Exposición Teórica

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La señora Jones ha preparado un exquisito pastel de pollo, y se ha retirado para que disfrutemos del fruto de su trabajo. Ahora que ya puedo comer algo, me siento mucho mejor. Estamos sentadas en la barra del desayuno, y aunque intento engatusarla, Lauren se niega a contarme qué ha descubierto Horan en el ordenador de Patrick. Aparco el tema, y decido en su lugar abordar el espinoso asunto de la inminente visita de Shawn. 

—Me ha llamado Shawn—digo en tono despreocupado.

—¿Ah?

Lauren se da la vuelta para mirarme.

—Quiere traer tus fotografías el viernes.

—Una entrega personal. Qué cortés por su parte —apunta Lauren.

—Quiere salir. A tomar algo. Conmigo.

—Ya.

—Para entonces seguramente Dinah y Chris ya habrán vuelto —añado enseguida.

Lauren deja el tenedor y me mira con el ceño fruncido.

—¿Qué me estás pidiendo exactamente?

La miro enojada.

—No te estoy pidiendo nada. Te estoy informando de mis planes para el viernes. Si piensas que tengo que pedirte permiso estas equivoca. Mira, yo quiero ver a Shawn, y él necesita un sitio para dormir. Puede que se quede aquí o en mi apartamento, pero si lo hace yo también debería estar allí.

Lauren abre mucho los ojos. Parece anonadada.

—Intentó propasarse contigo.

—Lauren, eso fue hace varias semanas. Él estaba borracho, yo estaba borracha, tú lo solucionaste... no volverá a pasar. No hay porque seguir con lo mismo. Él no es Patrick, por el amor de Dios.

—Seth está aquí. Él puede hacerle compañía.

—Quiere verme a mí, no a Seth.

Lauren me mira ceñuda.

—Solo es un amigo —digo en tono enfático.

—No me hace ninguna gracia que quieras verlo Camila.

¿Y qué? Dios, a veces es crispante. Inspiro profundamente.

—Es amigo mío, Lauren. No lo he visto desde la inauguración de la exposición. Y estuve muy poco rato en el lugar, te recuerdo que me sacaste de ahí. Yo sé que tú no tienes ningún amigo, aparte de esa espantosa mujer, pero yo no me quejo de que la veas —replico. Lauren parpadea, estupefacta—. Tengo ganas de verlo. No he sido una buena amiga.

Mi subconsciente está alarmada. ¿Estás teniendo una pequeña pataleta?

¡Cálmate!

Los ojos verdes de Lauren refulgen al mirarme.

—¿Eso es lo que piensas? —dice entre dientes.

—¿Lo que pienso de qué?

—Sobre Keana. ¿Preferirías que no la viera?

—Exacto. Preferiría que no la vieras.

—¿Por qué no lo has dicho antes?

—Porque no me corresponde a mí decirlo. Tú la consideras tu única amiga. —Me encojo de hombros, exasperada. Realmente no lo entiende. ¿Cómo se ha convertido esto en una conversación sobre Keana? Yo ni siquiera quiero pensar en ella. Trato de volver al tema de Shawn—. Del mismo modo que no te corresponde a ti decir si puedo o no puedo ver a Shawn. ¿No lo entiendes?

Atormentada por las sombras II - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora