SWEET (Terminada)

•32•

—¿No estabas molesto?

—No me duran mucho los estados de humor, y menos si es por una tontería— contestó Sasuke, acercándose a Naruto dentro del vestidor.

—¿Una tontería?— preguntó con el ceño fruncido, y el pelinegro alzó una ceja.

—Solo estás celoso, sin razón— señaló, estirando las manos para arreglar la chaqueta de cuero negro que se había puesto —Me gusta verte con traje, pero...

—¿Pero?— Naruto caminó, obligándolo a retroceder, y acorralándolo contra un gavetero.

Se había puesto también unos jeans oscuros, un pullover azúl marino y un par de botas también negras.

—Te ves muy sexy— admitió Sasuke y el rubio sonrió de lado.

—Tienes razón al decir que estoy celoso ¿Pero cómo no iba a estarlo?— murmuró sobre sus labios —Si eres lo más hermoso del mundo.

—No seas paranoico. La única persona que me ha gustado en toda mi vida, has sido tú, tonto— sujetó su nuca y respondió a la tentación del beso, profundo y lento.

Habían decidido ir de compras esa mañana, y por primera vez, tener una cita donde no se tuvieran que esconder. Listos, dejaron el departamento y bajaron hasta el estacionamiento del edificio. Sasuke se dirigió al auto de Naruto, el que siempre usaba, pero el rubio se desvió de camino.

—¿A dónde vas?— preguntó el chico, y éste le hizo una seña con la mano para que lo siguiera. En otro reservado, se detuvieron delante de un coche cubierto con una lona gris, y cuando Naruto lo destapó, Sasuke negó con una sonrisa en la cara —¿Tienes un Ferrari? ¿Y rojo?

—¿Por qué no?— preguntó el rubio, abriéndole la puerta del pasajero después de que quitó el seguro.

—No lo sé, te veo más del tipo; Rolls Royce o BMW— respondió, observando atentamente el modelo deportivo —Conduses como un anciano, en eso te pareces a Itachi— Naruto negó divertido y después de sentarse, abrió la guantera y sacó unos lentes de Sol.

El auto arrancó poderoso y tomaron rumbo a la quita avenida. La mañana pasó rápidamente, y las compras se hicieron más abundantes de lo que pensaron. Ropa de la estación, zapatos, cosas de ballet para Sasuke, pijamas a juego, secador de cabello, utensilios de belleza, e incluso instrumentos de cocina especiales para platos japoneses, cuencos y palillos.

Llenaron el maletero, otras cosas más grandes Naruto hizo que se las enviaran directamente al departamento, y ya a las tres de la tarde, salieron de Manhattan buscando un lugar para almorzar. Se detuvieron en el Marea, cerca del Central Park, y sin importarles las miradas indiscretas de quienes lo reconocían, comieron con tranquilidad.

Naruto no puso rumbo a casa, sinó que dejó la ciudad buscando una vía más tranquila para disfrutar un rato de conducir libremente. Sasuke, con sus pies encogidos en el asiento, se inclinó para buscar música en el reproductor.

—D-I-N-O-S-A
You are a dinosaur. (Eres un dinosaurio)
D-I-N-O-S-A
You are a dinosaur. (Eres un dinosaurio)
An O-L-D M-A-N
You're just an old man. (No eres más que un anciano)
Hitting on me, what? (Golpeándome ¿Qué?)
You need a CAT scan. (Necesitas una tomografía).

Comenzó a repetir la letra de la canción de Kesha en tono burlón, y el rubio inclinó la cabeza y lo miró por encima de sus lentes oscuros.

—Really...? (¿En serio?)— resopló y Sasuke le sacó la lengua —Right in the ass is where I'm gonna spank you. (Justo en el culo es donde voy a pegarte)— amenazó con una sonrisa pícara y después recogió la capota del Ferrari.

Cambiando de marcha en la vacía carretera, aceleró el convertible, haciendo que Sasuke riera ansioso. Naruto sin dudas conducía como un experto, lo demostró con la capacidad de ir muy rápido y ni siquiera tener una expresión de duda. Permaneció tranquilo detrás del volante, como todo un amo, aunque iban a más de doscientos cincuenta kilómetros por hora.

Sasuke, con el estómago encogido y disfrutando la adrenalina, levantó los manos y soltó una carcajada nerviosa que hizo a Naruto reír.

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Estacionó frente al Majestic, aún era bastante temprano, los espectadores no habían comenzado a llegar y quienes estaban reuniéndose en la entrada eran varios compañeros de Sasuke, que regresaban de un descanso de los ensayos, para prepararse para la función. Inevitablemente el deportivo rojo llamó la atención de todos, incluyendo la de Kakashi. El pelinegro bajó cuando Naruto le abrió la puerta para que saliera, y se dejó tras éste rodear su cintura para darle un beso fuerte en los labios.

—Pasaré por la oficina a hablar con mi asistente y arreglar otras cosas, pero llegaré a tiempo— anunció.

—No te preocupes, has asistido toda la semana— concedió Sasuke, y Naruto miró de reojo a Kakashi, aprovechando que quedaban ocultos por sus lentes.

—Vendré a buscarte entonces— decidió, le dió otro beso, rodeó el coche y se sentó —Until the night, sweetie. (Hasta la noche, dulzura)— exclamó y con rugido arrancó y se marchó.

Sasuke negó con una risita ante su obvia expeculación, y luego saludó a Kakashi cuando éste se acercó.

—¿Qué le pasa a tu novio?— preguntó.

—Solo marca territorio— se encogió de hombros —¿No es tierno?

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—¿Entonces te vas?— preguntó Shikamaru, siguiéndolo por los pasillos del edificio hasta que llegó a la oficina y cerró la puerta después de que Naruto entrara.

—Eso parece— respondió serio —¿Te irás conmigo o te quedas?

—¿Osas preguntar?— dijo sarcástico, el rubio sonrió complacido y le dió dos palmadas fraternales en el hombro —A pesar de la noticia te noto contento.

—Sasuke se quedará en New York.

—No sé bien el tipo de relación que tienes con éste chico Uchiha ¿Lo estás entrenando como sumiso? Pregunto por las cosas que ordenaste.

—No, Sasuke es mi pareja— aclaró y se sentó detrás del escritorio —Solo a veces jugamos un poco— murmuró.

—¿Y eso te basta? Me extraña— confesó, ocupando otro asiento.

—Sorprendentemente sí— sonrió, bajo la vista curiosa de su amigo.

—Estás muy enamorado entonces— resopló.

—Como no tienes idea— Shikamaru negó con diversión y después Naruto notó indecisión en su semblante —Suéltalo...— ordenó.

—Hinata Hyuga estuvo en mi casa, visitando a Temari— Naruto levantó un ceja.

—¿Eso qué tiene que ver conmigo?

—Pues... Temari supo de las compras y le comentó a ella. Cree que regresarás— Naruto frunció el ceño y pegó sobre la mesa.

—¡¿Pero acaso eres tonto?! ¡¿Por qué le dijiste?!— el asistente levantó las manos en defensa.

—Sabes que no puedo negarle nada si me lo ordena— se excusó.

—¡¿Y tienes que ser un maldito sumiso 24/7?! ¡Ahora vendrá a joderme!— resopló molesto.

—Me dijo que organizarían un evento pronto, seguro te envía invitación.

—Ni de broma iré, y menos estando con Sasuke— exclamó —Mira en los líos que me metes.

—Solo tienes que decirle que no— señaló y Naruto negó con hastío.

—¿A Hinata Hyuga?— preguntó sarcástico —Ya a éstas alturas el club entero sabrá. Eso es lo que me asquea de todo, no diferencian los límites, a pesar de que hay claras reglas para ello. Tu domina es otra...— apuntó —Si no tuvieras su collar ya te hubiera azotado hace años.

—¿Sirve de algo decir "lo siento"?

—Yo solo espero que no se acerquen a Sasuke.