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—¿No son demasiadas personas?— preguntó Sasuke en un murmullo, observando el jardín decorado de la casa que habían rentado para la boda. Flores blancas y rojas formaban un arco hermoso donde estaba el estrado que ocuparía la jueza, y debajo una alfombra color vino, flanqueada de sillas.

—¿Bailas frente a miles, y ahora estás nervioso?— preguntó Ino, incrédula, acercándose con su hijo en brazos. Sasuke se volteó y le agarró la manito, logrando que riera.

—No es lo mismo— protestó.

—Todo saldrá bien, Naruto está que no cabe en sí de la felicidad y tú luces precioso— halagó la rubia.

Sasuke sonrió un poco, caminando para volver a examinar su atuendo en el espejo. Había optado por un fino pantalón, entallado y de faja alta, una camisa semitransparente con magníficos bordados en plateado y un velo sencillo, pues el cabello le había crecido lo suficiente durante esos meses como para sujetarlo.

Aún no podía creer que se iba a casar, pues el último tiempo que había permanecido junto a Naruto se sentía como un hermoso sueño. Su hermano también había encontrado el amor, y ahora disfrutaba de una hermosa familia, dejando atrás la soledad que siempre tuvo. Su carrera había despegado y aunque las giras eran frecuentes, Naruto siempre lo sorprendía visitándolo en alguna de las presentaciones o con un hermoso gesto al volver.

Como si lo llamara con el pensamiento, entró a la habitación, vestido con un esmoquin negro de moño blanco; le sonrió de forma encantadora al verlo y después de acercó.

—Todo está casi listo— anunció, mirándolo de pies a cabeza, sin encontrar palabras para describirlo —You look so fucking hot... (Luces tan jodidamente caliente)— terminó exclamando.

¡Naruto!— regañó Ino, señalando al pequeño.

Sorry... (Lo siento)— rió divertido y después rodeó la cintura de Sasuke con sus brazos —Éste es el segundo mejor día de mi vida...

—¿El segundo?— preguntó, sin poder evitar sonreír.

—El primero fué cuando te volví a ver, después de cuatro años,— confesó y dejó un leve beso sobre sus labios, para no arruinar su maquillaje —y desde entonces me sentí completo. Hoy solo firmaremos un estúpido papel, pero tú eres mío y yo soy tuyo, desde que te entregué mi corazón.

—Estúpido...— protestó —me vas hacer llorar.

Ino carraspeó con una sonrisa, llamando la atención de ambos.

—Voy bajar y buscar a Sai, no demoren— anunció, recibiendo un asentimiento de su primo

Después de que cerró la puerta, Naruto tomó la mano de Sasuke y tiró de él rumbo al baño de la habitación. Colocó el seguro y tras ésto, comenzó a deshacerse del saco.

—¡¿Qué haces...?!— preguntó Sasuke, sorprendido y recibiendo una mirada intensa y ladina.

—Siempre follamos en el baño durante las fiestas, no hay que perder la costumbre— mencionó, buscando el cierre lateral de su pantalón blanco.

—Pero... nos están esperando— rechistó, ya estremecido cuando el rubio se acercó a su cuello para besarlo.

—Será rápido, lo prometo— murmuró Naruto sobre su piel —Date la vuelta.

Sasuke tragó duro, resignado al capricho de su futuro esposo y comenzando a sentir la adrenalina del momento, apoyó las manos en la pared fría y se inclinó hacia adelante. Naruto deslizó su pantalón, descubriendo un liguero blanco con bragas de encaje.

Fuck... (Joder)— bramó ronco y sorprendido —¿Éste es mi regalo de bodas?— preguntó mientras se agachaba y escuchó la risita de Sasuke.

SWEET (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora