, seguía intentado conseguir ablandarlo, a pesar de que cada intento resultaba fallido.

"Lo siento. Es porque te amo. Pero ahora estoy empezando a lamentarlo. No sé cuánto tiempo más puedo soportar tu indiferencia. ¡Simplemente duele demasiado!"
Yeineth gritó histéricamente, sus manos agarrando fuertemente las cadenas del columpio.

"Lo último que quiero es amor. Se supone que no debes atribuir esperanzas y sueños extravagantes a nuestra relación".
Dijo Lucas con frialdad. No soportaba lastimarla así, pero tampoco quería hacer algo en contra de su voluntad. No conseguía amarla de verdad.

"¡Jaja! Sé que no me amas. ¡Bien! ¡Me lo merezco! Lucas, has malgastado mi amor por ti, ya no te preocupes, que no te molestaré más. Y esta vez es de verdad".
Dijo Yeineth con una sonrisa amarga, saltó del columpio y pasó junto a él con una cara sin emociones. Caminaba muy rápido, ya que no podía contener las lágrimas y no quería que Lucas viera su debilidad.

Al ver cómo se alejaba, Lucas no pudo evitar sentirse culpable. Siempre había sido una mujer sencilla y extrovertida. ¿Cuándo se había convertido en una mujer desafiante y fría? Estaba a punto de admitir que algo le pasaba, pero no podía entender qué era.

Yeineth entró en la habitación, cerró la puerta detrás de ella y trató de echarle el seguro, pero no pudo, resbalándose y cayendo al suelo en el intento, donde rompió a llorar con sollozos violentos e incontrolables.

Lucas había pisoteado su dignidad y su amor, haciéndola sentir como si fuera una pequeña mota de polvo frente a él. ¡Qué sencilla solía ser! Pero ahora se había convertido en alguien que no le gustaba ser. Una mujer remilgada, delicada y humilde que se suponía que debía gustarle a Lucas, pero aun así él seguía apartándola de su lado.

De pie afuera de la puerta del dormitorio, Lucas podía escucharla claramente llorar. Se sintió triste y arrepentido por lo que había hecho, porque sus gritos habían atravesado su corazón como un cuchillo afilado. Pero sabía que era inútil que él intentara consolarla, porque la causa principal de todo esto era que él no la amaba. Solo podía ser paciente y esperar a que ella dejara de amarlo para que hiciera el primer movimiento y terminara con todo esto.

Yeineth no fue a la casa de la familia Kim a cenar. Viendo cómo se encontraba, Lucas le pidió a María que cocinara para que su esposa cenara esa noche en casa.

"Lucas, creo que necesitamos hablar".
Después de la cena, Saeng encontró a Lucas en el jardín y quiso pasar un tiempo a solas con él.

"Claro, señor Saeng. ¿De qué quieres hablar?"
Le preguntó Lucas respetuosamente.

"¿Has notado lo que está pasando con Yein últimamente? Se le ve muy triste y abatida, algo que nunca antes había visto en ella. Recuerdo que siempre estaba llena de energía, con un destello de vida en sus ojos. Pero todo eso parece haber desaparecido. Lucas, tú fuiste quien le propuso el matrimonio, así que como un esposo responsable, deberías actuar en consecuencia y tratarla bien. Te arrepentirás un día cuando finalmente te abandone y no puedas recuperarla".
Advirtió Saeng con seriedad. Estaba muy preocupado por Yein y Lucas, pero Hyun siempre le decía que dejara que la naturaleza siguiera su curso. Por eso había evitado intervenir hasta ese momento.

Había notado que a medida que pasaba el tiempo, la relación entre ellos se volvía más fría y amarga, y como su familia, se sentía obligada a hablar con él al respecto. No quería que Yeineth pensara que los miembros de la familia Kim eran fríos e indiferentes.

"Lo entiendo. Le prestaré más atención a partir de ahora. Lamento haberte preocupado".
Lucas sentía mucho respeto por Saeng, y él haría lo que le dijera.

"No seas tan formal conmigo, Lucas. Somos familia. Sé que tú lo sabes, pero me alegra que lo tengas en cuenta. Sé un buen esposo. Ahora ya puedes volver a casa, que Yein esta sola ahí".
Saeng no le preguntó a Lucas por qué Yeineth no había ido a cenar. No le hizo falta hacerlo, ya que era muy inteligente y sabía la razón. Simplemente eligió no hablar de eso.

"Bueno. Gracias. Ya me voy".
Dijo Lucas antes de darse la vuelta y marcharse. Su figura desapareció lentamente en la noche oscura mientras caminaba de regreso a casa.

"Señor De Kim, ¿podrías explicarme por qué estás mirando fijamente a otro hombre?"
Saeng escuchó repentinamente la voz de Hyun llena de celos, quien estaba detrás de él. Se le acercó y jugó con su cabello.

"No creo que sea necesario que explique nada. Es un acto de cortesía observar a la gente cuando se marcha, o ¿no lo sabes?"
Saeng espetó y lanzando una mirada de reproche.

"Entonces, ¿por qué no te he visto observarme de esa manera cuando yo me voy? ¿Ni una sola vez? Mayor Coronel, ¿podrías explicarlo, por favor?"
Aparentemente, Hyun estaba tratando de hacer un problema de esto.

"No tienes ojos en la parte posterior de tu cabeza. ¿Cómo se supone que me vas a ver observarte cuando te marchas? No empieces, ¿acaso quieres crear problemas en este momento? Porque estoy ocupado".
Sin ánimo de discutir con su esposo, se volvió para regresar a la casa. Lo conocía bien, y él estaría hablando del tema por horas si no se iba.

"¡Oye chico! ¿Quieres decir que siempre que me marcho me observas con ojos amorosos, anhelantes y afectuosos?"
Hyun lo siguió y le preguntó con una sonrisa petulante y llena de orgullo.