SWEET (Terminada)

•4•

Se había resistido, incluso llenó la bañera de agua fría para bajar la calentura, pero la imagen de Sasuke era como una enfermedad mortal que llenó su cabeza de las imágenes más pervertidas y morbosas que había tenido nunca. Era la tentación de lo prohibido... y por muchísimas razones.

Pero cedió, terminó sentándose en el borde y rodeando su miembro con la mano. Los movimientos eran lentos, sintiendo cada relieve, se acariciaba con los dedos justo donde le gustaba, en la base. Luego subía y apretaba la sonrojada y húmeda cabeza. Con su abdomen contraído, aceleró el ritmo y jadeó.

—Shit, I'm crazy to rip those damn tights off... (Mierda, estoy loco por romperle esas malditas mallas...)— gruñó, y luego apretó los dientes cuando la sensación intensa de un orgasmo lo hizo estremecer.

Se quedó unos segundos mirando su mano embarrada, y luego negó con la cabeza. Era imposible sentirse culpable cuando se había corrido imaginando cogerse al pequeño hermano de su mejor amigo. No entendía por qué lo atraía tanto, jamás le interesaron los chicos con tanta diferencia de edad, y menos sin experiencia. Odiaba enseñar, y definitivamente no haría nada con Sasuke. Él estaba fuera de los límites.

Después de limpiarse, se envolvió una toalla blanca en la cintura y regresó a la habitación con la intención de arrojarse en la cama y darse un descanso merecido, pero se heló en el umbral de la puerta. Sasuke estaba allí, cambiado de ropa y lo peor de todo, Naruto reconoció de inmediato el celular que tenía en las manos.

El chico volteó a verlo, y en su rostro inexpresivo notó un sonrojo bastante evidente ¿Y cómo no lo iba a tener? Si en la pantalla aún se mostraban las imágenes de su búsqueda de hacía un rato. Maldijo internamente ante la falta de cuidado y le arrebató el dispositivo de las manos.

—¡¿Por qué entras sin permiso?!— regañó severo.

—Tú hiciste lo mismo en mi estudio— señaló y Naruto se apretó el puente de la nariz ante la frustración.

—¿Qué es lo que quieres?

—Vine a disculparme por lo de hace un rato.

—¿Eh? ¿Me estás pidiendo perdón?— preguntó extrañado.

—Sí, la verdad no me interesa lo que pienses de mí, pero mi hermano me educó como es debido. Te preocupas por él, y eso está bien de alguna forma— murmuró lo último, buscando con la vista la pantalla del celular.

Naruto lo bloqueó con rapidez y arrojó a la cama.

—Si ya terminaste, por favor sal de la habitación— ordenó, señalando la puerta.

—¿Eres gay?— preguntó de repente, dejándolo mudo.

—That's none of your business, kid (Eso no es de tu incumbencia, niño).

—Hazlo conmigo.

—...

—Tener sexo— aclaró.

—What the fuck?! (¡¿Qué mierda?!)— exclamó, retrocediendo un paso y buscando en su rostro un atisbo de broma, pero el semblante de Sasuke era totalmente apático —Estás loco, definitivamente loco...

—Hablo en serio, quiero probar.

—Mira, chico... si quieres saber sobre los pájaros y las abejas dile a Itachi que te enseñe. Créeme que no soy el indicado ¿Has estado con alguna chica al menos?

—No, no me gustan las mujeres— confesó y Naruto levantó una ceja.

—De igual manera, no puede pasar ¿Ok?— se apresuró a decir.

—¿Por qué? Soy más atractivo que cualquiera de esos chicos en tu teléfono. Tal vez necesitas que use uno de esos conjuntos...— dijo pensativo.

—¡No!— gruñó —Eres el hermano de mi amigo, eres virgen, y te llevo veinte años...— abrió los ojos, como si las razones no fueran lo suficientemente evidentes.

—Mi hermano no tiene que enterarse. Yo solo...— Naruto lo vió morderse el labio —Se nota que disfrutan... en sus rostros. Sus expresiones son sinceras— murmuró —Nunca me atrajo el sexo, pero creo que algo así de intenso podría ayudarme.

—¿Ayudarte...?— inquirió y luego negó enfáticamente —Es un NO, rotundo un contundente— lo tomó de los hombros para guiarlo hasta la puerta —Borra eso de tu mente y haré como si ésto no hubiese pasado.

Sasuke se volteó justo en la entrada, y lo miró a los ojos.

—Tal vez eres impotente...— mencionó.

Naruto resopló una risita nerviosa, estaba a punto de perder la paciencia. Negó divertido, colocando una mano en la puerta.

—Buenas noches...— dijo con sarcasmo y cerró en sus narices. Caminó por el cuarto, totalmente confundido, tenía que haber imaginado todo —What the hell just happened?! (¡¿Qué demonios acaba de pasar?!)

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—¿Descansaste?— preguntó Itachi, sentado en la mesa y disfrutando de su desayuno.

Naruto asintió, pero era evidente la falta de sueño en su semblante. Después de la escena con Sasuke, no pudo pegar un ojo, sin importar que tan cansado estaba. Se empinó su café negro y decidió llenar su cabeza con otra cosa que no fuera el dichoso niño bailarín.

—Pienso salir una de éstas noches. Quiero ver el Tokio nocturno— le dijo a Itachi.

—Veré si puedo hacer tiempo en mi agenda y te acompaño.

—No te preocupes, quiero verlo por mí mismo, solo necesito un auto.

—Toma el que quieras del garage, no permitiré que rentes ninguno— sonrió.

—Tan amable...— murmuró en tono melancólico.

—¿De verdad estás bien?— insistió Itachi.

—Buenos días— la voz de Sasuke hizo al mayor mirar al frente, pero Naruto volvió a su café, ignorando su llegada.

Se sentó en su puesto y no tuvo recelo en mirarlo directamente.

—¿No vas tarde para la academia?— preguntó su hermano.

—Es día libre.

—Eso es bueno ¿Tienes planes?

—No— alcanzó un vaso con jugo de naranja, aún mirando al rubio. Naruto ya no sabía que hacer para evitar el contacto visual.

¡¿Que rayos?! Él era un dominante ¿Cómo se iba a sentir intimidado por un chiquillo. Pero era el pequeño hermanito de Itachi...

—Podrían recorrer la ciudad, Sasuke la conoce bien y será un buen guía. Es muy técnico— rió.

—No creo que sea...

—Está bien— dijo el menor, interrumpiéndolo —Creo que no comenzamos con el pie derecho.

—Sasuke...— llamó su hermano —me alegra mucho que te intereses por eso.

—Hago un esfuerzo— mencionó éste.

—Necesito un calmante— murmuró Naruto, dejando la silla.

—Mandaré a colocar el auto en la entrada— dijo el anfitrión. El rubio miró a Sasuke, quién permanecía con el rostro completamente inocente.

—Sí, sí...— balbuceó con pesadez y salió del comedor.