Redbull

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Enfrentarse con Aczino imponía a cualquiera. Enfrentarte con Aczino con la espalda molida y mil preocupaciones rondándote la cabeza, era un suicidio. Las probabilidades de ganarle ya eran bajas en un buen día, en aquel instante, directamente eran nulas.

Némesis se había levantado entre gemidos y maldiciones con un fuerte dolor de espalda. Cuando trató de incorporarse, fue aún peor. Necesitó una buena ducha y toda su fuerza de voluntad para arreglarse.

Se puso un pantalón de chándal negro bastante sencillo y un top estampado con sus botines negros. No pudo hacer demasiado con el maquillaje por culpa de sus manos que continuaban hinchadas. Tuvo que salir del hotel para buscar unos guantes con los que ocultar los moratones. Por suerte encontró unos con los dedos fuera que no desentonaban demasiado con el outfit que había elegido. No se veía capaz de ponerse la ropa que había escogido su hermana. Menos aún unos tacones. Además, no estaba dispuesta a desperdiciar aquel conjunto que tanto esfuerzo le había costado elegir a Aura. Aquel no era el día para ese outfit. Y con el dolor que acarreaba, estaba bastante segura de que no era el día de nada en general. Solo deseaba pasarlo en la cama con decenas de bolsas de hielo.

Skone y Chuty le dieron un abrazo nada más verla y le preguntaron cómo estaba. Ya les había hecho sufrir suficiente el día anterior, por lo que no ahondó en detalles respecto a sus agujetas.

Durante el desayuno, Mau y los demás también le hicieron algunas preguntas que Papo la ayudó a contestar de pasada. Todos parecían conformes con sus explicaciones o eso pensó Adrasteia.

- No puedes moverte, ¿verdad? – dijo Wos observándola de arriba abajo.

Adrasteia puso los ojos en blanco.

- Digamos que he tenido días mejores. Aunque preferiría dirigirme a un balneario en vez de a la Redbull.

- Creo que deberías tomarte algún calmante.

- Prefiero no arriesgarme. Puede que me duela el cuerpo, pero al menos estoy lúcida para las batallas. Mejor soportar el dolor a que mi cerebro se adormezca.

Wos suspiró, pero asintió.

- Siento que tu primera internacional sea así.

- Bueno, siempre nos quedará la Godlevel. Tengo entendido que estaréis Papo, Trueno y tú.

- Sí, es probable – dijo sonriendo -. ¿Aún no has hablado con tu hermana?

Adrasteia negó con la cabeza.

- Si lo hago, me enfadaré. He dejado el teléfono apagado para evitar la tentación.

- Bien pensado – comentó engullendo su tercera rebanada de pan.

- Comes más de lo que había imaginado.

- Sí, como bastante desde chico.

Adrasteia bufó.

- No hay nada tan repelente como un flaco diciendo que come mucho.

Cuando las cámaras comenzaron a grabar, Némesis tenía la mente en blanco. Su semblante no reflejaba ni un ápice del dolor que sentía. Frente a la tabla en la que daría lugar el sorteo se mantuvo a una distancia prudente entre el resto de los raperos apoyada en la pared. Estar de pie era un suplicio, pero nada que ver con intentar levantar el brazo. Iba a ser un auténtico calvario mantener el micro en alto.

Para su absoluta desdicha, su primera batalla iba a ser contra Aczino. Había renunciado a la victoria mucho antes de subirse al centro del escenario. Aunque no iba a permitir que sus problemas le hicieran dar un mal espectáculo. El público rugía sus nombres. Querían sangre, y ellos iban a dársela.

No disfrutó precisamente del ingenio de Mau. Era más bien un auténtico coñazo, pero al menos la ayudó a olvidar durante media hora el infierno que llevaba por dentro. Cuando los jueces levantaron las tablas con los resultados, no la extrañó ver el nombre de Mau por unanimidad.

Con un abrazo y unas rápidas palabras de ánimo susurradas por Aczino acabó la competición de Redbull para ella.

NÉMESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora