Naruto revolvía con la cucharita su café de la mañana, e Itachi estaba silencioso, leyendo un diario. No era un buen día, fué más que evidente, sobre todo cuando el Uchiha le preguntó a su criada, por qué su hermano no había bajado a desayunar.
—El señorito pidió ir más temprano a la academia. Se fué hace media hora, pensábamos que usted lo sabía— fué su respuesta.
Itachi frunció el ceño, extrañado, y Naruto sintió como aumentaba la enorme piedra de arrepentimiento que tenía atorada en el pecho.
Sasuke no asistió a las clases de la mañana, se quedó en los jardines de la escuela, pensando en lo que había sucedido la noche anterior. No podía decir que estaba avergonzado, los sentimientos en él eran tan difusos a veces, que ni con una situación de ese tipo reaccionaría de manera natural. Era el deseo el que lo confundía; si al inicio quería intimar con Naruto, por la simple curiosidad de saber si podía salir de ese estado de neutralidad que tenía siempre, ahora añoraba hacerlo porque en verdad le gustaba.
Su voz raspoza, su carácter, los ojos sinceros e intensos. Sasuke pensaba en él como hombre y se había enamorado por primera vez, cosa que pensó que nunca le pasaría. Pero Naruto lo había rechazado tantas veces...
Simplemente no había esperanza, él tenía razón, eran demasiados los obstáculos.
En la tarde los ensayos fueron intensos, con la aproximación de la función de fin de curso, la profesora se puso más estricta. Ya los papeles secundarios habían practicado, y Sasuke, junto con ellos, se alejaron hacia las esquinas para ver a los principales.
Sakura y Suigetsu bailaban el segundo acto de Coppélia, y el pelinegro, apartado de los demás, comenzó a repetir la danza de la protagonista. La chica, agotada por la presión, empezó a confundirse en la coreografía, y viendo que Sasuke, cada vez que ella fallaba, realizaba el paso a la perfección, se ponía cada vez más furiosa.
—¡¿Puedes parar?!— gritó, deteniendo la clase y mirando directamente al Uchiha —¡¿Acaso te estás burlando de mí?!
—¿Qué..?— Sasuke la miró confundido.
—¡No te hagas el tonto! Repites la coreografía para que me confunda— gruñó, acercándose a él.
—Sakura...— llamó Konan.
—Yo no estoy haciendo nada. Mi turno terminó, solo estoy bailando— explicó él.
—¡Pues molestas!— gritó.
—¡Sakura!— regañó la profesora.
—¿Profe, no ve lo que hace? No puedo bailar así— lloriqueó.
—¿Me echas la culpa de tus fallas?— inquirió Sasuke —¿No será que tienes envidia de que pueda hacer la coreografía y tú no?
—¡Ashh...!— siseó Sakura —¡¿Estás loco?! ¿Cómo voy a tener envidia de tí? Nada más mírate; eres demasiado débil para ser compañero de baile y aunque danzas bien como chica, eres un varón ¡Varón!— gritó —No puedes ser prima ballerina. Ni una cosa ni la otra.
—¡Oye, te estás pasando!— gruñó Suigetsu.
—Serás un mediocre por el resto de tu vida, a no ser que cambies de carrera— continuó —Que vergüenza tendría tu madre si estuviese viva, tan buena bailarina que era...
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—Podemos enviar una delegación de ingenieros a pasar los cursos de especialización en la empresa del señor Namikaze— habló uno de los inversionistas.
En la sala de juntas varios hombres trajeados mantenían una aburrida conversación de negocios. A Naruto siempre le gustó su trabajo, pero específicamente en esa ocasión, no tenía cabeza para nada.
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SWEET (Terminada)
FanfictionNaruto es un hombre de poder, acostumbrado a una vida solitaria y a cumplir todos sus placeres. Sin embargo, el destino lo hace reencontrarse con una persona que no puede obtener, a pesar de que el deseo le quema los huesos. Sasuke es un chico ensim...