XXVI

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Los días en los que Ari estuvo ausente, se sentían interminables para Mike, pues no tenía noticias de él y Ela se negaba a contestarle algo.

Hubo repetidas ocasiones en las que el rubio, después de sus clases, iba a darle una vuelta a la casa del psicólogo, pero como siempre, la encontraba vacía. Una vez quiso entrar, más era obvio que todo estaba cerrado, entonces no lo pudo hacer.

Cabe destacar que Mike aún llevaba la venda ensangrentada que le quitó a Lillian; ahora estaba completamente seca y tenía el molde de su muñeca, es decir, se adaptó a esa zona.

Sus padres nunca vieron la tela roja, entonces jamás le cuestionaron el porque la llevaba.

Otra cosa es que Ari no manejaba redes sociales, solo aplicaciones de mensajes o alguna que le ayudara en su trabajo, así que no pudo encontrar alguna publicación que le sirviera.

Un día antes de que el de ojos heterocromáticos llegara nuevamente al país, Mike se encontraba en la Universidad hablando con Javier.

—Mike, últimamente te noto algo distraído, ¿Por qué es? —preguntó el pelinegro teniendo abrazado al rubio contra su pecho.

Destacamos que Mike, por esta acción, estaba rojo de las mejillas y con un calor inexplicable.

—N-no es por nada —respondió titubeando—, s-son problemas míos.

—Tus problemas son los míos, ya lo sabes.

—Claro que no —alegó—. Si yo quiero involucrarte en mis asuntos, lo haré, pero como no lo estoy haciendo, te aguantas.

—¿Y ahora tú? Estás muy cerrado y no quieres que nadie se meta.

—¿Eh?

En un momento, Mike se separó de Trollino y se puso a pensar en quien tenía la misma actitud; Ari. Él prefería resolver sus problemas solo y algo ya se le estaba quedando.

—¿Y? —le reprochó el de ojos azules—. ¿Por qué te comportas así?

—Porque no quiero más gente involucrada, solo me revuelvo más con mis ideas.

—Vale —jaló para volver a abrazarlo—. Por cierto, ¿Ya lo has pensado? ¿Me darás una respuesta? —inquirió metiendo su mano debajo de la playera del otro.

—¡OYE! —regañó Mike y le sacó la mano—. ¿Q-qué te pasa?

—Nada, solo quiero esa respuesta, Mike~

Trollino lentamente se fue acercando a los labios del rubio, pero este rápidamente volteó su cabeza y apartó la mirada.

—T-todavía lo estoy pensando, ¿Sí? T-te pido que dejes d-de presionarme —rogó levantándose de donde estaban sentados.

—Mmm, ya te dí una semana, no sé cuanto más quieras —alegó repitiendo la anterior acción del de ojos grises.

—Es que no es fácil tomar esta decisión. Ahora estoy con mis sentimientos enredados, lo siento.

Mike se fue corriendo hasta el sanitario, entró en un cubículo, se recargó en la pared y se deslizó por esta hasta quedarse sentado en el suelo. Sin tener consciencia, las lágrimas de sus ojos comenzaron a resbalar por sus mejillas; estaba presionado porque Javier, hace una semana, le había pedido que fuera su pareja, pero predecía que no era algo bueno, así que no sabía que contestarle.

Creía que podía hacerle daño si se atrevía a decirle un "No" como respuesta.

[...]

El rubio ya se encontraba saliendo de la Universidad y por ese camino, encontró a Ela, que estaba platicando con su novia; tal parecía que la había ido a recoger.

Mi Psicólogo (Mikerap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora