Chile

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Sacó la maleta del compartimento del avión tras estirar la espalda. Aquel vuelo no había sido tan horroroso como esperaba. En parte por el surtido de pastillas con el que había volado, que le hicieron quedarse dormida incluso antes de despegar. Una maravilla.

- ¿Cuántas horas has dormido exactamente? – inquirió Chuty muerto de risa quitándole su almohada de cuello. Aquel preciado objeto suave y mullido había evitado que acabara con las cervicales destrozadas.

- Diría que más de once horas. De no haber tenido una vejiga que atender hubiera estado las catorce seguidas.

- No, si te empeñas puedes hasta ganarles a los osos hibernando – bromeó Skone haciéndola reír.

Salieron del avión con calma, adaptándose al ritmo que imponían otros pasajeros. Némesis tuvo que hacer claros esfuerzos por no empujar a nadie, ni decirles que fueran más rápido.

- Necesito comer urgentemente. De lo contrario me convertiré en un monstruo sin escrúpulos ni empatía por el resto de los mortales.

- Desde luego, no sé qué es más peligroso, una mujer con las hormonas revolucionadas o una hambrienta.

- Una con sospechas de infidelidad y amigas dispuestas a corroborarlas.

Los tres soltaron una carcajada mientras se dirigían a la salida. Los esperaba un señor muy amable, que los guio hasta el coche que los llevaría al hotel. Era la primera vez que Némesis viajaba a Chile, y también sería una nueva oportunidad de enfrentarse a raperos de Latinoamérica. Después del desastre de la Redbull, necesitaba limpiar su nombre.

Eran las ocho de la noche cuando llegaron al hotel. Aguardaron en la recepción a que les dieran sus tarjetas y después se separaron. Volvía a tener una habitación para ella sola, y estaba bastante alejada de la de los chicos.

Nada más entrar, dejó la maleta en la cama y se encaminó al baño para darse una ducha. Aunque su hermana había dejado de ser su asesora de moda, ella había aprendido un par de trucos para llamar la atención. Además, contaba con una línea de ropa deportivo que la hacía sentir muy favorecida.

Esa noche, optó por un conjunto de dos piezas de color crema. Una falda a medio muslo con el top a juego. Se puso unos tacones de aguja dorados y algunos complementos sencillos. Y remató el conjunto con un sencillo maquillaje, al que añadió un labial rojo intenso que la chica de la tienda le había asegurado que no se movería cuando comiera.

Contempló su imagen satisfecha antes de encaminarse a la habitación de los chicos.

Tenía el estómago bastante agitado por la vocecita de su cabeza que ya estaba imaginando su entrada triunfal en el comedor. En especial cuando pasara por el lado de Wos, y este se quedara estupefacto al verla de nuevo.

Estaba maquinando lo que le diría mientras golpeaba la puerta de la habitación de Skone y Chuty. Sin embargo, fue Wos quien la abrió. Estaba exactamente igual que la última vez, los rasgos marcados y afilados. La sonrisa arrogante. Únicamente sus ojos parecían más oscuros de lo que recordaba.

- Que gusto volver a verte Nem – dijo apoyando un brazo en el marco de la puerta.

Su aroma, tan exótico y masculino la envolvió provocando un escalofrío por su espalda.

- Nadie me llama Nem – le espetó con las manos en las caderas.

Alzó inconscientemente el pecho en un gesto de superioridad, pero solo logró que Wos sonriera mientras le daba un repaso completo a su cuerpo. Aquella mirada, lejos de molestarla, la hizo sentir muy atractiva y deseable.

- Supongo que seré el primero.

Némesis se encogió de hombros.

- ¿Estáis listos para bajar? Me gustaría cenar lo antes posible.

- Pues para tener tanta hambre bien que te has tomado tu tiempo para arreglarte – observó Skone desde la cama de la habitación.

Némesis pasó por el lado de Wos sin molestarse en mirarlo. Aunque fue plenamente consciente del roce de su cuerpo al pasar por su lado. Y como su piel se erizaba en respuesta. Tuvo que emplear todo su autocontrol para caminar erguida hasta encontrarse con los otros dos raperos de Argentina.

- Papo – dijo sonriendo abiertamente mientras este la envolvía en un cálido abrazo -. Me alegra volver a verte.

- Igualmente. Ya echaba de menos los outfits de tu hermana.

- En este caso el mérito ha sido todo mío.

- ¿La despediste?

- Digamos que escogió otro camino.

Aunque lo comentó con ligereza, no se le escapó la expresión que pusieron todos. No les había informado de la situación con su hermana personalmente. Ya que intuía que Bnet se habría encargado de ponerlos al corriente.

- Bueno, no sé si te han presentado a Trueno – comentó Papo cambiando de tema.

El MC con mejor flow estaba sentado en una silla al lado de la ventana. Se levantó para saludarla con cortesía antes de volver a acomodarse.

- Me gustan mucho tus batallas – le dijo antes de darle una calada al cigarrillo electrónico que desprendía un aroma a galleta.

- Muchas gracias. A mí también me impresionan las tuyas.

- Lo que pasa es que ella ya tiene a su favorito – comentó Wos apoyado contra la pared.

Némesis entrecerró los ojos captando la insinuación.

- Desde luego, no hay nadie que pueda compararse con el rey del hardcore – asintió haciendo un gesto con la cabeza en dirección a Papo -. Por cierto, Wosito, ¿qué tal te van con tus groupies? Es que te noto un poco desesperado por recibir atención.

Hasta Chuty que estaba en el baño soltó una carcajada al escuchar sus palabras. Wos se limitó a asentir sin apartar la mirada.

- Y tú estás nerviosa desde que me viste. Por mucho que finjas que te soy indiferente. Ambos sabemos que me has echado de menos.

Némesis mostró su sonrisa más maliciosa dando unos ligeros pasos hasta quedar muy cerca de él.

- Ay, pobre Wosito. Te faltan agallas para estar con una deidad como yo.

- Ya lo veremos - dijo con una media sonrisa.

Némesis asintió dando por terminado el primer asalto. Estaba deseando ver qué ocurriría a lo largo de la cena. 

NÉMESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora