Un verdadero amor. 8a parte.

💘1456

Capítulo 1456

Yeineth sonrió, pero por dentro se estaba burlando. Aunque a sus veinte era una mujer joven y llena de vitalidad, desde que se casó había madurado mucho para la edad que tenía. También había aprendido a mantener la calma cuando se presentaban situaciones difíciles.

Ella era como una flor en el duro invierno, permanecía suave y al mismo tiempo resistía al frío. No quería causarle problemas a nadie y no le agradaba que otras personas la criticaran. Sabía perfectamente que ya no era esa chica inocente que un día fue. Ahora era una mujer casada y esa era su nueva identidad. En otras palabras, se comportaba como si las cosas no fueran solo asunto suyo sino de Lucas también.

HongKi se estaba volviendo loco pensando en la cantidad de tareas que había hecho y tenía que hacer. Había estado muy ocupado en los últimos días y definitivamente necesitaba un descanso.

Tenía muchas cosas pendientes por preparar y que requerían su atención. Aunque no podía encargarse de todas y cada una de ellas, al menos tenía que terminar las que había prometido.

Por la noche, apoyó su cabeza en el regazo de KyuJong para descansar y estando así le preguntó: "Kyu, ¿te gustan los niños?"

"Sí".
Respondió él despreocupadamente, con un tono monótono y sin apartar la vista del noticiero que estaba viendo en la televisión. Él no se paró a pensar por qué su esposo le había hecho esa pregunta tan extraña.

"¿Cuántos hijos quieres tener?"
Presionó sus labios y volvió a preguntar.

"Chico, ¿estás embarazado?"
De repente, se volvió hacia él y le preguntó con una expresión de sorpresa en su rostro. HongKi percibió su mirada ilusionada y no pudo evitar sentirse mal.

"Eh... No. Solo estoy preguntando".
Al verlo reaccionar de esa forma, pensó que no podría soportar contarle la verdad. Le decepcionaría mucho. Tendría que enfrentarse solo a ese trago amargo, aunque algún día él se enteraría. No se podía esconder un secreto para siempre.

"Bueno, tengo que pensarlo detenidamente. Mientras tú seas el appa, no importa cuántos hijos quiera tener. Los amaré a todos igualmente. Pero es posible que no esté permitido tener demasiados hijos siendo soldado. ¿Qué te parecería tener gemelos?"
KyuJong se interesó de repente. Entonces dejó de prestar atención al canal de televisión que estaba viendo y comenzó a discutir sobre el tema de los hijos.

"Claro".
Respondió HongKi dulcemente a pesar de que estaba triste en el fondo de su corazón. Cuanto más profundizaban en la conversación, más dolor sentía.

A KyuJong le gustaban mucho los niños y él no podía hacer realidad su sueño. Aquellos que no habían experimentado algo así no tenían ni idea de lo doloroso que era. Su corazón estaba lleno de tristeza y desesperación.

El día que se marchó HongKi, lloviznaba y las voluminosas nubes habían atenuado la brillante luz del sol. Se sentía mucho más frío en ese gélido invierno. Su corazón también parecía estar como el clima, ya que sabía que desaparecería de la vida de él, y que probablemente no volvería.

Dejó todo en casa; la tarjeta del banco, las llaves de su auto y las de la casa... Puso todo en la mesa junto con un acuerdo de divorcio firmado y una carta.

La carta yacía en silencio sobre la mesa. En ella estaban escritas todas las palabras que  había querido decirle en algún momento, pero que no pudo.

Cuando KyuJong llegó a casa esa noche, después de un largo día de trabajo, no se encontró con la cálida luz ni con el delicioso olor en el aire de la cena que se estaba cocinando. Lo único que vio fue una casa vacía y oscura sin nadie adentro.

Su corazón latía rápido y le inundó un sentimiento terrible. Entonces se quedó de pie en la sala de estar, petrificado y con la mente en blanco, esperando que él saliera repentinamente de algún lugar y le hiciera una mueca. Sin embargo, nadie apareció.

Luego subió las escaleras con pasos pesados
mientras se decía a sí mismo que debía estar durmiendo u ocupado con su trabajo. La realidad, no obstante, era cruel.

Cuando entró en la habitación vio las cosas bien colocadas en el tocador y su rostro palideció de inmediato. Él sabía lo que venía a continuación. Su enorme mano recogió cada uno de los objetos de la mesa, mientras sus largos dedos temblaban, y los observó uno a uno.

Finalmente se encontró con el sobre, que estaba manchado con lágrimas. Él no tuvo el coraje de abrir la carta y mucho menos de leerla porque tenía miedo del contenido. Solo se quedó en silencio, pensando en todas las posibilidades que se le pasaban por la cabeza. Aun así, daba igual lo reacio que fuera a aceptar el hecho de que se había marchado, él tenía que enfrentarlo de todos modos.

Por eso tomó el sobre, lo abrió y sacó la carta para leer las palabras que podían hacer que enloqueciera.

⚜~"Hola, amor. Parece que es la primera vez que te llamo así y probablemente sea la última".

Al leer esas simples palabras, Kyu se podía imaginar la sonrisa forzada de ella escribiéndolas.

"Lamento haberte dejado sin previo aviso y sin despedirme. Te amo y por eso tengo que irme, porque no quiero que te compadezcas en el futuro".

Él se dio cuenta de que había muchas manchas de lágrimas en el papel que se habían secado. Algunas de las palabras incluso estaban borrosas. Era obvio que estaba tan desconsolado mientras escribía la carta que no pudo dejar de llorar y que las lágrimas parecían seguir los pasos de la tinta sobre el papel.

"Te pedí una vez que fueras más paciente y me dieras más tiempo. Siempre he pensado que Dios me había bendecido. Pero esta vez, él no está de mi lado. Sé que es hora de que me vaya".

Mientras continuaba leyendo la carta, era como si todos los pensamientos de HongKi le vinieran a él a la mente. Cuando HongKi la escribió sintió que cada palabra era un cuchillo que atravesaba su corazón. Le causó mucho dolor.

"Pol me dijo que me resultaría muy difícil quedarme embarazado. Estoy seguro de que nunca te podrás hacer una idea de lo indefenso que me sentí cuando me dio la noticia. Cómo deseaba poder enterrarme en tus brazos y pedirte que me consolaras. Un pequeño abrazo hubiese sido suficiente para mí. Pero no podía contártelo. Por eso me lo guardé para mí y les pedí a todos que te lo ocultaran. No sé si después de enterarte que no soy un doncel perfecto me seguirás amando como siempre lo has hecho".

HongKi se sorbió la nariz mientras se mordía sus labios temblorosos. No quería acabar con él y deseaba comportarse de manera egoísta en esta ocasión. Sin embargo, no se atrevía a tomar el riesgo porque temía el momento en que KyuJong se enterara.