Final

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Eran tres partes. Tres segmentos para llevarse el premio de la Redbull, pensó Némesis mientras escuchaba atentamente las instrucciones de Misionero.

- Atención querido público – dijo Misio -. Les voy a explicar las reglas. En el primer segmento, los competidores se van a posicionar en la tarima. Van a tener que convencer a la audiencia, explicando porqué merecen el título de campeón internacional. Tienen que contarle al público su historia como freestylers. Los esfuerzos que pusieron para llegar. ¿Por qué merecen ganar? Y ahora, desde México, Aczino. Y como local, desde España, Némesis.

El público rugió con entusiasmo mientras Aczino y ella se posicionaban delante de los micros que les tenían preparados.

Némesis le dirigió una rápida inclinación de cabeza a Mauricio. Con una media sonrisa, se concentraron en la competición que tenían por delante. Comenzaría él su discurso. Por lo que debía aprovechar los segundos para pensar el porqué merecía ganar aquel premio, aquel reconocimiento por el que llevaba soñando los últimos años.

No es que hablar de su vida le pareciera muy satisfactorio. Pero sabía que si no era honesta no se ganaría el cariño del público. Y a la hora de la verdad, la gente influía muchísimo en la decisión de los jueces.

Aczino se acercó a su micrófono como si fuera el presidente de un país, salvo por el chándal. La base comenzó y con ella las estocadas de Aczino. Para sorpresa de Némesis, dedicó aquel valioso minuto a tirarle punchlines sobre que llevaba más años que ella. Que ya se había llevado el título anteriormente y todos sabían quien era el mejor de todos los tiempos. No es que hubiera dicho ninguna mentira. Pero para Adrasteia había desperdiciado los valiosos segundos. No se había acercado más a la gente, y eso jugaba en su favor. Por mucho que pudiera pesarle, sabía que tendría que desnudar su alma para poder hacer historia.

- Muy bien amigos, ha llegado el turno de Némesis – gritó Misionero – Pónganme la base. Y empezamos en tres, dos, uno...

Tras tomar una profunda bocanada, agarró el micro y comenzó:

- Yo empecé en el freestyle en busca de una salida. Odia mi entorno y la mayor parte de mi vida. Sufrí la destrucción de toda mi familia, situaciones tan extremas que no se las deseo a ningún otro freestyle.

>> Perdí la esperanza, las ganas de vivir, no sabía lo que sentía y me puse a escribir. Hubo algo en las batallas que me provocó un frenesí. No fue hasta lanzarme a las plazas que me empecé a redimir.

>> Desfogué y desfogué a través de las palabras. Expulsé mis demonios antes de que me mataran. Conocí a mis ídolos que sostuvieron mi mano. Me dijeron Némesis serás grande, y vas a demostrarlo.

>> Y aquí estoy ahora desnudándome con las rimas. He sido un fracaso en demasiados aspectos de mi vida. Años intentando ser algo más de lo que aparentaba. Y tras años de sufrimiento estoy creando esta llamarada. >> Vine para inmortalizarme en vuestros corazones. Mostraros a todos que la vergüenza no me esconde. Que da igual lo mucho que otros me destrocen. Me basta el rugido de mi público para sanarme en todas las ocasiones.

>>Merezco este premio, como cualquiera de mis compañeros. Todos hemos sangrado en el camino hacia este evento. Pero vine como diosa de la justicia y el equilibrio. Ya ganaste en tu país, ahora soy yo la que merece el título.

Lo supo en el instante que vio las miradas ardientes que le dirigían las personas que alcanzaba a ver en las primeras filas. Ojos brillantes a los que había llegado su mensaje. Tal vez no ganara aquella competición. Pero nadie olvidaría aquel minuto.

Siguiendo las instrucciones de Misionero, se dirigieron al centro del escenario para escuchar cómo seguía la segunda de las tres rondas. En este caso, un dos por dos, de sesenta segundos.

NÉMESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora