NÉMESIS

Octavos

Némesis respiraba tranquila apoyada en una de las columnas de la sala. Todos los raperos estaban reunidos observando como el azar decidía el orden de las batallas. Queen Mary estaba sacando los nombres de una bolsa. Aczino ya había colocado su nombre en la segunda columna de octavos, casi en la parte final. Los nombres de Wos y ella aún no habían salido.

- Bnet – dijo Queen Mary mostrando el cartelito que llevaba su nombre.

Fiel a su estilo, aunque con una ligera influencia por parte de Aura, Bnet llevaba una camiseta de Cris Paul con tonos azules y naranjas, y una blanca de manga corta debajo. Aura le había obligado a comprarse los pantalones cortos a juego. Además, de unas deportivas de marca de un azul prácticamente idéntico, a las que le añadió unos cordones naranjas. Encima, le había hecho dejarse barba, la cual llevaba recortada de forma que acentuara sus rasgos, para darles definición y que disimulaba la carita adolescente que seguía teniendo.

Observó como escogía el último lugar de la primera columna, y regresaba a su asiento en uno de los sillones de la sala.

Le dirigió una rápida mirada a Wos, que estaba situado bastante cerca de la tabla. Desde que habían llegado al evento, se habían separado para poder enfocarse en las batallas que tenían por delante. El riesgo de cruzarse era una amenaza latente que no podían ignorar. Igualmente, no todos en la sala estaban al tanto de su relación, y no les sería favorable que se supiera aún.

- Némesis – dijo Queen Mary sacándola de su ensoñación.

Tras tomar una profunda bocanada de aire, se encaminó con pasos sosegados hacia la tabla. Los chicos le dejaron espacio para que pasara. No solo por el respeto que le profesaban, ya que su hermana había eliminado cualquier ápice de dulzura en su apariencia.

Llevaba un pantalón negro plagado de llamas verdes y plateadas. Se iniciaban en sus tobillos, y ascendían a lo largo de sus muslos. El diseño era fascinante, lo suficiente como para que Aura hubiera escogido un top sencillo para la parte de arriba. Sin embargo, le había comprado un conjunto de correas, que se ajustaban a lo largo de su torso, rodeando sus senos y remarcando su cintura. Había añadido varios collares de plata, así como pendientes y anillos. Y como no, unos zapatos de tacón con cordones y los dedos al aire. Adrasteia no tenía muy claro si eran botas o sandalias, pero el conjunto era espectacular. Con sus uñas pintadas de verde, sus ojos destacados por un suave ahumado negro y plateado y el cabello recogido en una coleta tirante.

Tal vez fuera la seguridad que le confería aquel conjunto, o simplemente que Némesis estaba al mando de la situación, pero cuando tomó la tarjeta con su nombre, no lo dudó. La situó en la primera casilla de la columna. Así que sería la primera en batallar.

Queen Mary la elogió por su seguridad, pero ella apenas escuchaba. Su mirada se topó con la de Wos, que le sonrió de medio lado. No hubo mariposas en su estómago. Ni siquiera la asaltaron los recuerdos de lo que habían estado haciendo horas antes. Una absoluta calma, aderezada con la certeza de quién era le hicieron devolverle la sonrisa con tal frialdad, que Wos enarcó una ceja.

Némesis analizó la tabla a medida que se iban rellenando los últimos nombres. Había tenido suerte, en parte, ya que Wos y Aczino estaban al otro lado de la tabla, por lo que solo se cruzarían en caso de llegar a la semifinal.

Un miembro del equipo técnico le pidió al resto de raperos que no participaban en la primera batalla que lo acompañara para poder sentarse en el espacio reservado para ellos a un lado del escenario.

Desde la sala en la que aguardaban, KDT y Némesis podían escuchar a Misionero alentando al público.

- Qué gane el mejor, hermana – le dijo KDT ofreciéndole el puño.

Con una forzada sonrisa, Némesis chocó el puño, e incluso añadió un abrazo amistoso. KDT la había escogido para la primera batalla cuando todavía había habido espacio de sobra en la tabla. Aquello era un claro desafío, e iba a asegurarse de que se arrepintiera de haberla elegido.

El chico del equipo técnico les hizo unas señalas para que lo siguieran. Némesis se alejó del sonido y se enfocó en el suave aleteo de su estómago. Notó la inseguridad de sus piernas mientras se encaminaba a la batalla, y se obligó a sí misma a serenarse. Aplastó a las mariposas, apretó sus trabajados músculos y pausó su respiración hasta que el pulso volvió a una velocidad normal. Era común perder una pelea por no controlar la respiración, por dejarse llevar por el temperamento o incluso por falta de concentración. Se había pasado toda su vida trabajando cada uno de esos puntos. Y con su padre mirándola a través de una pantalla y su hermana entre bambalinas, iba a demostrarles de lo que era capaz.

Misionero coreó su nombre, y el público rugió en consecuencia. Con su enigmática sonrisa hizo su brillante aparición. Caminando con pasos firmes, una ceja alzada y el latente desafío de sus ojos. Aguardó sin perder el contacto visual con el público hasta que presentaron a su rival.

- Okey, vamos ahora con el piedra, papel o tijera – anunció Misionero.

Sin prestar demasiada atención, Némesis ganó sacando papel. Le tocó escoger quién iniciaba. Y como era de esperar, iba a ser ella quien abriera el espectáculo.

Misio le pidió a Athenea que prendiera con la base, y la melodía hizo que el cuerpo de Némesis se balanceara al compás. Como drogada por la instrumental. Le dieron la entrada, y así comenzó la Redbull.

El formato de la ronda de octavos serían sesenta segundos cada uno para rimar con cuatro palabras. Y por último otros sesenta segundos con otras cuatro palabras. Bastante simple y divertido. En caso de réplica, tendrían que hacer un cuatro por cuatro libre de ciento veinte segundos. Aunque Némesis tenía claro que no habría réplica.

Arrancó la batalla, y tal y como había esperado, le resultó tremendamente sencillo atacar sin parar a KDT. Al solo haber cuatro palabras, era bastante más fácil que el easymode. Además, tenía la cabeza fresca y despejada, ideal para traumatizar a un par de raperos.

Hubo un divertido momento en el que KDT se empeñó en estar increíblemente cerca de ella para desestabilizarla con su cuerpo. Dificultándole ver cuál era la siguiente palabra que aparecía en la pantalla. Una estratagema habitual cuando sabes que tu rival es superior. Pero aprovechando su cercanía, soltó un gran punchline con la palabra: "Envidia".

- KDT no se aparte de mí, eso es evidente. Siente envidia Arkano, seré la primera a la que besen.

Incluso KDT soltó una carcajada por la rima, animando al público a hacer más ruido.

Pobre iluso, pensó Némesis con la victoria en los labios, debió haber escogido a otro Mc.

Misio anunció el final de la batalla y se dirigió a los jueces para que votaran. Aunque Némesis dudaba de que alguien en la sala no supiera ya el resultado, de los cinco jueces, cuatro votaron a su favor, y solo uno pidió réplica. En apenas seis minutos, Némesis pasó a cuartos.