NÉMESIS

Honestidad

Los meses siguientes fueron fructíferos para Némesis. Las batallas continuaban, y su racha de victorias continuaba viéndose afectada. Su hermana había comenzado a estudiar desde casa. No solía hablar demasiado de sus estudios académicos, pero sabía que Aura estaba siendo responsable. Había decidido hacer el bachillerato de sociales presencial. Así que tenía un año por delante para mentalizarse. Además, había aceptado acudir con ella al gimnasio dos veces a la semana.

Estaba muy delgada. Tanto que era doloroso mirarla. Siempre había sido flaca. Pero el deporte le había aportado musculatura y forma, ahora, solo había hueso y piel bajo la ropa.

Decidida a ayudarla a recuperar parte de su antigua vitalidad, preparó una dieta semanal con fibra y proteínas. El presupuesto subía un poco, pero había ganado algo de dinero con las batallas. Ser campeona tenía sus ventajas.

Solía hablar de vez en cuando con Arkano. Nada pretensioso. Simplemente ánimos para las próximas batallas. También la mantenía informada de otros eventos. La Redbull tal vez fuera el más internacional, pero había muchos otros pequeños de los que podía sacar alguna inflación monetaria. Y Némesis se presentaba a todas. Había cambiado su jornada laboral en el gimnasio. Ahora enseñaba defensa personal a amas de casa por las mañanas. Así podía acudir a otras competiciones por la tarde. Y otra ventaja de vivir en Madrid, era que se organizaban a patadas. Grupos de chicos haciendo apuestas todos juntos en las plazas. Era jodido, porque tú misma tenías que participar en el bote. Pero hasta la fecha solía ganar tres de cuatro. Con eso se mantenía. Su nombre era más y más conocido. En especial entre las fanáticas del freestyle que acudían cada tarde junto a sus novios para verlos competir. Empatizaba tanto con ellas, que no le costaba ser amable, por muy malo que fuera el día.

Pero el mundo se le vino abajo al perder contra Walls. Se quedó fuera de la Redbull de ese año. Haciendo que sus ánimos cayeran de nuevo en picado.

- Quiero formar parte de la élite de la Fms de España – le dijo a Skone la noche de la derrota.

Habían salido a tomarse unas cañas en una terraza con Chuty, Bnet, Walls, Blon, Force y otros tantos. Eran más de doce en la mesa incluyendo a las novias de algunos de ellos.

- ¿Y quién te dice que no lo vas a conseguir?

- Niñatos de pelo rubio con talento como ese de ahí – espetó señalando a Walls.

Skone y Chuty soltaron una carcajada que se extendió por la mesa en cuanto repitieron lo que había dicho. Walls que estaba sentado charlando con Force negó con la cabeza.

- Me has reventado en el easy y hardmode. Y en la temática hemos estado muy igualados.

- Pero tus dos minutos me han puesto contra la pared – dijo Némesis poniendo los ojos en blanco -. ¿Por qué tienes que ser tan bueno? Anda y córtate el flequillo.

Las risas volvieron, al igual que el buen humor de Adrasteia.

- ¿Cómo es que tu hermana no ha venido? – inquirió Bnet.

- Tiene exámenes esta semana, así que ha aprovechado para estudiar.

- En serio, pero si es sábado – dijo Skone confuso.

- Es una chica muy aplicada. Mucho más que su hermana mayor que le ha puesto siempre un ejemplo horrible.

- Es la responsable de la familia.

- Con diferencia.

- ¿Y tus padres qué dicen al respecto?

- ¿Te refieres a los estudios o al freestyle?

- Ambos.

Adrasteia tomó un buen sorbo de su cerveza saboreándola con calma. No era un tema agradable.

- Les resulta indiferente, creo yo. Empecé a trabajar en un gimnasio como monitora el año pasado. Así que por ahora me mantengo.

- ¿Vives sola?

- Vivo con mi hermana.

Las caras de confusión de todos la hicieron sonreír.

- Es un poco complicado. Por ahora mi padre nos pasa un dinero todos los meses para cubrir el alquiler. Lo hará hasta que Aura sea mayor de edad. O empiece a trabajar.

- ¿Y tu madre? – dijo Chuty en apenas un susurro.

- Suele llamar a Aura una vez al mes. Yo prefiero no saber dónde está.

El pesar con el que la miraron le hizo soltar una risilla nerviosa.

- Hace años que esa mujer dejó de importarme. Aura y yo estamos mejor solas.

- Lo siento mucho – dijo Skone rodeándola con un brazo y dándole un beso en la cabeza.

Adrasteia asintió. Y les dedicó una cálida sonrisa a sus nuevos amigos antes de alzar su vaso.

- Lo que verdaderamente deberíais sentir es que ese rubiales desbancara a la divinidad más extraordinaria del universo. Pero tranquilos, el año que viene arrasaré.

- Por la diosa griega más guapa de España – dijo Skone logrando que todos volvieran a reír mientras chocaban sus copas.

Dieron un paseo hasta el metro disfrutando del frescor de la noche. Su hermana había vuelto a escogerle un modelito de estrella de cine. Era un vestido ceñido a cada una de sus curvas de color amarillo. A ella le había parecido excesivo cuando lo vio. Pero el contraste con su piel bronceada era increíblemente llamativo. Aunque no lo bastante abrigado para la noche. El pobre Chuty acabó compadeciéndose de sus temblores y le cedió su enorme sudadera. Estaba tan ridícula que los chicos decidieron hacerle un meme y subir una foto a sus perfiles de Instagram posando a su lado.

- ¿Qué haces exactamente en el gimnasio? – le preguntó Walls logrando mirarla sin reírse por su patético aspecto.

- Doy clases de defensa personal a mujeres. Antes estuve enseñando boxeo a niños, pero trabajar por las mañanas es más conveniente si quiero ir a las plazas para pelearme con los chicos de instituto.

- No sabía que frecuentabas las plazas.

- Es el mejor sistema de entrenamiento. Suelo practicar sola con palabras al azar, pero no es igual.

- Yo hace mucho que no voy a las batallas callejeras.

- Te has pasado a la élite de los escenarios.

Walls sonrió dándole un pequeño empujón.

- Me paso la mayor parte del tiempo componiendo.

- Ya sabía yo que esas rimas eran escritas.

Adrasteia se quedó sin aire cuando este la rodeó con sus brazos y se puso a dar vueltas con ella. Sus gritos no eran fingidos. Hacía mucho que no se reía de forma tan descontrolada.

- Jamás pensé que un experto de la improvisación acabaría actuando así por una broma.

- Tú te lo has buscado.

- Tal vez. En fin, me decías que pasas las horas metido entre folios. ¿Ya has sacado algún tema memorable?

- Lo voy intentando. Hay días que estoy más inspirados que otros.

- Te entiendo. De haberte quedado en tu casa hoy con tu inspiración habrías terminado una canción entera y yo seguiría en la Redbull.

Esta vez lo vio venir y le pellizcó la cintura antes de que lograra moverse para hacerla dar vueltas.

- Cuidado. Soy una experta doblegando el cuerpo humano.

La diversión de Walls era patente en sus ojos. Y aunque todavía le guardaba cierto rencor por haberla ganado, aflojó el agarre de sus dedos.