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Como en silencio mi pedazo de pizza mientras tarareo la canción del fondo. Miguel me mira divertido, pero no dice nada.

—Eres un poco raro. —Digo sin pensarlo. Ríe sonoramente.

—Eres bastante sincera o imprudente. —Murmura limpiándose los labios con la servilleta. Me encojo de hombros y sigo comiendo. — ¿Por qué crees que soy raro? —Pregunta. Lo miro alzando una ceja.

—Pues, no es normal que vayas por la vida consiguiendo el número de las personas sólo porque estás aburrido un domingo por la noche. —Lo miro tratando de hacerle entender mi punto. Asiente y le da otro mordisco a su pedazo de pizza tratando de ver lo raro.

—No lo entiendo. —Dice finalmente y yo suspiro. Tiene que estar bromeando contigo.

—Lo que quiero decir es que eso no está bien. —Concluyo.

—Pues eso es lo que se hace cuándo te interesa una persona. —Me mira tranquilamente y yo no sé que responder a eso.

— ¿Y por qué te interesarías en mí? —Esto es aún más raro.

—Porque eres guapa. —Me sonríe. Niego con la cabeza, que intento de coqueteo más barato.

— ¿Eso de verdad te funciona? —Pregunto incrédula, no debe haber una sola mujer en el mundo que caiga en esa babosada. 

—No lo sé, ¿está funcionando? —Dice en un tono coqueto. Chasqueo la lengua con fastidio.

—No pierdas tu tiempo, estoy saliendo con alguien. —Murmuro y me mira intrigado. Realmente no sé si se puede decir que estoy saliendo con alguien, pero en definitiva no estoy disponible para él.

—Detecto la invensión un novio falso para huir de mí. —Se burla. Éste hombre es un poco fastidioso.

—De hecho, es una chica. —Recalco y veo una pequeña sonrisa burlona.

—Vaya, esa es más original que la del novio falso, me agradas. —Me señala con su dedo. —Voy a llevarte a tu casa y luego saldremos cuando estemos en la universidad. —Se levanta y empieza a caminar hasta su auto. Me levanto rápido y le sigo el paso.

Es más raro de lo que aparenta, pero es raro hasta los huesos.

El Sol en tus Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora