Némesis bajó al comedor con pasos confiados. La arrogancia le sobraba cuando se trataba de su físico. De pequeña no había reparado en el poder de su apariencia, incluso cuando comenzó a ser fuente de deseo para algunos chicos, continuó sin resultarle relevante. Ahora que tenía un objetivo en mente, agradeció los genes de sus padres.
Wos no le parecía un tipo celoso, pero como la mayoría de los hombres, le resultaría más suculenta una mujer que ya era deseada por otros. Así de simple podía ser el ego masculino. A ella no le importaba que la considerase un premio, ya que sería aún más satisfactorio ver su cara cuando no lograse conseguirla.
Localizó al grupo de México en el fondo del salón, estaban comiendo junto a otros tres chicos, por lo que no quedaba sitio en la mesa. De todos modos, se acercó para saludarlos.
El primero en verla fue Jonny, que estaba masticando una combinación de patatas y albóndigas en salsa. Aunque tuvo la cortesía de ponerse en pie para darle un rápido abrazo.
- Me alegra volver a veros – dijo Némesis mientras daba un segundo abrazo a Azcino.
- Tan hermosa como siempre.
- Tan adulador como siempre.
- ¿Conocías a Dominic? – preguntó señalando al chico que se estaba limpiando las manos a toda prisa.
- El terror de los grandes raperos – asintió Némesis rodeándolo con un brazo -. Me alegra conocerte por fin.
- El gusto es mío.
En ese instante llegó el resto del grupo. Fue un auténtico caos. Había abrazos y palmadas en la espalda por toda la mesa. Le presentaron al grupo de Chile como si ella no hubiese visto decenas de las batallas de Teorema, Nitro y Kaiser. Todos fueron amigables y corteses, lo habitual. Era curioso el claro contraste que podía haber entre un escenario y detrás de bastidores. Némesis aún no había conocido a un solo MC que le pareciera idiota. Quizás no empatizaba con todos, pero siempre había cordialidad en el ambiente. Tras aquellos largos minutos de reencuentro, se acomodaron en la mesa libre justo al lado.
Némesis fingió no darse cuenta de que Wos había reservado un lugar a su lado y fue directa por la comida. El estómago le rugía de forma molesta, e incluso comenzaba a notar cierto mareo. Sabía por experiencia que lo que eliminaba el hambre de forma más permanente era la carne. Por ello, buscó hasta dar con una que parecía ternera en salsa y la acompañó con una buena cantidad de verduras asadas. Añadió otra buena cantidad de salsa para que los sabores se impregnaran y regresó a la mesa.
- ¿Qué quieres de beber? – le preguntó Chuty que acababa de dejar dos abundantes platos repletos de comida.
- Agua está bien.
- ¿No te gustan los refrescos? – inquirió Trueno observando su comida.
- Me gustan, pero no cuando tengo hambre y sed.
- No te entiendo.
- Los refrescos no quitan la sed, tienen demasiada azúcar, por lo que tras beberlos continúas necesitando mucho más. El agua es lo único que sacia realmente.
- Y por eso va a vivir más que nosotros – añadió Skone tomando un sorbo de su refresco.
Némesis se maldijo por dar una clase de salud a unos chicos que les importaba más bien poco esos temas. Tantos años cuidando su cuerpo para ser una profesional pesaban sobre ella. No era capaz de imaginarse alterando su estilo de vida.
- Yo estoy intentando perder peso – comentó Papo con la mitad de su plato plagado de patatas fritas -. Pero se me hace muy difícil.
Némesis estuvo a punto de explicarle que perder peso requería mucha salud mental, aunque se contuvo en cuanto apareció Wos. Su espalda se tensó al instante acomodándose más recta en su asiento. No podía permitirse que notara la influencia que tenía sobre ella.
Wos se sentó a su lado con la gracia natural de las personas que se sienten a gusto con sus cuerpos. Y que no tienen a alguien que les pone nerviosos justo a su lado.
Némesis bufó internamente. Quería que Wos estuviera tan incómodo como ella, o que al menos algo en su comportamiento reflejara que no le era indiferente. Por ello, aunque tenía pensado ignorarlo, tomó la palabra.
- ¿Qué tal te han ido estos meses? – inquirió tomando un bocado mientras lo observaba de reojo.
- Han sido tranquilos – dijo devolviéndole la mirada - ¿Y los tuyos?
- Igual.
Némesis se maldijo por la sequedad de su voz. Quería parecer relajada, y fríamente cordial. No una maleducada.
- ¿Está tu cabeza y tu corazón preparados para la Godlevel?
Aquella pregunta la hizo entrecerrar los ojos. Era evidente que aquello iba con segundas intenciones, y ella afrontaba los retos de frente.
- Si lo que quieres saber es si mi vida personal es lo bastante estable para que no afecte a la profesional, la respuesta es sí.
Wos sonrió de medio lado.
- Es difícil dejar los problemas familiares en casa antes de subir a la tarima.
- No cometo el mismo error dos veces.
- Eres más borde que antes.
- Solo estoy mentalizada para el domingo.
- Así que vienes a por todas.
- Sería una rapera muy mediocre si me conformara con menos.
Wos asintió.
- Puede ser, pero está claro que no estás bien.
- Quizás tú estés más sensible de lo habitual – bufó Némesis.
- Has perdido peso, y tus sonrisas no son sinceras.
- Oh, vaya. Debiste analizarme detenidamente los escasos dos días que estuvimos juntos para captar tantos detalles.
- Todos se han dado cuenta, aunque no te lo digan. Ahora eres más Némesis que Adrasteia.
- ¿Qué tratas de decirme?
- Que el personaje se está apoderando de ti – explicó Wos con la comida en su plato olvidada -. Estás a la defensiva constantemente, aguardando el instante para lanzar el puñal.
- No me conoces en absoluto. Por un par de charlas que hayamos tenido no puedes saber cómo soy.
- Es difícil conocer a alguien que no sabe quién es.
Aquello fue el colmo para Némesis. Se puso de pie rumbo a su habitación ignorando las preguntas de los demás.
Wosito podía meterse la sesión de psicología por el orificio que se le antojara.
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NÉMESIS
FanfictionAcostumbrada a los rings de boxeo, Némesis jamás pensó que llegaría el día en que acabaría subida a un escenario. Como tampoco imaginaba la fuerte atracción que surgiría entre ella y uno de los raperos más famosos de argentina. Esta es su historia.