💘1500

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Capítulo 1500

"Parece que siempre encuentras una excusa para salvar el pellejo".
Dijo Lucas, con los ojos llenos de picardía. Pensaba que la mujer que tenía en frente era muy divertida, aunque logró no mostrarlo.

"Simplemente te estoy diciendo la verdad. Nunca miento".
Respondió, subrayando lentamente cada palabra, no solo porque estaba diciendo la verdad, sino también porque hablaba de una virtud de la que siempre se enorgullecía.

"¿En serio? ¿Quieres decir que nunca has mentido? Entonces, ¿cómo explicas lo que vi hace un momento?"
Se burló Lucas. Estaban parados uno frente al otro en las escaleras. Él la miraba desde arriba mientras la interrogaba con condescendencia, y ella lo miraba desde abajo, a la defensiva y tratando de desafiarlo y discutir.

"¡Pero eso no fue culpa mía! Hilda me pidió que fuera de compras con ella, ¡pero no sabía que el idiota de Bradley también vendría! Yo no lo invité a acompañarnos".
Dijo mientras pasaba los dedos por la barandilla nerviosamente. No se sentía culpable en absoluto, era solo que la posición altanera e impositiva que Lucas asumía tendía a crear tensión en cada conversación que tenían, y al parecer Lucas ya había llegado a sus propias conclusiones y no tenía intención de cambiar de opinión.

"No me refiero a eso, ese tipo no me importa en absoluto. Lo que quise decir es, ¿por qué no dijiste en la escuela que estás casada?"
Le preguntó Lucas mirándola. No podía olvidar que los compañeros de clase habían creído que él era su hermano.

Había sido algo muy incómodo y vergonzoso, y por alguna razón, se había sentido decepcionado. Aunque no iba a admitirlo, le había dolido.

"Porque no quería ser diferente y atraer la atención de todos. Además, me gusta mantener mis asuntos en privado. No creo que sea necesario contarle mi vida personal a todos en la escuela".
Dijo Yeineth con seriedad. Lo que más temía era que la gente a su alrededor se enterara de que era una mujer casada y comenzaran a tratarla de manera diferente, ya tenía bastante con el mal rato que la estaba haciendo pasar Bradley por tratarla de forma especial.

Contarles que era una mujer casada sería como darles más armas para que la atacaran. La mala actitud de las brujas de la escuela empeoraría, y eso era lo último que quería, ya que si iba a clases era para aprender, no para hacerse de enemigos.

"¿Así que eso es lo que quieres? ¿Mantener tu matrimonio en secreto para poder coquetear con otros hombres y coleccionar pretendientes?"
Le preguntó Lucas bruscamente. Eran palabras hirientes, pero solo estaba expresando lo que pensaba.

"¡Eso es ridículo! No es lo que pretendo. Si escucharas lo que te digo, sabrías que el único que intenta coquetear conmigo es ese tonto de Bradley. ¡De hecho, me agota estar siempre tratando de evitarlo y alejarme de él!"
Replicó. Siempre se sentía incómoda cuando hablaba de Bradley, e intentaba ocultarlo, pero, de repente, la tensión le provocó una punzada de dolor en el cuello y no pudo evitar inclinar la cabeza hacia adelante para aliviarlo.

A pesar de que fue un movimiento ligero, Lucas lo notó, y lo interpretó como un signo de la culpa que ella estaba sintiendo.

"¿El único? Pues, pareces muy decepcionada de que no haya más hombres detrás de ti. ¿Sabes algo, Yeineth? Nunca pensé que resultaras ser una mujer con tanta experiencia en el trato con los hombres".
Dijo Lucas con el rostro sombrío. No sabía lo que le estaba pasando, pero no podía evitar rebatir con palabras duras todos los argumentos que esgrimía para explicarse, simplemente no quería escucharla.

"¿Qué dijiste? ¿Qué quisiste decir con eso, Lucas?"
Le espetó jadeando. Antes había evitado mirarlo a los ojos, pero ahora enfrentó su mirada con incredulidad. No iba a dejar pasar un comentario como ese. ¿Acaso pensaba que había seducido a Bradley como si fuera una cualquiera?

"¿Qué más puedo decir? A decir verdad, lo que hiciste me decepcionó mucho. Pero si tu intención era darme celos con ese tipo de juegos, me temo que has fallado miserablemente, así que no te sobreestimes".
Esta vez, incluso el mismo Lucas no podía creer que hubiera dicho esas palabras. Aunque no quería hacerlo, le resultaba imposible contenerse y no dirigirle esas palabras tan hirientes.

"¿Así que ahora estás insinuando que yo hice todo esto a propósito y que le pedí a Bradley que se hiciera pasar por mi pretendiente para vengarme de ti y darte celos? ¡Vaya! ¿Crees que perdí la razón, que me gusta meterme en problemas y hacer que ese tipo tan molesto me persiga a todos lados? ¡Eso sería como poner un cuchillo en mi propio cuello! ¡No soy tan estúpida, Lucas!"
La voz de Yeineth comenzaba a alzarse, pero por el contrario, sentía que su corazón se hundía cada vez más.

"¿Es eso lo que soy para ti, Lucas? ¿Una mujer astuta, malvada y sin vergüenza?" Dijo sintiéndose impotente.

"¿Quién sabe? Ese es solo tu versión de la historia. Puede que nunca me la cuentes completa, pero apuesto a que las personas involucradas sí saben todo lo que pasó. De todos modos, no quiero meterme en eso".
Dijo Lucas mientras desechaba la idea con un gesto de la mano. Los ánimos estaban muy caldeados y se miraban a los ojos desafiantes.

Ambos estaban tan obstinados en su postura que bastaría con que uno de los dos dijera otra palabra dura para que se desencadenara una pelea mucho peor. Pero justo entonces..

"No sé qué más puedo decir si insistes en ver las cosas de esa manera. Solo quisiera que pudieras ser más sensato y actuar de forma más considerada, porque ya no quiero que me lastimes así. Ya tengo cicatrices y la verdad es que no sé cómo podría soportar otro de tus azotes. Soy una mujer de carne y hueso, no estoy hecha de piedra, y cuando me dices esas palabras tan duras es como si me golpearas y me hirieras con un afilado cuchillo que apuñala mi corazón y atraviesa mi alma. En verdad me haces mucho daño, Lucas".
Dijo Yeineth débilmente y sin esperar respuesta, empezó a subir las escaleras pasándole por un lado. Se sentía tan frustrada que solo le lanzó una mirada lastimera al pasar junto a él y se fue directo a la habitación sin siquiera mirar atrás.

Lucas se había quedado sin palabras y solo apretaba los puños, no a causa de la ira, sino con remordimiento.

'¡Demonios! La he lastimado de nuevo', reflexionó con pesar.

Se había prometido a sí mismo que sería más cuidadoso en la forma cómo la trataba, pero lo que acababa de decir y hacer era simplemente todo lo contrario.

'¡Qué idiota fui!', se dijo a sí mismo.

Sin saber lo que Lucas estaba pensando, Yeineth azotó la puerta y se sentó en la cama.

'¡Siempre hace lo mismo!'. Cada vez que pensaba que su actitud hacia ella comenzaba a mejorar, le demostraba que estaba equivocada cuando volvía a lastimarla. ¿Quizás se lo merecía porque no era lo bastante buena para él? Eso debía ser, porque sin importar lo que ella hiciera, él todo lo veía mal. Pero, ¿qué había hecho mal esta vez?

Si algún error había cometido, era haberse enamorado de Lucas. La vida era dura, y ella lo sabía. Podía aguantar las vicisitudes de la vida, pero lo que no podía soportar era amarlo con todo su corazón y que él solo le lanzara una mirada de vez en cuando. Sobre todo porque la mayoría de las veces, las miradas que le lanzaba estaban llenas de enojo.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora