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—¡Maravilloso chicos! Mis más sinceras felicitaciones, el espectáculo será un éxito— exclamó la profesora Konan y todos los alumnos comenzaron a aplaudir y saltar de felicidad sobre el tabloncillo del teatro de la escuela.

Ya había pasado por dos horas el horario de salida, pero con la graduación al día siguiente, la clase hizo un máximo esfuerzo la semana entera para que el ballet quedara lo mejor posible.

Sasuke caminó con Suigetsu hasta tras bastidores para recoger sus cosas, y justo cuando abrió su mochila, sintió su celular vibrar. Su amigo rodó los ojos ante su cara de felicidad.

"Estoy aquí", fué el mensaje que leyó y atropellado, recogió, se cambió sus zapatillas, colocó un pantalón encima de sus mallas y salió corriendo sin siquiera despedirse. Bajó los escalones a toda prisa y casi trotó la distancia que separaba la entrada, del estacionamiento. Entró al auto negro y polarizado que conocía perfectamente y se encontró con Naruto, quién leía unos documentos hasta que lo vió abrir la puerta.

—¿Y todo ésto?— preguntó el pelinegro, observando varias carpetas en su piernas —¿No habías terminado? Pensé que acababas de llegar.

—Hace un rato, pero no quería molestarte. Sabía que estabas ocupado— dejó los papeles y los arrojó al asiento trasero para después inclinarse y besar sus labios.

—¿Y trajiste tu trabajo?— preguntó después.

—Hay que aprovechar el tiempo— dijo con una seriedad repentina y puso el auto en marcha.

—¿A dónde vamos hoy?

—No lo sé, a cualquier lugar tranquilo, supongo— respondió sonriendo cuando Sasuke, como ya era su costumbre, subió sus pies al asiento. Naruto estiró la mano y apretó ligeramente una de sus rodillas.

Habían salido tres veces desde el  de día la fiesta, nunca importaba a dónde iban, sinó pasar el tiempo juntos. Todo ocurrió demasiado rápido, cuando se dieron cuenta, ya su partida era inminente.

—Reservé el boleto para las nueve— dijo y Sasuke abrazó su piernas.

—Es justo después de la función— murmuró.

—Sí, lo siento... sweetie (dulzura), pero ya no puedo demorar más.

—Entiendo— suspiró y apoyó la cabeza en la ventana, viendo como unas muy pequeñas gotas comenzaban a mojar el cristal— Está lloviendo...— anunció y deslizó un dedo, siguiendo la caída del agua.

Naruto sonrió levemente al verlo y solo después de un rato, cuando sintió que el ambiente comenzó a ponerse demasiado melancólico, lo llamó.

—Hay algo para tí, atrás— Sasuke se incorporó y después de regalarle una sonrisa, volteó y encontró una bolsa negra de papel.

Las letras fluidas con la palabra; "Capezio", lo hicieron emocionarse.

Naruto se detuvo en el mirador que habían visitado antes, justo después de que sacara una caja con la misma marca.

—¿Cómo se te ocurrió...?— balbuceó contento, conociendo el contenido de antemano. Pero quedó más impresionado de lo que esperó.

Unas zapatillas de punta, de seda negra, manufacturadas. La marca italiana era la más reconocida, pero éstas se veían de una calidad inmejorable.

—Pensé que debías tener unas propias y dejar de usar las de tu madre, antes de que se arruinen— contestó Naruto —¿Te gustan?

—Sí... son...— murmuró, pero sus palabras se quedaron suspendidas cuando notó el interior. En letras doradas y cursivas decía; "I believe in you". (Creo en tí) y la inicial de Naruto como firma —Ésto...— sollozó.

—No llores ahora— consoló, retirando las zapatillas de sus manos y atrayéndolo hasta sentarlo en su regazo.

—Te vas...— señaló, repentinamente sensible.

I'm sorry. (Lo siento)— repitió, besando su cien —Pero no es un adiós para siempre.

—¿Lo juras?

I swear. (Lo juro)— suspiró y ambos se quedaron en silencio, solo disfrutando de su compañía —¿Las usarás mañana?— preguntó el rubio después de un rato.

—No puedo— respondió Sasuke y alcanzó una —Son dos tallas más que las que uso— sonrió.

Shit... (Mierda...)— exclamó avergonzado —Podemos volver y cambiarlas...

—No, está bien así. Seguiré creciendo ¿Recuerdas?

—A veces se me olvida— sonrió y el pelinegro golpeó su pecho.

Tras una risita burlona, Naruto separó su asiento del volante y guió a Sasuke para que se colocara a horcajadas. Acarició su mejilla con la punta de los dedos y luego el largo flequillo oscuro.

—Me gusta tu cabello— halagó, justo antes de un fuerte trueno se escuchara, haciéndolos sobresaltar. Las gotas, antes finas, se habían convertido en un verdadero torrencial —Creo que es mejor que regresemos antes de que empeore el clima.

—No quiero volver a casa. Eso significa que queda menos tiempo— bufó, Naruto solo lo abrazó y acarició su espalda, sin saber que decirle.

No había forma de buscar consuelo, y pensaba que su decisión de ceder los iba a afectar a ambos, pero él era un adulto. El cómo Sasuke lidiaría con ello, era algo que había comenzado a angustiarlo. Después de todo, estaría en el otro extremo del planeta y quién sabe cuánto tiempo pasaría hasta su reencuentro.

Cenó con Itachi, ultimando detalles del acuerdo comercial entre sus empresas, y después se dió un merecido y relajante baño. Muy tarde en la noche, a pesar del cansancio, no pudo cerrar los ojos. Terminó maldiciéndose a sí mismo cuando caminaba rumbo a la habitación de Sasuke.

Como era de esperar, él dormía. Acostado bocabajo en medio de su cama, lucía adorable. Naruto, sentándose a su lado en el colchón, se tomó el tiempo para observarlo. Ya no lo podía negar, estaba complemente cautivado por ese chico asiático y delicado, con piel de porcelana. Deslizó dos de sus dedos por su brazo, sintiendo la temperatura fresca de su cuerpo, y luego tomó su mano y la llevó a su boca para besar el dorso.

I'm going to miss you. (Voy a extrañarte)— susurró y después se inclinó para dejar un beso en su mejilla.

Sasuke abrió levemente los ojos, y con expresión somnolienta le sonrió.

—Naruto...

—Sí.

—Quiero.

—¿Ahora?— preguntó sorprendido y Sasuke asintió— Me tientas...

El pelinegro giró y encorvado su espalda, se deshizo de su suéter. Naruto recorrió su torso desnudo con la vista y trasladó sus caricias allí. Rozó sus pezones con el pulgar y luego bajó hasta su ombligo y lo rodeó con un dedo.

—Despídete apropiadamente— murmuró Sasuke.

—¿Para que me vaya deseándote más?— suspiró y dejó un beso suave en su abdomen —Aunque creo que eso es imposible.

SWEET (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora