Tratando de posponer el encuentro con Skone, optó por darse una ducha primero. Además, tampoco quería que sintiera asco cuando hablara con él.
Desgraciadamente, se topó con él, Chuty, Wos y Papo de camino a su habitación. Ninguno estaba precisamente feliz.
- ¿Es que nunca puedes llevar el móvil encima? – dijo Wos con las fosas nasales dilatadas.
- ¿Cómo?
- Son las cuatro de la tarde – exclamó Skone mostrándole su reloj -. Llevamos horas llamándote y buscándote. Hemos recorrido los alrededores del hotel cinco veces. Nadie sabía a dónde te habías ido. Es que ni siquiera te planteaste avisar.
Némesis se quedó paralizada observándolos. Todos estaban sudorosos y claramente agotados. Ella no recordaba a qué hora había salido a correr, ni cuánto había tardado en regresar. Aunque ahora que lo pensaba, seguramente habían planeado almorzar todos juntos como la vez anterior. El remordimiento le pesó más que el cansancio, obligándola a agachar la cabeza.
- Lo siento mucho.
Fueron palabras sencillas, pero el efecto los sorprendió a todos. Ella misma no recordaba cuándo había sido la última vez que se disculpara por algo.
- No quería preocuparos – continuó sintiendo como cada confesión aliviaba la carga que llevaba en sus hombros -. Tenías razón Wos, mi personaje se ha apoderado de mí. Y no sé cómo retroceder y mantenerlo bajo control. Némesis me hace sentir poderosa. Es como si a ella no le afectara nada, y yo estoy cansada de sufrir.
Las lágrimas fluyeron por sus mejillas antes de que pudiera refrenarlas. Ninguno de ellos dijo nada, simplemente la acompañaron a su habitación para que pudieran hablar sin público.
Sentada en la cama, igual que la ocasión anterior, se desahogó. Les contó todo lo que había ocurrido en su casa. Como su hermana se había marchado con sus padres y siempre que la llamaba era para contarle lo feliz que estaba con ellos. Se sentía traicionada, aunque en vista de cómo se había comportado tampoco quería culparla. Les narró detalladamente lo destrozada que estaba por no tener a su hermana a su lado. Al igual que les contó cómo su padre también se había alejado de ella. Habló y habló sin ningún tipo de filtro. Por más doloroso que fuera pronunciar aquellas verdades en voz alta, las dejó fluir sintiendo el merecido alivio que llegaba a continuación. Tenía la boca seca por tanto hablar cuando terminó.
- ¿Por qué no nos contaste nada? – inquirió Chuty – Somos tus amigos, te hubiéramos ayudado.
- No sabía ni cómo ayudarme a mí misma. Tampoco pensé que pudierais ayudarme vosotros.
- Quizás no podemos resolverte los problemas – dijo Skone – pero habríamos estado a tu lado para que no te sintieras sola.
- No me gusta que la gente tenga que cargar conmigo.
- Apoyar a un amigo no es una carga – soltó Wos -. Incluso aunque no nos veamos en persona podías habernos llamado si nos necesitabas.
- Siempre hay tiempo para una videollamada de urgencia – añadió Papo mientras asentía.
Némesis negó con la cabeza.
- Me estáis haciendo sentir como una tonta – dijo con una triste sonrisa.
- Bueno, después de todo este tiempo, por fin te has dado cuenta de que no estás sola – comentó Skone rodeándola con una brazo -. A ver si es posible que no se te olvide para la próxima.
Soltó una suave carcajada en tanto las lágrimas continuaban descendiendo por sus mejillas, a pesar de las muchas veces que las hubiera limpiado.
- Deberías hablar con tu hermana – dijo Wos observando su teléfono en la mesilla de noche.

ESTÁS LEYENDO
NÉMESIS
FanfictionAcostumbrada a los rings de boxeo, Némesis jamás pensó que llegaría el día en que acabaría subida a un escenario. Como tampoco imaginaba la fuerte atracción que surgiría entre ella y uno de los raperos más famosos de argentina. Esta es su historia.