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Capítulo 1525

Después de la cena, Yeineth no se quedó mucho tiempo, así que pronto se despidió de todos y se fue a casa. Cuando llegó, Lucas todavía no estaba allí, así que tuvo algo de tiempo para estar a solas y pensar.

Las súplicas de Erin todavía estaban en su mente, y ella no sabía cómo sentirse respecto a ello. Yeineth no quería ayudarla, no solo porque no podía perdonar lo que le había hecho, sino también porque sabía que esa chica no cambiaría, pero al mismo tiempo, no tenía el corazón para hacer sufrir a otras personas por culpa del error de Erin.

Consideró hablar con Lucas sobre lo que hoy había sucedido, y en caso de que estuviera de acuerdo con ella, al menos esas personas ya no sufrirían tanto.

"¿En qué estás pensando?"
La fatiga se reflejaba por todo el rostro de Lucas, pero notó que su esposa se veía pensativa. Él no había descansado bien en los últimos días, y todo esto ahora le estaba pasando factura. Ella levantó la vista cuando escuchó su voz.

"Oh nada. Veo que ya regresaste".
Dijo, pues la pregunta repentina de Lucas la sobresaltó, por lo que se levantó de la cama y caminó para pararse frente a él.

"Sí, ya llegué".
Dijo él con cansancio, pero su tono no sonaba tan helado como antes. Lucas le prometió que intentaría hacer que su relación funcionara, por lo que bajaría la guardia al estar con ella, y también la trataría con amabilidad.

"Te ves cansado".
Señaló Yeineth, quien lo miró a la cara y le acarició la mejilla. Ella no pudo evitar sentirse preocupada por Lucas, dándose cuenta de que su esposo realmente era muy importante en su vida.

"Sí, estoy un poco cansado. Primero me voy a duchar".
Dijo Lucas mientras se quitaba el abrigo. No estaba obsesionado con la limpieza como Hyun, pero no era flojo cuando se trataba de la higiene personal. Además, tal vez una buena ducha lo haría sentirse menos cansado y lo relajaría.

"¿Qué te parece si te preparo la tina? Creo que ayudará a aliviar tu cansancio, y así podrás quedarte ahí un rato y tomarte tu tiempo para relajarte".
Yeineth tuvo que alzar la vista para ver a Lucas directo a los ojos. En su rostro se veía claramente que sentía una gran preocupación por su esposo.

"No hace falta que lo hagas, además, no quiero causar muchas molestias. Solo me ducharé".
Respondió Lucas mientras agarraba su pijama. Poco después, ya se encontraba en el baño.

Sus acciones parecían muy naturales, con la excepción de que recientemente se había mudado a esta habitación con su esposa, pero Lucas ya se estaba acostumbrando a compartir la habitación con ella.

Ella lo vio entrar al baño, pero su mente estaba en otro lugar. Estaba confundida, insegura de si debía o no hablar con Lucas sobre Erin. Seguía grabado en su memoria el rostro de aquella chica suplicando por piedad, y al mismo tiempo,  también le preocupaba que si le contaba a Lucas sobre Erin, esto podría disgustarlo.

"¿Hay algo que me quieras decir? Veo que otra vez estás perdida en tus pensamientos".
Dijo Lucas mientras se secaba el cabello con una toalla. En cuanto salió del baño después de una ducha rápida.

Lucas una vez más halló a su esposa meditando profundamente, tanto que ella ni siquiera notó cuando él iba saliendo. De esa manera supo que ella quería decirle algo, pero se mostraba renuente a hacerlo.

"Bueno, sí... quiero hablarte sobre la compañía del padre de Erin. ¿Realmente tienes que hacer que se vaya a la quiebra? ¿No hay forma de evitarlo?"
Cuando habló, había una pizca de vacilación en su tono. Después de hacer su pregunta, se mordió el labio inferior, ya que no estaba segura de cómo reaccionaría Lucas.

Parecería que era una desagradecida, ya que la única razón por la que se estaba vengando de Erin era por ella, quien necesitaba ajustar cuentas por las cosas imperdonables que le habían hecho.

"Así es, no hay marcha atrás. Ya hemos puesto mucho esfuerzo en esto, así que debemos sacarle algo de provecho ¿Por qué? ¿Por qué de repente me haces todas estas preguntas?"
Al preguntar, miró fijamente a su esposa con un semblante que denotaba confusión. No entendía por qué hacía preguntas respecto a la compañía del padre de Erin. Por lo general, a ella no le importaban este tipo de cosas, además, parecía que su esposa quería que no fuera tan duro con ellos, por lo que Lucas quedó sorprendido.

Parecía que había cambiado mucho y ya no era aquella pandillera obstinada que alguna vez fue. La Yeineth bravucona nunca hablaría por nadie, especialmente por alguien que no era amable con ella.

"Emm, es solo que... me estaba preguntando si tal vez estamos yendo demasiado lejos. Tal vez estamos siendo demasiado duros con Erin y su familia. Después de todo, los empleados de esa compañía son inocentes".
Su tono era vacilante, y en ese momento Yeineth no sabía qué pensar. Sí, ella quería darle una lección a Erin por todo lo que le había hecho, pero no estaba segura de que lo que estaban haciendo fuera correcto. Tenía que admitir que realmente fue una simple pelea entre dos compañeras de clase, así que no había necesidad de darle tanta importancia.

"Nunca pensó en las consecuencias cuando decidió drogarte, ¿verdad? Erin se hizo esto a sí misma. Fue ella la que cometió un error, por lo que tiene que pagarlo. Es así de simple. Además, ¿alguna vez has pensado en lo que podría haber sucedido si yo no hubiera llegado a tiempo para salvarte? ¿Tienes idea de lo que te habría pasado si yo no hubiera estado allí? Esa mujer es muy perversa, así que creo que se lo merece. Está recibiendo una dosis de su propia medicina, y como ya es una adulta, lo pensará dos veces antes de decidir hacerle daño a los demás".
Señaló Lucas. Siempre había estado en el lado oscuro de la sociedad y había presenciado suficientes cosas desagradables para darse cuenta de lo peligroso que podía ser el mundo.

Por eso Lucas no sintió ningún remordimiento cuando decidió vengarse en nombre de Yeineth. Y a juzgar por los antecedentes de su familia, pensó que ella también lo sabía. Tal vez, la vida pacífica y feliz de ahora la hizo olvidarse de todo esto.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora