Miro al techo y suspiro con frustración, es un día como cualquier otro, sin ningún tipo de chiste o magia en especial. Es el fin de semana más aburrido y largo desde que llegué de la universidad por vacaciones de navidad.
Mis padres salieron a visitar a unos amigos,mis hermanas están en casa de sus novios y yo decidí quedarme sola en casa. Podría salir a dar una vuelta pero no me apetece deambular por ahí sin ningún rumbo fijo. Debí quedarme en la universidad y pasarla con algunas de las amigas que hice allá.
Esto es patético, estiro mi mano hasta la mesita de noche y tomo mi teléfono, supongo que si lo reviso un rato todo este aburrimiento desaparecerá. Curioseando en Instagram consigo el perfil de una chica de la universidad y con bastantes amigos en común, así que decido comenzar a seguirla. Reviso un poco sus fotos y en todas se ve muy cool.
Podríamos ser amigas fácilmente, porque ve muy simpática. Quizá podríamos salir con algunos amigos. Dejo de revisar su perfil para no convertirme en una acosadora. Dejo el teléfono a un lado y tomo el mando del televisor, debe haber algo bueno que ver en algún canal.