Naruto regresó a la mesa y esperó, en medio de una conversación con su padre, que Sasuke hiciese lo mismo; pero los minutos pasaban y el chico no llegaba.
Quien dejó la mansión fué Hinata, y sonrió con falsa dulzura cuando sus ojos se encontraron. Una mala sensación recorrió su columna, definitivamente algo no andaba bien. Desde el momento en el que la vió en la mansión supo que habría problemas. Había intentado apartarla de su vida después de los sucedido para borrar los malos recuerdos, pero Hinata Hyuga siempre encontraba la manera de sembrar la discordia.
No lo iba a permitir, no con Sasuke. Debía protegerlo a toda costa.
Se puso de pie, dejando a su padre con la palabra en la boca y entró a toda prisa en la casa. Primero buscó en el baño donde lo había dejado, pero no estaba, entonces subió las escaleras en dirección a su habitación. Entró y lo vió; se había quitado los zapatos y estaba sentado en la cama, con la espalda apoyada en la cabecera y abrazando sus rodillas.
—¿Sweetie...?— preguntó, algo ansioso —Te estaba esperando ¿No vienes?— señaló la puerta.
—No— respondió Sasuke, con esa expresión fría en su rostro. Naruto apretó su puño detrás de la espalda y se acercó con lentitud. Definitivamente había pasado algo con él.
—¿Qué ocurre?— indagó temeroso, sentándose en la cama a su lado.
Sasuke levantó la vista y sus ojos oscuros lo enfocaron.
—Las cicatrices que tiene Hinata en la espalda... ¿Tú las hiciste?— la pregunta, sin ningún tipo de emoción, fué como un puñal en el pecho de Naruto, devolviendo los malos recuerdos y llenándolo de vergüenza.
—Sí...— murmuró sincero, bajando la cabeza.
Escuchó a Sasuke jadear, y volvió a mirarlo ¿Tendría miedo de él, ahora que sabía? ¿Lo odiaría? ¿Se alejaría...?
Solos en esa habitación, Naruto sintió que estaba en una cuerda floja, y la reacción de Sasuke sería la que lo empujaría al vacío. No escuchando palabras de su boca, extendió una mano hasta acariciar su mejilla, buscando algún tipo de respuesta que acabara con la incertidumbre, y dejó escapar el aire con alivio, cuando el pelinegro no se apartó al contacto.
—Dime qué ocurrió, porque algo debió haber pasado. Simplemente no puedo creer que la hayas dañado así... sobre todo después de lo que pasó con nosotros, la manera en que te afectó— dijo serio, pero la ansiedad en su voz comenzaba a notarse —Yo creo en tí, sigo creyendo...— confesó, volviéndolo a mirar y notando sus ojos azules húmedos y aliviados.
Naruto resopló una risita triste, reteniendo los deseos de llorar, y provocando que su barbilla temblara.
—Ella...— comenzó, inclinándose hacia adelante y cubriendo su rostro con las manos —Hinata fué mi sumisa, además de mi pareja. Nos conocimos en el club... y al principio todo fué bien— suspiró, frotando su cara para recomponerse —Siempre tuvo gran resistencia al dolor, y después de varios años estaba acostumbrado a ello. Nunca había excedido los límites, pero un día ella llegó de una fiesta con unas amigas; me pidió un sesión...— miró a Sasuke, notando su ceño fruncido e incómodo, aún así decidió continuar —pero no me dijo que había estado consumiendo estupefacientes. Era uno de los límites duros; ni alcohol ni drogas... No lo noté, simplemente seguí y... debido a eso su sensibilidad era menor. Terminé marcándola de forma permanente, porque no pude interpretar los signos de su cuerpo, su resistencia...— Sasuke notó como apretó sus puños —Después de eso terminé todo tipo de relación.
—No fué tu culpa...
—Sí lo fué— bramó ronco —Un dominante es responsable de su sumiso. Cualquier cosa que ocurra en una sesión es mi culpa. Debí prestar más atención y... Si lo hubiese hecho nada de eso...
—¡Cállate, idiota!— gritó, empujándolo con impotencia —¡No fué tu culpa!— repitió —¡Me importa una mierda las reglas, y la odio... la aborrezco por ponerte en esa posición! ¡Mira cómo estás!— volvió a gritar, limpiando las lágrimas del rostro de Naruto y luego saltó de la cama, más que furioso —¡La voy a arrastrar por el puto suelo!— gruñó en dirección a la puerta, pero el rubio se levantó y lo cargó, sujetándolo por la cintura —¡Suéltame, estúpido!— pataleó para tratar de liberarse.
—Cálmate, por favor. Ya no importa...— pidió, llevándolo de vuelta a la cama.
—¡¿Cómo que no importa?! ¡Y todavía me las enseña como si fuesen un trofeo! ¡Maldita puta de mierda!
—¡Sasuke...!— gruñó.
—¡¿Qué?!
—Está bien— murmuró, sujetándo su rostro y juntando sus frentes —Mi mayor miedo era perderte...
—Que rabia...— siseó, con los ojos ahora llenos de lágrimas y Naruto sonrió.
—You still love me? (¿Aún me amas?)
—How am I going to stop loving you, stupid old man? (¿Cómo voy a dejar de amarte, viejo estúpido?)— resopló, aún molesto.
—Eso es todo lo que necesito— confesó, logrando que Sasuke le regalara una pequeña sonrisa.
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—¿Cómo estuvo la cena?— preguntó Shikamaru, antes de dar su reporte en la mañana y leerle sus horarios. Naruto lo miró con hastío.
—Odio cuando te haces el que no sabes nada. Seguro que Temari fué la primera en enterarse de que Hinata estuvo ahí— gruñó, dejando su saco en el espaldar de la silla antes de sentarse.
—Me gusta escucharlo de tí— bromeó, ganándose un ceño fruncido de su amigo y jefe.
—Cambiemos de tema, por favor. No me arruines el día tan temprano— se quejó.
—Tengo buenas nuevas del caso que me encomendaste— anunció, ocupando un sillón frente al escritorio —Itachi tenía razón.
—¡No me jodas!— exclamó entusiasmado.
—El sujeto asiste esporádicamente a un club clandestino de tráfico de menores. Está tan sucio como un pañal cagado— rió, y Naruto no tuvo más remedio que imitarlo.
—¿Tienes pruebas?
—¿Por quién me tomas?— preguntó con suficiencia, arrojando un sobre encima del escritorio. El rubio lo abrió y sonrió ladino al ver las fotos.
—Perfecto. Llamaré a Itachi Uchiha, tu haz que Shisui suba a mi oficina cuánto antes. Éste caso está más que ganado, viejo amigo. Hay que sacar a esa princesa de ese lugar inmediatamente.
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SWEET (Terminada)
FanfictionNaruto es un hombre de poder, acostumbrado a una vida solitaria y a cumplir todos sus placeres. Sin embargo, el destino lo hace reencontrarse con una persona que no puede obtener, a pesar de que el deseo le quema los huesos. Sasuke es un chico ensim...
