[ At Midnight ]

36. Menores

Minho despertó adolorido, se levantó de su cama y se dispuso a observarse en el espejo del baño.

Notó que cerca de la zona de la mordida, se había tornado morado mezclado con otros colores oscuros, se veía más mal de lo que en realidad se sentía, pensó Minho.

Unos golpes en la puerta acompañados de una voz lo distrajeron.

- " ¡Minho-Hyuung!" Gritaba desde el otro lado de la puerta el menor. Llevaba un buen rato gritando pero nadie aparecía.

El pelinegro tomó rápidamente su polera para colocarsela y luego asomarse por la puerta. Cuando lo hizo sorprendió al menor quién ya estaba planeando irse del lugar.

- " Jeongin, ¿Ocurre algo?" Preguntó el mayor algo desorientado.

- " Ehm... vengo por el entrenamiento, ¿Acabas de despertar?" El menor notó como Minho se veía menos atento que lo normal lo cual le pareció extraño.

Cierto, el entrenamiento era hoy también, Minho pensó que ayer era el último día de la semana por lo que regresó su cabeza para verificar la hora en el reloj.
Tres de la tarde.
Wow, era lo más tarde que se había despertado nunca, eso explicaba el hambre inmenso que sentía.
Volvió su mirada a Jeongin.

- " En realidad me siento algo enfermo así que creo que deberíamos mover nuestra sesión para mañana Je-."

- " ¿Qué te pasó en el cuello? Se ve bastante mal, ¿Quieres que llame a Chan-hyung?" Habló con preocupación el menor, Minho estaba actuando raro y cuando nombró al mayor abrió los ojos como platos.

- " ¡NO!" Gritó rápidamente y sin pensar, asustando al menor. Minho puso su mano rápidamente en la mordida par así cubrirla.

- " Perdón, no quise gritar." Suspiró el mayor arrepentido. - " No es nada.
¿Ya almorzaste? Voy a cocinar ahora por si quieres pasar." Dijo con una leve sonrisa el mayor. El menor solo asintió, aunque aún dudoso pensó que sería mejor pasar, tal vez así averiguaría lo que le estaba pasando a Minho. Jeongin era un chico con una inmensa curiosidad, la mayoría de veces eso lo metía en problemas, de seguro está vez no sería la excepción.

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Cuando Han se despidió de Minho, trató de tomar el camino más corto para llegar a su hogar.
Estaba de tan buen humor que le era difícil ocultarlo en su rostro, por eso se tomó unos minutos antes de abrir la gran puerta y entrar al lugar.

Buscó con su mirada si había alguien al rededor, sus ojos se posaron en una cabellera castaña sentada en uno de los sillones de la sala, acompañado como era costumbre de una gran montaña de libros.
Al escuchar el sonido de la puerta, Seungmin dirigió su vista al recién llegado.

- " Seungmin, es raro verte aquí abajo. ¿Todo bien?" Preguntó el peligris mientras se acercaba al nombrado, sentándose en otro asiento frente a él.
El castaño lo estaba observando detenidamente, como lo hacía cuando quería controlar a alguien, aunque este no era el caso, a Han le pareció raro.

- " ¿Qué tienes Seungmin?" El peligris había inclinado su cabeza, ahora estaba un poco preocupado.

- " ¿Puedo preguntarte algo Han?" Tenía un tono serio, dejó su libro de lado y se cruzó de piernas.

Seungmin solía estar serio o calmado la mayoría del tiempo, pero ahora parecía algo molesto y eso ponía intranquilo al peligris.

- " Claro, ¿Qué sucede?"