—¿Estás bien?— preguntó Naruto en un susurro. El tono de vergüenza se escuchaba claramente en su voz.
—¿Por qué no habría de estarlo?— respondió Sasuke, mientras ambos caminaban hacia la mesa del jardín.
—Podemos irnos, sweetie— ofreció, sujetándo su brazo y logrando que lo mirara a los ojos.
—¿Para qué? ¿Para que piensen que me afecta su presencia?— resopló —Pueden hacer todo el teatro que les de la gana, tú eres mío— Naruto sonrió y acarició su mejilla con ternura.
—Lo soy,— suspiró —me tienes totalmente embrujado— Sasuke rió con suficiencia y lo abrazó, sin importarle que a unos metros por el pasillo venían el resto de invitados.
La cena era copiosa y elegante; en el jardín iluminado por lámparas de color ámbar y muchas luces led en los arbustos circundantes, la atmósfera sería perfecta, si Kushina no hubiese estado empeñada en hacer resaltar a su invitada.
—Tu revista tiene mucho reconocimiento aquí en América— dijo la mujer.
—Sí, es cierto que en los últimos años hemos entrado bastante en el mercado de Estados Unidos— dijo Hinata, con una sonrisa formal.
Ino permanecía callada, junto a su esposo, y Minato en el lugar del anfitrión tomando un poco de vino y con cara de pocos amigos. Naruto estaba igual de serio, y Sasuke terminaba de comer, totalmente imperturbable.
—Tengo entendido que tu compañía tuvo mucho éxito en las presentaciones— dijo ella, y el chico levantó la vista de su plato.
—Sí— respondió simplemente —Aunque ya no es mi compañía. Renuncié para quedarme aquí en NY con Naruto— la sonrisa de la invitada se hizo aún más falsa.
—Me encanta como luces, tan andrógino...— mencionó Hinata, ignorando la mirada que Naruto le dió —Serías un modelo perfecto para la nueva temporada. Si quieres puedo buscarte un trabajo, a los fotógrafos de mi revista les encantará la idea.
Sasuke se tomó el tiempo de masticar con lentitud y luego beber un poco de agua.
—No tengo ningún problema en conseguir trabajo, soy muy talentoso en lo que hago ¿Y trabajar para tí? ¿Estás bien de la cabeza?— preguntó con tono frío —Soy un Uchiha, puedo comprar tu negocio si se me apetece— la satisfacción lo recorrió cuando la sonrisa hipócrita fué borrada de su cara.
—¿Comemos postre?— interrumpió Kushina, tratando de quitar tensión.
Mientras los platos eran sustituidos por el personal, otros ocuparon la mesa con numeros manjares dulces. Naruto aprovechó el momento para colocar una mano en la rodilla de su pareja e inclinarse en su oído, cuando lo vió removerse en el asiento.
—Me encanta como mantienes la pose, aún con eso ahí...— bromeó en un susurro, haciéndolo enrojecer.
—Naruto...— protestó cuando notó la expresión ahora juguetona en su rostro.
—Me excita— confesó —¿Subimos la apuesta?
—No...— advirtió, abriendo los grande los ojos cuando el rubio sacó el celular de su bolsillo.
Cubierto por el mantel, buscó la aplicación y solo con tocar un botón, el vibrador comenzó a funcionar. Sasuke se sobresaltó y apretó fuerte las piernas.
—¿Entonces, Ino, para cuando tienes fecha?— preguntó Hinata a la rubia.
—Dentro de un mes— respondió con formalidad.
—Oh, ya casi...— rió —El tiempo pasa muy rápido. Recuerdo como si fuese ayer el día que se casaron— miró a Sai a su lado.
—Ha pasado mucho tiempo ya. Casi díez años— mencionó éste.
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SWEET (Terminada)
Hayran KurguNaruto es un hombre de poder, acostumbrado a una vida solitaria y a cumplir todos sus placeres. Sin embargo, el destino lo hace reencontrarse con una persona que no puede obtener, a pesar de que el deseo le quema los huesos. Sasuke es un chico ensim...