•35•

2.4K 391 149
                                    

—¿No hay problema en que corras si tienes función en la noche?— preguntó Naruto, trotando junto a Sasuke en uno de los largos y pocos transitados senderos de Central Park.

Las hojas habían comenzado a cambiar con la estación, y gran parte de ellas quedaban en la piedra como una alfombra rojiza.

—No, no te preocupes— aseguró con una ligera sonrisa, mientras su coleta se movía de lado a lado con cada paso.

—Me gusta verte animado— confesó Naruto —Y se me olvidó darte las gracias.

—Yo me alegro de que Minato y tú se hayan reconciliado— el rubio rió al escucharlo llamar a su padre por el nombre de pila, pero no comentó al respecto, pues el mayor mismo se había referido a su pareja de igual manera, la noche anterior.

No supo con seguridad que conversaron en el restaurante, Sasuke solo le dijo que fué totalmente sincero, y al parecer funcionó, pues nunca en su vida había visto a su padre pedir disculpas. Se quedó helado cuando le dijo que aceptaba su relación y que por favor, reconciderara no dejar la empresa. Aunque no podía pedir más, viniendo de él, tuvo que poner una condición que sabía le ayudaría.

Y como si de un adivino se tratase, su celular vibró en la banda de su brazo, y Naruto presionó el audífono inalámbrico en su oído.

—Shikamaru...— se detuvo en el sendero y Sasuke lo imitó, mirándolo con curiosidad.

El señor Uchiha abordó un avión ayer a las 21:00 pm, debe llegar a New York dentro de dos horas— anunció y Naruto resopló una risita.

—Está bien. Llama a la sucursal de mi padre y pide que el cambio de personal que solicité hoy temprano se realice de inmediato— ordenó —Él debe haber firmado ya el traslado. Cuando llegue, que el ingeniero suba directamente a mi oficina.

¿No debería ir a recursos humanos?

—No, yo lo atenderé personalmente primero— señaló, alcanzando la coleta de Sasuke y dejándola deslizar entre sus dedos.

Como ordenes ¿A qué hora llegas?

—Dentro de una hora y media— anunció y colgó —Tenemos visita hoy, sweetie— le dijo a Sasuke y éste rodó los ojos.

—Itachi...— resopló —Ya me parecía demasiado raro que no me hubiese insistido más. No dejes que me lleve...— fingió súplica colgándose de su brazo, y Naruto después de soltar una carcajada, se inclinó para besarlo.

—Por supuesto que no.

^•^•^•^•^

Regresaron al departamento, y tras tomar una ducha rápida, Naruto dejó a Sasuke en el Majestic, y después se encaminó a la sucursal. Shikamaru lo recibió frente a su oficina y entró con él.

—Viene en camino— anunció.

—Lo sé, fué mi amigo muchos años. Lo conozco— ocupó su asiento, después de desabotonar su saco.

—¿Todo bien con el problema de ayer?

—Sí, Sasuke solo pidió hablar con mi padre. Las cosas entre él y yo... se arreglaron de alguna manera— suspiró y levantó una ceja debido la mirada asombrada de su asistente.

—¿Me estás diciendo, que un jovencito hizo recapacitar a Minato Namikaze?— insistió.

—¿Qué te puedo decir?— Naruto se encogió de hombros con una sonrisa orgullosa.

—Y todavía temes de Hinata— resopló, acabando con su buen ánimo.

—Sabes muy bien por qué— gruñó.

—¿Aún te sigues culpando?

—No quiero hablar de eso, tengo cosas más importantes en que pensar ahora— informó con seriedad —¿El ingeniero?

—Está esperando a que lo recibas.

—Hazlo subir.

Naruto, a pesar de la tormenta que se acercaba, mantuvo un semblante relajado, ocupando su puesto de presidente de la sucursal. Hablar de burocracia e inventar temas de conversación era fácil para él, tenía la experiencia que la daban largos años de práctica. Al final, su plan funcionó, y la puerta de su oficina se abrió de repente, dejando pasar a un Itachi muy enojado.

Llevaba un sobretodo oscuro, encima de su traje Armani, el cabello atado y perfectamente peinado, pero su expresión era de pura furia. No miró siquiera la estancia, solo caminó hasta el escritorio con un dedo acusador.

—¡Eres el ser más despreciable del mundo!— siseó.

—Bienvenido ¿Quieres un café primero?— murmuró Naruto, con algo de vergüenza.

—No estuve trece putas horas en un avión para tener una conversación contigo— señaló —Deja de jugar con Sasuke, él no merece una vida junto a un imbe...— sus palabras se quedaron suspendidas cuando por instinto miró al lado —Shisui...— jadeó con los ojos muy abiertos.

—Itachi— saludó el ingeniero con una leve y tierna sonrisa —Ha pasado mucho tiempo.

—Catorce años— murmuró Naruto.

—Cállate— siseó el Uchiha y éste levantó las manos en señal de rendición, notando sus mejillas rojas.

—Debería retirarme— dijo Shisui y se puso de pie —Al parecer tienen mucho de que hablar. De nuevo gracias por la oportunidad, señor Namikaze.

—Soy yo el que tengo que agradecer...— mencionó —por tus referencias, quiero decir. Es una suerte para la sucursal contar contigo.

Shisui hizo un leve asentimiento y luego miró a Itachi.

—No has cambiado nada— halagó en un susurro y dejó la oficina.

El Uchiha liberó el aire que estaba reteniendo y se dejó caer en un sillón, cubriendo su rostro.

—No puedes hacer que te odie más...— exclamó —¿Ahora también juegas sucio?

—Necesito usar todas mis cartas. Lo siento— respondió con seriedad  —Amo a Sasuke.

—¡No me jodas!— gruñó —Le llevas veinte años.

—¿Y?— preguntó sarcástico —Sé que estuve mal, cuando viajé a Japón. Defraudé tu confianza y es algo que no me he podido perdonar, pero él vale la maldita pena.

—No me vengas con palabras bonitas— acusó, entrecerrando los ojos —¡Solo era un niño!

—Yo no lo obligué, me negué repetidas veces a su insistencia... Pero caí... me enamoré— suspiró —Me conoces, Itachi. Sabes que te estoy diciendo la verdad.

—No me puedo conformar con ésto— negó severo —Simplemente no lo puedo aceptar.

—Si no me crees a mí, habla con él— aconsejó —Pero escúchalo ésta vez.

—¿Quién sabe si ya le lavaste el cerebro?— siseó.

—Entonces cree lo que quieras, pero Sasuke no regresará contigo— sentenció.

—No tienes ningún derecho...

—Es mayor de edad, y yo soy su pareja ahora— recordó —Puedes ser parte de nuestra vida, o simplemente hacerte a un lado.

Itachi apretó sus puños y lo miró con rabia, pero Naruto mantuvo el contacto visual, sin ceder un solo instante, renuente.

—Hablaré con Sasuke, si lo convenzo de regresar, promete que no te interpondrás y que nunca más intentarás buscarlo.

—Hecho— concedió seguro y cuando lo vió ponerse de pie, le tendió una hoja de papel.

—¿Qué es eso?

—El número de Shisui— Itachi giró el rostro para ocultar su vergüenza, y lo arrancó de su mano con un gesto brusco antes de irse.

SWEET (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora