[ At Midnight ]

8. Enterrado

Para Minho estas semanas habían sido largas también. Hace poco volvió a hablar con sus amigos, comprendió que lo habían hecho para no alterarlo, tal vez si el pelinegro no hubiera conocido al peligris si hubiera reaccionado de mala manera.

Pero no era el caso, Minho encontraba tan peculiar y único a Han que luego de conocerlo, lastimarlo era lo último que se le pasaba por la mente.

Es por eso que cuando se reconcilió con sus amigos, quiso ir a decirle al peligris. No lo había visto hace muchos días por lo que se empezó a preocupar. ¿Y si alguien más se había encargado de él? Solía pensar lo peor y crearse los escenarios más horribles posibles, así que se esperó encontrarlo al llegar la media noche.

Pero no lo consiguió, para su suerte Minho era bastante perseverante.

La primera, segunda, tercera, cuarta hasta la quinta vez se mantuvo paciente y optimista.

Pero ya iban seis noches, hasta las empezó a contar, y nada, ni rastro de Han.

Chan y Changbin ya no mencionaban el tema de los vampiros, al parecer tampoco habían tenido noticias sobre ninguno porque conociendo al menor ya lo estaría gritando. Minho había decidido que no diría nada sobre sus encuentros con el peligris y como lo buscaba en las noches, no vió la necesidad, ese chico no le transmitía ningún tipo de maldad y Minho confiaba en sus instintos.

Seguían pasando los días y el pelinegro fue obligado a volver a su rutina, aunque no poder ver al peligris lo deprimía un poco, por más que lo buscara no podía toparse con él. Recordó el libro que había pedido prestado de la biblioteca, pensó en devolverlo, si no podía ver al peligris ¿De qué servía?
Asi que se decidió a devolverlo el día siguiente.

Mientras trabajaba en la oficina principal, se dió cuenta de algo. Sus amigos estaban de buen humor, asi que se puso a observarlos un momento. Bangchan trabajaba mientras tarareaba y Changbin jugaba con la pluma entre sus dedos. Se alegraba que estuvieran así, era raro verlos peleados y personalmente, lo odiaba porque era amigo de los dos.

- "Oh cierto Minho" El pelinegro prestó atención.
- "Noté que has estado retrasando tu expedición." Dijo el mayor no quitando la vista de su trabajo hasta que terminó de escribir, continuó diciendo.
- "Empezarás hoy, ¿No?" Preguntó Chan con una sonrisa y con sus ojos cerrados.

Minho se quedó sin palabras, pensó que al estar peleado con Changbin el mayor no había notado que había estado retrasado su tarea. Obviamente no quería arruinar el perfecto ánimo de su amigo como para decirle que aún no encontraba necesario hacerlo.

- " Claro Chan, en la noche iré." Respondió. Lo mejor sería acabar con la expedición lo antes posible.

Changbin dejó salir una risa, a pesar de que estaba tapando su boca con sus manos. Era muy gracioso que hasta el temido líder de los cazadores Lee Minho tenía que seguir las órdenes de Bangchan.

Minho se volteó y con una sonrisa amenazadora se quedó mirando a Changbin.

- " ¿Quieres decir algo, Changbin?" Dijo con una sonrisa aterradora mirando al menor.

El nombrado se limitó a negar aún riendo.

Como debía hacer la expedición, se fue antes del lugar.
Llegando a su casa comenzó a buscar el mapa que Chan le había entregado hace semanas, abriendo uno de sus cajones lo encontró junto al libro de la biblioteca, lo que le hizo recordar inconscientemente al peligris, negando con su cabeza para esfumar esos pensamientos, dejó el libro donde estaba y tomó el papel.

Lo devolvería cuando volviera

Al caer la noche, Minho estaba listo para partir, había comido una carne que Chan había cocinado para los tres, aunque se negó porque podría cazar algo en el camino, el mayor insistió para poder comer con las personas que más le importaban. Chan solía tener sus momentos cursis y sus amigos reaccionaban de la única manera que sabían, burlándose de él.

Estaba lleno por lo que prefirió caminar que transformarse, la noche estaba perfecta para salir a caminar, la brisa le daba la bienvenida a lo que sería este tiempo en el bosque.

Cuando salió de la zona hasta donde tenía marcada en el mapa, su expedición comenzó, ya estaba bastante lejos de su aldea.

Comenzó a caminar con el mapa vacío en la mano para trazar el nuevo territorio que veía. Esta zona seguía siendo parte del bosque pero el suelo tenía una distinta tonalidad, era más notable la tierra, como si estuviera secándose. A Minho le pareció curioso por lo que se agachó para anotarlo, cuando se levantó vió cómo algo se hacía paso por el bosque. Se preparó para atacar pero se detuvo cuando vió una cabellera conocida, aunque estaba de espalda era fácil de reconocer.

No podía creerlo, era él, estaba vivo, lo llamó por su nombre pero él solo lo ignoró. Insistió para que pudieran hablar sobre lo que pasó pero solo obtuvo una respuesta.

"¡Deja de seguirme!"

Lo dejó sin palabras, solo quería preguntarle si estaba bien, ¿De verdad no quería verlo luego de su última conversación? Pensó que se estaban empezando a llevar bien..
Tal vez era solo él, solo él pensó que alguna vez podrían llegar a ser amigos.

Cabizbajo, se devolvió en la dirección opuesta por la que se fue Han, está bien, si eso era lo que quería, ya no se cruzaría en su camino.

Era su primera noche fuera de la aldea y ya había empezado mal.

°
°
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Trató de distraerse todo el día pero el recuerdo de Han rechazandolo lo perseguía.
Durante el día recorrió todos los alrededores pero al llegar la noche era lo complicado, buscar un lugar seguro donde descansar.

Ya había completado una parte del papel de Bangchan, ya tenía práctica así que era más rápido de lo que solía ser. Mientras guardaba el mapa para buscar un lugar donde dormir un horrible olor a muerto lo detuvo. Acababa de volver a su forma humana así que sus sentidos seguían agudizados. Siguió caminando por mera curiosidad, si había depredadores en la zona, también tendría que anotarlo.

Lo que vió no era el depredador que esperaba, era sólo Han con una pala.

Espera.

¿Han con una pala?

Iba a decir algo, pero recordó lo que había ocurrido la noche anterior por lo que decidió no hacerlo.

Han se volteó dejando la pala en el suelo, al hacerlo vió al pelinegro, cosa que lo sorprendió. ¿Por qué se seguían topando si seguía yendo a lugares distintos?

- " ¿Minho?" Dijo el peligris con duda, ¿Lo había visto?

- " No te estaba siguiendo, te juro que no sabía que estabas aquí, solo vine por el olor." Explicó Minho con un tono serio.

Ahí Han recordó la noche anterior y como le había gritado, el peligris se sintió horrible, él no haría eso normalmente, no se desquitaría con Minho.

- " Lo siento" Dijo repentinamente Han.
- " No quise gritarte, en serio me agradas pero de verdad no podía hablar.." No sabía como explicarle la situación en la que se encontraba ayer sin asustarlo tanto.

- " ¿Estás enterrando un cadáver? Preguntó Minho sin dejar terminar al peligris.

El peligris olvidó sobre el increíble olfato de los lobos... ¿Se habrá dado cuenta de los tres que había enterrado ya?

- " ... ¿Tal vez?" Dijo Han tratando de evadir el tema por su nerviosismo.
- " Oh, ¿Es eso un mapa? ¿Estás de excursión?" Quiso preguntar Han mientras una risa nerviosa se escapa de sus labios.

El pelinegro lo miraba de manera seria, cruzado de brazos, aunque en su mente resonaba un "Me agradas" obviamente no lo perdonaría de inmediato, le había gritado sin ninguna razón, por lo menos esperaba una explicación.

Supuso que sería una noche larga.