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Suspiró cansado al ver el nombre de su padre en el teléfono. Estaba alargando la llamada, no quería arruinar su buen humor con los desplantes de su familia, pero tampoco podía evitarlo por mucho tiempo. Quería que su relación con Sasuke fuese seria, darle el lugar que se merecía; el único que había ocupado su corazón.

Al fin contestas— escuchó.

—Dime lo que vayas a decirme, estoy trabajando— pidió.

Sé que estás trabajando, yo te dí ese trabajo— reprendió Minato, y Naruto apretó el puño sobre el escritorio —Ya tu madre me contó.

Me imagino...

Pero aún no sabe que el chico con el que andas es el hermano de Itachi Uchiha— Naruto frunció el ceño —¿Pensaste que no me enteraría?

—Me pregunto cuándo dejarán de meterse en mi vida— resopló —De quién sea hermano o familiar no hace ninguna diferencia. Ya puse las cartas sobre la mesa con ustedes. Quédense al margen de mis decisiones personales. Te lo pido a tí, que eres más razonable.

No eres un chiquillo, Naruto, sabes perfectamente que todo lo que hagas, personal o no, tiene implicaciones en nuestra familia y el negocio— exclamó —Pero está bien... te daré en beneficio de la duda. Ven a cenar mañana en la noche y hablamos con calma. Hay temas que no se discuten por teléfono.

—Tengo planes— respondió.

Trae al chico también. Asunto arreglado— ordenó y terminó la llamada.

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La función acabó, y Naruto, teniendo pase VIP, se dirigió detrás de bastidores para encontrarse con Sasuke. El pelinegro conversaba con uno de sus compañeros y sonrió amplio cuando lo vió llegar.

Naruto se acercó, no sin notar la mirada de dicho amigo sobre su chico sonriente. Así que lo besó en los labios y le entregó el ramo de rosas que le había traído.

—¡Gracias, son preciosas!— exclamó alegre —Apenas pude verte en primera fila, las luces no me dejaban, pero sabía que estaba ahí desde el inicio— mencionó y luego se dió cuenta de que el rubio miraba al otro sujeto. Se apartó un poco para presentarlo —Él es Kakashi, de los veteranos en la compañía.

—Encantado— dijo éste, extendiendo una mano que él tomó con seriedad.

—Naruto Namikaze, pareja de Sasuke— el mencionado observó la escena con la naríz metida en las rosas.

—Ah, eres el novio del que me ha hablado todo el día.

—¿Quién, Sasuke?— preguntó sorprendido y lo miró.

—¿Quién sinó?— rió Kakashi —Entonces... buen trabajo,— le dijo al pelinegro —y fué un placer, Naruto. Hasta mañana— sacudió la mano en el aire y se alejó.

—No te recordaba tan conversador— mencionó, ya caminando hacia la salida después de que Sasuke se cambiara.

—Es un buen sujeto, además, hoy he estado muy emocionado— confesó, logrando que Naruto olvidara sus celos por un momento.

—Estoy muy feliz también— murmuró, inclinándose para hablarle al oído, y justo en ese momento, varios flashes de camaras los interrumpieron.

Naruto maldijo cuando algunos periodistas se acercaron y los rodearon, justo antes de llegar a su auto.

—¿Señor Namikaze, está usted en una relación con Sasuke Uchiha?— gritó una chica, y le secundaron más preguntas.

Naruto cubrió a su pareja con su brazo y caminó abriéndose paso hasta meterlo al coche. Luego dió la vuelta para entrar él y cerró la puerta, ignorando a los paparazzis y obligándolos a apartarse cuando arrancó.

—Demoraron más de lo que pensé— mencionó Sasuke —Mañana tendré a mi hermano jodiendo desde temprano.

—Tranquilo...— alcanzó su rodilla y la apretó un poco —yo lidiaré con eso.

—No puedes encargarte de todo. Tu familia también— mencionó.

—Me separé de tí una vez, no volverá a suceder— dijo serio —No importa a quién tenga que enfrentar.

—Dejemos eso de lado y pasemos un buen rato— se inclinó para besar su mejilla —Recuerda llegar a mi hotel primero.

Después de que Naruto asintiera, condujo en silencio e hizo la parada para recoger las maletas de Sasuke. No demoraron mucho, así que una hora después ya estaban entrando a su departamento. Él subió el equipaje hasta su habitación, mientras el pelinegro colocaba las flores en el primer jarrón que encontró.

—Tengo un regalo para tí— mencionó Naruto, regresando a su lado.

—¿Otro?— preguntó curioso y se dejó guiar escaleras arriba.

Caminaron por el pasillo hasta entrar en una de las habitaciones que antes estaba cerrada, y la cual era un despacho. Sobre el escritorio habían varias cajas y bolsas de compras. Naruto ocupó el asiento y Sasuke se acomodó sobre sus piernas, antes de que él alcanzara la caja más grande y la acercara.

—Me dijiste que querías jugar ¿No?— preguntó, retirando la tapa.

El chico se quedó helado con el descubrimiento; vibradores, consoladores y otras cosas que no identificaba o nunca había visto en su vida, estaban en el interior. De inmediato enrojeció y volteó a verlo.

—¿Todo ésto es... para mí?— balbuceó apenas.

—Para ambos, yo jugaré contigo— corrigió con una sonrisa pícara.

—Es que son tantos... Ni siquiera sé como se usan o...

I teach you, sweetie. (Yo te enseño, dulzura)— ofreció —Pregunta.

Sasuke dudó primero, pero luego tomó un objeto púrpura y de silicona aterciopelada, curvo y ancho en una de las puntas. Tenía varios botones, lo que indicaba claramente que era electrónico.

—¿Ésto...?— preguntó, Naruto lo movió para sentarlo derecho y le abrió las piernas con las suyas, dejándolo a horcajadas y frente a la mesa.

—Eso es un masajeador de próstata— respondió y lo vió asentir. Sacó varias cápsulas de gran tamaño con cables largos y un regulador en un extremo, metidas en un paquete de plástico —Vibradores de bala— besó su espalda e introdujo una mano por debajo de su suéter, para acariciar su abdomen.

—¿Y ésto?— sacó un aro de silicona de color negro, también con botones.

—Anillo vibrador. Se pone en la base del pene— ésta vez besó su hombro y su mano llegó a tocar su pecho. Sasuke se removió sobre su regazo y sacó otro par de anillos, metálicos en ésta ocasión.

—De contención— explicó.

—¿Una liga?— preguntó, sacando una larga tira elástica de color rojo, hecha de goma.

—También de contención— señaló. Aunque sirve para varias cosas— apretó uno de sus pezones y sonrió al sentir como se estremeció. Sasuke sacó otra tira larga y de goma, pero ésta tenía esferas del mismo material, desde una muy pequeña hasta la más grande que era del diámetro de una pelota de golf —Bolas chinas.

—¿Para allá atrás...?— preguntó en un murmullo.

Yes. Do you want to try those? (Sí ¿Quieres probar esas?)

—No estoy seguro— confesó, observando la mayor de las esferas.

—Te gustará— gruñó ronco sobre su nuca y luego alcanzó dos de las bolsas. Metió la mano en una y sacó una caja pequeña —Ésto es un enema, tienes que usarlo antes de empezar. Si no sabes cómo, puedo ayudarte.

—¡No!— exclamó avergonzado —Lo haré solo— sujetó la caja contra su pecho y Naruto rió.

—Entonces ve y regresa cuando hayas terminado— le dió la otra bolsa —Y usa ésto también.

Sasuke se puso de pie y lo vió acomodarse su erección dentro de los pantalones, antes de apoyar la cabeza en el espaldar.

—Ya regreso...— dijo, señalando la puerta.

—Te espero. Tómate tu tiempo.

SWEET (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora