Mi Psicólogo (Mikerap)

Historia Secundaria (II)

A la hora de la salida, Jayden pasó por su pareja a la Universidad y lógicamente le preguntó por su primer día.

—Hi, Ari, how did you do in school? —preguntó tomándolo de las manos.
"Hola, Ari, ¿Cómo te fue en la escuela?"

—Mal —dijo con una mezcla de risa y tristeza.

—Why?
"¿Por qué?"

—Porque me metí en problemas con el novio de un compañero, je —rió en tono de vergüenza.

—Ay, Ari —lo atrajo y abrazó—, ¿Pero tú estás bien? ¿No te hizo nada?

—No, por supuesto que no —se separó y le sonrió—. Nada más, como puedes ver, intercambiamos de ropa.

El rubio vió mejor al pelicastaño.

—¿Y por eso te pusiste una camisa sucia? —alegó un poco enfadado.

—E-era la única forma de ayudarlo. Sorry.
"Perdón."

—Don't worry, honey. I know you are a person who likes to help others and stay out of trouble —calmó Jayden.
"No te preocupes, cariño. Sé que eres una persona a la que le gusta ayudar a los demás y no meterse en problemas."

—Gracias por entender —se relajó el de ojos bicolor con el comentario.

—Ahora vámonos a casa —enunció y empezó a caminar.

El americano fue seguido por su pareja y ya a la par, se tomaron de las manos para seguir su rumbo.

A lo lejos, esos dos eran observados por Mike, quien se dió cuenta que su compañero tenía una persona un tanto especial. Analizó mejor y queriendo seguirlos, fue interrumpido por Trollino para que regresaran a su hogar.
Al de ojos grises no le quedó de otra más que aceptar.

[...]

—Quítate la camisa para poder lavarla y que se la lleves a tu compañero —mandó la pareja del castaño mientras le escogía otra.

—Je, s-supongo que sí, amor.

Ari obedeció la orden y se deshizo de la prenda superior, dejando al descubierto su pecho.

—Here's your shirt, babe —volteó el rubio y mostró lo dicho.
"Aquí está tu camisa, bebé."

Sus instintos más bajos reaccionaron y tomó a su contrario por la cintura.

—Holy shit~ —dijo en un tono un tanto seductor.
"Diablos~."

—Ni te emociones —recalcó el de ojos heterocromáticos.

—¿Por qué~?

—Porque ya me has visto así —le recordó, pintando sus mejillas de carmesí por los nervios.

—¿Y? Nunca puede ser suficiente para mí~ —susurró en oído ajeno.

Acto seguido, el rubio recostó a su pareja en su cama y solamente le alcanzó a hacer un pequeño chupetón, ya que Rafael apareció en casa.

—¡Ari! ¡Llegué! —llamó ese mismo avanzando a la cocina.

—I'm here, sir! —se destacó Jayden.
"¡Estoy aquí, señor!"

—¡Hola a ti también! —volvió a saludar.

—Y... Me salvé —le hizo saber Ari al otro—. Ahora déjame vestir, por favor —ordenó.

—Okay, okay, you win —sonrió y se apartó.
"Está bien, está bien, tú ganas."

—Thank you —devolvió la sonrisa y se colocó su prenda.
"Gracias."