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¿Por qué un hombre como Naruto, adinerado, guapo, conocedor, un perfecto amante; estaba arrodillado frente a su propio trono, lamiendo y besando el interior de los muslos de un chico de veinte años? La respuesta era simple; había caído por completo en lo que algunos llaman "la tortura del amor".

Sasuke se veía sexy, muy sexy y poderoso, mientras lo observaba desde arriba con pose superior; aunque podía notar a pesar de su actuación, sus adorables mejillas rojas. Cada vez que Naruto lo miraba mientras seguía besando sus piernas sobre las medias, retenía el aire. Sentía al rubio como una bomba de tiempo, una explosión que estaba conteniendo y tratando de manejar a su capricho. El poder que tenía en su mano, era simplemente delicioso. Pura adrenalina.

—¿Te gusta?— preguntó, levantando su barbilla con la fusta

—Sí, domina— respondió éste —Quizás por ser un buen perro, pueda premiarme con algo más...— Sasuke sonrió y despegando su espalda del trono, se movió un poco hacia adelante y abrió las piernas.

Naruto no esperó, sumergió su rostro en la unión de uno de sus muslos y aspiró, el aroma del encaje mezclado con la excitación del miembro de trigueño, no hizo más que encenderlo y hacer palpitar su propia erección. Sasuke sujetó su cabello rubio, reteniendo un gemido cuando el nuevo sumiso mordió suavemente su pene sobre la tela de lencería. Aunque no directo en la piel, podía percibir claramente su aliento cálido.

—Basta...— ordenó, si no le ponía freno sabía que Naruto se apoderaría de su raciocinio. El rubio se alejó y lo miró, esperando una nueva indicación.

Sasuke se puso de pie y pasó a su lado, de un extremo de la habitación tomó una silla de metal, con barrotes de aluminio en el espaldar; la colocó en medio de la estancia y luego buscó tres juegos de esposas de cuero en los gaveteros.

—Desnúdate, y siéntate— mandó.

El rubio se puso de pie y se despojó de sus boxers, liberando una grande y durísima erección que lo obligó a bajar la vista hacia el lugar. Caminó hasta la silla y la ocupó. Después de sentado, Sasuke colocó una esposa en una de sus muñecas y uniendo sus manos por detrás del espaldar, cerró la otra. Luego hizo lo mismo con cada uno de sus tobillos, sujetándolos a la pata de la silla correspondiente. Cuando se puso de pie, miró con satisfacción como había inmovilizado a un hombre fuerte, de 1.90.

Se acercó, e inclinándose, dejó un suave beso sobre su boca y luego lamió antes de alejarse. Naruto pasó la lengua por el lugar y rió ansioso; se notaba la diversión y la excitación en su mirada, pero sobre todo la admiración con que lo observaba. Sasuke deslizó la punta de la fusta por su pecho, y luego su abdomen; con dos golpecitos lo hizo jadear, y luego dió otro suave sobre su sensible miembro.

Fuck...(Joder)— bramó Naruto en voz baja y apretó los dientes cuando su amo pegó entre sus muslos. Vió con ojos codiciosos a Sasuke arrodillarse y tras deslizar la lengua por su erección, inclinó la cabeza hacia atrás —Oh, yeah... (Oh, sí...)

—Dime que es la mejor— exigió antes de meterlo dentro.

Definitely. It's the best mouth I've ever fucked. (Definitivamente. Es la mejor boca que me he follado)

—¿Quieres más?

—Sí... domina— rogó, pero después resopló una risita nerviosa cuando lo vió alejarse.

Sasuke volvió a los gaveteros y colocó varias cosas en una mesita auxiliar con ruedas que Naruto siempre utilizaba para tener todo mano. Al regresar el rubio pudo ver dos vibradores, vaselina y una cinta elástica. Negó con la cabeza baja, realmente inquieto por lo que a Sasuke se le pudo haber ocurrido.

El pelinegro tomó uno de punta redonda, lo lubricó con la mano y luego comenzó a rozar el interior de los muslos de Naruto con él. Al sentir la vibración sobre su erección, gruñó en su garganta. Sasuke lo estimuló así por unos minutos, cambiaba a su mano y después nuevamente la vibración, hasta que la humedad comenzó a salir de la punta en abundancia, y las venas se marcaban definidas en todo el tronco de su pene. Naruto sentía su orgasmo cerca, pero definitivamente resistiría.

Alcanzando la liga, Sasuke ató el vibrador a su miembro con varias vueltas, dejándolo encendido al alejarse. Los músculos de las piernas y el abdomen de Naruto estaban tensos, apenas pudiendo manejar las oleadas de placer. Pero su chico tenía otra prueba para él, una mucho peor.

Sasuke se paseó a su alrededor, acariciando su cuerpo. Hombros, brazos, espalda; sus manos se sentían frías y delicadas, en contraste con lo caliente de su piel. Tras colocarse delante de Naruto, quitó las hebillas de su liguero, y comenzó a bajar lentamente las bragas negras que traía; tan lento, que era tortuoso. Se volteó e inclinó, empinando su trasero muy cerca de él y deslizando la prenda poco a poco, hasta que sus nalgas quedaron expuestas.

El rubio maldijo una y otra vez, se removió en la silla y tiró de las esposas, incapaz de saltar sobre el objeto de su deseo. Sasuke, con las bragas en la mano, caminó hasta él y frotó con la tela su propio miembro antes de acercársela a los labios.

—Abre la boca— ordenó. Naruto mordió la prenda y luego gruñó, decidido a resistir y no correrse, pero la vibración en su miembro se lo hacía muy difícil, por no hablar del estímulo visual —No la dejes caer.

Sasuke tomó otro dildo y un pomo de lubricante, después se sentó en el trono y abriendo las piernas hasta subirlas sobre los apoyabrazos, lubricó su mano y comenzó a tocarse. Naruto bramó, incapaz de decir nada debido a su "mordaza". Cerró los ojos y negó tras Sasuke introducir un dedo en su entrada y gemir tan delicioso como siempre lo hacía.

—Imagino que eres tú— dijo en voz baja —Tus dedos siempre se sienten tan bien...— jadeó y luego rió al notar un temblor en sus piernas—¿Qué te ocurre? ¿Quieres tocarme?— el rubio asintió enérgicamente —No se va a poder— chasqueó la lengua tres veces —Mira quién lo hará en tu lugar— levantó el dildo y se lo enseñó.

El gruñido de inconformidad de su pareja le sacó una sonrisa ladina, y con la intención de provocarlo más, deslizó el vibrador entre sus nalgas, dándole una perfecta visión de su entrada. Par de minutos después, comenzó a introducirlo lentamente, gimiendo en el proceso y escuchando un gruñido.

—¡Sasuke, maldición...!— gritó Naruto, soltando la prenda —Quita esa basura ¡Desátame y déjame follarte de una vez!

—Eres muy mal sumiso— protestó y después inclinó su cabeza hacia atrás, al llegar más profundo con el dildo.

Damn, untie me, I beg you. (Joder, desátame, te lo ruego)— bramó, para luego observar como él se incorporaba. Apoyando una mano en el trono y empinando su trasero, volvió a introducir el dildo —So hard, so hard I'm going to fuck you... I swear. I'm going to stick it in until you beg me for mercy. (Tan duro, tan duro te voy a follar... Te lo juro. Voy a metértela hasta que me pidas clemencia).

—Es una buena oferta— dijo sobrado, incorporándose y dejando el vibrador en la mesita. Después desató la liga del miembro de Naruto y sintió la tensión de su cuerpo al acariciarlo con la mano. Estaba realmente duro y casi al límite —¿Si te suelto, me follarás así?

You can bet on it. (Puedes apostarlo)— raspó.

Con una sonrisa en los labios, Sasuke se agachó y desató sus piernas, después lo rodeó e hizo lo mismo con sus muñecas. Naruto, llevando ambas manos adelante y frotando sobre las marcas rojas, lo siguió con la vista hasta que volvió al frente. Cuando se levantó, lucía tan imponente, que Sasuke retrocedió un paso, nervioso.

Naruto no dijo nada, solo apretó su mandíbula y se abalanzó sobre él. Con rudeza le dió la vuelta y lo obligó a caminar hasta la pared más cercana. Aplastándolo con su cuerpo, inclinó sus caderas y lo penetró de un solo movimiento, haciéndolo gritar.

—¿Entonces... quieres que te folle, domina?— preguntó con diversión —Don't you like my dick better? (¿No te gusta más mi polla?)

—Sí... ahhhh, es mejor. Mucho mejor— balbuceó entre embestidas.

The game is over. I am the master, and you like it. (El juego se acabó. Yo soy el amo, y te gusta).

I love it... (Lo adoro...)

SWEET (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora