SWEET (Terminada)

•30•

Al reconocer el sonido del llanto, su cuerpo se paralizó. La tormenta que cubría su mente se dispersó por completo y cuando se dió cuenta de lo que hizo, dejó caer el flogger al suelo.

Había volcado toda su rabia en Sasuke, quién menos se merecía su enojo, la única persona que amaba incondicionalmente y la cual confió en él, tanto como para enfrentarse a los desconocidos azotes, al dolor que no había sentido nunca, a estar atado.

El odio a hacia sí mismo lo hizo apretar la mandíbula y retiralo rápidamente de la sujeción. Mientras esparcía la crema por su piel llena de marcas rojas que se habían comenzado a inflamar, no resistió más y dejó salir sus lágrimas.

Era despreciable, ni siquiera tenía derecho a llorar. Nunca se sintió culpable al azotar, las sesiones eran un ritual recurrente en su pasado, pero se había encontrado tan sucio en ese momento, que no hayó en ninguna parte de su ser el derecho para tocar siquiera su cuerpo. Así que retiró la mano y se alejó.

Sasuke, lentamente, se sentó en la cama. Su rostro inexpresivo lo hizo sentir peor. No le estaba reclamando, ni gritando, o exigiendo alguna explicación, solamente lo miraba en silencio.

—¡Haz algo, grita, enójate...!— exigió —¡¿Acaso no ves lo te acabo de hacer?!

—Eres un idiota— murmuró —No sabes controlar tus emociones ¿Pero quién soy yo para decirlo?

Naruto sollozó nuevamente, llevando las manos a su cabeza y tirando de su cabello.

—Forgive me... (Perdóname)— balbuceó, y acercándose, se puso de rodillas y alcanzó sus pies, apoyando la frente en el colchón —I don't want you to fear me... (Yo no quiero que me temas) I do not want you get away. I wouldn't take it... (No quiero que te alejes. No lo soportaría...)— lloró —I swear I won't do it again. I don't need it... being with you... You're all I want. (Juro no volver a hacerlo. No lo necesito... estando contigo... Eres todo lo que quiero).

Sasuke estiró su mano y la colocó sobre su cabeza, ignorando el dolor de los azotes, que se hizo más intenso cuando la carne se enfrió. Acarició sus rizos rubios y Naruto lo miró, con sus ojos azules llenos de lágrimas. Se le encogió el corazón al verlo en ese estado, realmente avergonzado y arrepentido.

—Solo me diste más de lo que pude abarcar— confesó en voz baja —No te culpo, no te odio... te amo. Tú sientes lo mismo por mí, aún con mis problemas. Eras perfecto, de ensueño, y me enseñaste tu lado real, pero eso solo me hizo sentirme más cercano a tí. Tu vulnerabilidad ahora es un secreto que compartimos. Yo me entregué, sabiendo que estabas enojado, dispuesto a soportarlo y no pude; demostrándome a mí mismo que aún no soy lo suficientemente fuerte y valiente para ayudarte.

—No te quiero para eso...— dijo con voz rota —No tienes que soportar mis problemas, soy yo el que tiene que cuidarte y velar por tí.

—¿Solo porque eres mayor?— inquirió —¿Quién te consuela entonces?

—Solo necesito que estés a mi lado.

—¡Eso no es suficiente!— exclamó y se movió, obligándolo a levantar su cabeza por completo y mirarlo. Sasuke sujetó su rostro entre las manos —Eso no es suficiente...— repitió en un susurro —Háblame.

Naruto apretó sus labios, indeciso, pero luego suspiró.

—Estoy decepcionado... furioso, avergonzado. No quiero verte dañado por las acciones y palabras de mis padres. Deseo mantenerte conmigo a toda costa, pero no puedo evitar seguir preguntándome si es lo mejor para tí— confesó, Sasuke se inclinó, sin poder aguantar un quejido de dolor, que hizo a Naruto gruñir y negar.

—¿Recuerdas la primera vez que bailé frente a tí, a solas?— preguntó.

—¿Cómo olvidarlo...?

—Nunca me sentí tan seguro, desde que mis padres murieron. Lo que soy ahora, te lo debo. A pesar de lo que las personas puedan pesar, Naruto, tú me haces bien— recalcó lo último, hablando con lentitud —Un error no va a alejarme. He recibido más de lo que me has quitado. Me importa una mierda si tus padres me odian, me importa menos tener a mi hermano derritiendo mi teléfono con sus reclamos...— sonrió —Nunca he sido tan feliz en mi vida, como cuando te volví a encontrar. Tú sientes lo mismo...

—Sí...— aseguró, colocando las manos sobre las suyas.

—Entonces no hay nada más que hablar, nada que perdonar— dejó un beso suave en sus labios —Aprenderemos de los errores y lo haremos mejor la próxima vez.

—Yo no quiero someterte a eso, Sasuke...— raspó dolido.

—Disfruté mucho ayer, estoy seguro de que hay muchas cosas que me puedes mostrar— señaló —Me gusta que mandes, que domines, pero aprendí que prefiero hablar contigo cuando estás enojado, que incitarte a que descargues tu ira. El error fué de los dos, así que deja de sentirte culpable ¿De acuerdo?— Naruto negó.

—No está bien...

—No me importa si no lo está, es lo que siento y lo que creo. Me basta con eso.

—No tienes que aceptar un maltrato solo por mis gustos. Soportarlo...

—Nunca me ocultaste esa parte tuya— señaló —Sabía quién eras, podía simplemente alejarme, pero no quise. Ya basta,— exclamó —me duele el culo, solo acuéstate a mi lado y acaríciame.

Se movió hasta acomodarse bocabajo en la cama, y Naruto, después de un momento, se apoyó con cuidado a su lado. Comenzó a acariciar su cabello oscuro y luego sus hombros, con la punta de los dedos.

—Pídeme algo...— dijo casi a la media hora.

—¿Algo como qué?— murmuró contra la sábana.

—Lo que quieras— Sasuke se lo pensó un rato y luego contestó;

—Baila conmigo algún día.

—Soy pésimo bailarín— confesó.

—No te creo— cerró los ojos y suspiró.

—De acuerdo... prometo que bailaré contigo.

—Ahora dime; sweetie, te amo— exigió.

—Te amo, sweetie— murmuró risueño.

—En inglés...— balbuceó somnoliento.

—I love you.

—Otra... vez...

—I love you— susurró y besó su mejilla, notando que había caído rendido —Always love you. (Siempre te amaré).