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Capítulo 1458

Luego de que sus intentos por encontrarlo fracasaran, decidió ir a la casa Lee, y cuando finalmente llegó allí, ya era bastante tarde. Al verlo, SunMin se sorprendió por su apariencia andrajosa y desarreglada.

"¿Qué te pasó? ¿Te robaron? ¡Pero eso no tiene sentido! Eres un soldado ¡Nadie en su sano juicio se atrevería a robarte!"
Se burló SunMin, con frialdad, frunciendo las cejas en señal de confusión.

"¿Sabes dónde está Kikí?"
Preguntó, sin prestarle atención a las burlas de su cuñado pero sin poder ocultar la frustración en su rostro. No había podido encontrarlo a pesar de que había pasado horas buscándolo en el aeropuerto mientras la gente lo miraba como si se hubiera vuelto loco. Se sentía al borde del colapso.

"¿Cómo dices? ¿Le pasó algo a Kikí?"
Dijo SunMin, enseriándose al escuchar las palabras. Él le preguntó inmediatamente al escuchar la sola mención de su hermano, con evidente nerviosismo en su voz.

"No le pasó nada, pero se ha ido".
Dijo, cerrando tristemente los ojos. Y antes de que pudiera abrirlos de nuevo, SunMin le asestó un puñetazo en el rostro; pero, a pesar de eso, no se sorprendió; pues, de alguna manera, se lo esperaba.

"Eres un bastardo, ¡KyuJong! ¿Cómo es que se fue así como así? ¡Dime qué fue lo que pasó!"
Dijo SunMin, propinándole un nuevo golpe. Él siempre perdía el control si era algo que tenía que ver con HongKi.

"¡Te dije que se fue y ya! ¿Acaso no sabes escuchar?"
Esa era la primera vez que KyuJong le gritaba. Y no lo hizo por el hecho de que él lo golpeara, sino para tratar de liberar la presión en su corazón; la verdad tan solo esperaba que SunMin lo moliera a golpes hasta morir. Solo así podría sentirse mejor, cualquier cosa era más llevadera que afrontar el dolor de perderlo.

"¿A dónde se fue? ¡Dime!"
Gritó SunMin y se quedó viendo al inconsolable hombre que estaba frente a él, con los ojos llenos de ira y con el odio irradiando de cada nervio de su cuerpo. Pero esta vez no lo golpeó.

"No habría venido hasta aquí si supiera dónde está".
Respondió de manera cortante. En ese momento estaba tan débil y abrumado, se sentía completamente indefenso porque no podía encontrar ningún rastro.

Antes de haber ido hasta allí, llamó a KyuJin para que estuviera atento ya que HongKi podría ir a Paris, pues, al fin y al cabo, él tenía que concentrarse en su trabajo y prepararse para la semana de la moda.

"¿Qué está pasando aquí?"
Dijo ShangGuan, quien había escuchado la discusión y había bajado cuidadosamente las escaleras, por el peso de su hermosa barriguita.. Al ver el ambiente tan tenso entre los dos hombres, se sintió alarmado inmediatamente.

"Lo siento por irrumpir así en tu casa, Shang".
Lo saludó. A pesar de que el pobre estaba fuera de sí en ese momento, no dejaba de ser educado.

"Tranquilo, me pareció escuchar algo sobre Kikí, ¿qué fue lo que le pasó?"
HongKi era la razón por la cual ambos estaban tan enojados el uno con el otro.

"Sí, hablamos de él. Cuando llegué hoy al apartamento, Kikí no estaba allí; tan solo encontré los papeles de divorcio y una carta sobre la mesa, pero ni rastro de él. Me preguntaba si tendrían alguna noticia, ¿te llegó a comentar algo al respecto?"
Dijo, mirando con la mayor sinceridad a ShangGuan, a pesar de la tensión en sus ojos. Él solo quería encontrar algún indicio, pero a juzgar por la reacción de SunMin, era obvio que ellos tampoco sabían nada.

"¿Cómo así que desapareció? Lo sabía, sabía que no era más que un niño estúpido".
ShangGuan estaba conmocionado por la noticia y sabía que la responsabilidad recaía sobre él, pues había sentido que había estado actuando muy raro últimamente, pero prefirió no pensar demasiado en eso y se dijo a sí mismo que quizás solo estaba un poco triste por el hecho de que no podía tener hijos.

Pero nunca llegó a pensar que fuera tan tonto como para desaparecer así como así.

"Tú lo sabías, ¡todos lo sabían excepto yo!"
Gritó KyuJong, sin poder controlarse al saber la verdad. Ahora estaba completamente perdido, simplemente no sabía cómo sentirse. A pesar de que él era su esposo, era claro que no confiaba en él para nada y prefería contarle las cosas a cualquier otro.

"Kyu, no te martirices pensando en eso; Kikí no te lo había dicho porque pensaba que el tratamiento de Pol haría efecto, no quería preocuparte; pero, desafortunadamente, las medicinas no funcionaron. Para un doncel no es fácil lidiar con algo así".
Dijo ShangGuan, mirandolo con preocupación.

El rostro del Mayor General empezaba a ponerse morado por los golpes de SunMin, lo más probable es que se le hinchara la cara pronto.

ShangGuan entendió lo que había pasado y se dio la vuelta para mirar a su esposo. Él siempre perdía los estribos cuando se trataba de HongKi, y menos mal que no le devolvió los golpes, porque sino hubiese sido mucho peor.

"Pero soy su esposo, tenía que decírmelo ¿no crees? ¿Cómo iba a saber cuál sería mi reacción si ni siquiera me dijo nada?"
Arguyó KyuJong, mordiéndose el labio inferior y empuñando sus manos. Las venas en sus sienes estaban brotadas, era claro que estaba sumamente enojado.

"Ahora eso no es lo importante. Eres un Mayor General, ¡algo podrás hacer para dar con él! ¡Corre al aeropuerto y trata de averiguar en cuál vuelo se fue!"
Dijo ShangGuan, evidentemente exasperado. Le preocupaba, pues sabía que no era más que un niño, y no sabía controlar sus impulsos. Era difícil tratar de hacerlo cambiar de opinión una vez que había tomado una decisión.

"Ya fui hasta allí, pero no pude encontrar ningún rastro en los registros de vuelo".
Dijo KyuJong con frustración. Esa era la segunda vez que usaba sus privilegios como Mayor General por HongKi, era obvio que él haría cualquier cosa por él.

"¿Cómo que no está en los registros de vuelo? Si es así, entonces tiene que seguir en la Ciudad S, escondido en alguna parte. Debe estar esperando que las cosas se calmen un poco para irse sin que nos demos cuenta".
Dijo ShangGuan, luego de reflexionar por un momento. HongKi era muy inteligente y lo conocía muy bien.

Él sabía perfectamente que tanto KyuJong como Saeng tenían acceso a ese tipo de información, por lo que decidió no embarcarse en ningún vuelo y quedarse escondido para que ellos no dieran con su paradero.

"Ahora no sé muy bien qué hacer; por eso vine hasta aquí, en busca de alguna pista que me ayude a aclarar el panorama".
Dijo KyuJong, frotándose la sien. Él no confiaba del todo en ellos, sabía que podían ocultarle fácilmente la ubicación; al fin y al cabo, ya le habían ocultado el secreto de que estaba teniendo dificultades para concebir un bebé, así que era posible que también lo ayudaran a escapar de él.

"Kyu, ¿crees que nosotros tenemos algo que ver en su desaparición? Obviamente ayudaríamos a Kikí con cualquier cosa, pero nunca para algo como esto. De ninguna manera podríamos hacer algo así, no tenemos ni idea de dónde está. Si es cierto que lo noté un tanto extraño últimamente, pues de vez en cuando se mostraba innecesariamente agradecido conmigo, pero no lo tomé demasiado en serio, tan solo creí que estaba algo hormonal".
Dijo ShangGuan, frunciendo el ceño y extendiendo la mano para tocarse el hinchado vientre, por puro instinto maternal. En ese momento sintió que el bebé se estaba moviendo mucho, como si pudiera percibir la tensión en el ambiente.

Un verdadero amor. 8a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora