Distancia

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Los meses fluyeron pesadamente para Adrasteia. Su carrera en el freestyle no hacía más que despegar. Su punchline era más que reconocido por todos los fanáticos de las batallas. Había decenas de recopilaciones de sus mejores rimas en youtube, así como video reacciones. Su fama había crecido tanto como sus seguidores en redes, hasta el punto en que una marca de ropa se había puesto en contacto con ella para crear su propia línea deportiva. No es que ella poseyera buen gusto vistiendo, pero tuvo buenos asesores, y las prendas se vendieron con facilidad. De pronto, sus ingresos se triplicaron, aunque no por ello era más feliz.

Los días le resultaban rutinarios. Levantarse temprano para correr y hacer ejercicio. Trabajar su freestyle hasta el almuerzo, y por las tardes iba a las plazas, o concedía entrevistas a algún streamer. Estar ocupada era imprescindible para no volverse loca. Se apuntó a todos los eventos que encontró. Incluso aunque no pagasen demasiado. Con lo que ganaba con la publicidad tenía para pagar el alquiler de dos años de golpe.

Su hermana y ella hablaban todas las semanas. Aquello la sorprendió, ya que había dado por sentado que su relación acabaría en el instante en que Aura prefirió a Iris antes que a ella. Sin embargo, su hermana se había empeñado en preservar los lazos entre ambas. Incluso cuando ella ponía excusas para no continuar con la conversación. O en la multitud de ocasiones en que se limitaba a escuchar lo feliz que era en su idílica familia. Había días en que la rabia que sentía era tan intensa que había terminado por colgarle sin despedirse. Aunque siempre terminaba escribiéndole una excusa. Quería a su hermana, pero detestaba la idea de que sus padres volvieran a formar parte de su vida. Ella podría haber cuidado perfectamente de las dos. Lo había estado haciendo durante el último año. No comprendía porqué su hermana no la había escogido. No asimilaba que fuera feliz sin ella. Habían sido un equipo, y ahora ella también la abandonaba.

Adrasteia dejó que su mente se relajara mientras se enfocaba en la base que estaba sonando. El ritmo la envolvía y las palabras comenzaron a salir de forma aleatoria. Faltaba poco para la Godlevel. Lo cierto es que estaba muy ansiosa por aquel evento. Sería su primer viaje a Chile. Además, competiría junto a Skone y Chuty. Una parte de ella estaba secretamente convencida de que ganarían. Aunque sus oponentes fueran fuertes, y tuvieran la desventaja de competir fuera. España solía ser el rival favorito por no pertenecer a Latinoamérica. Por suerte, la vena competitiva de Némesis estaba más que dispuesta a dar un gran espectáculo.

Y una vocecilla suave que trataba de ignorar estaba secretamente emocionada por la posibilidad de volver a toparse con aquel argentino de ojos azules. 

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