[ At Midnight ]

57. Cómodo

Han notó algunos relieves en el abdomen del pelinegro por lo que interrumpió su beso para detenerse a observarlo. Minho quedó confundido, abrió sus ojos para notar como el peligris veía detenidamente su torso mientras lo acariciaba con dulzura. De seguro Han se había preocupado al ver las cicatrices en su cuerpo.

- " Son heridas de caza Han, no le tomes importancia, la mayoría ya sanaron. " El pelinegro puso sus manos en el suave rostro del peligris para que lo mirara.

- " Además, mis ojos están aquí. " Bromeó, provocando una risa en el contrario.
Han decidió olvidarlo por ahora. Inclinó su cabeza para continuar su beso, el pelinegro le correspondió automáticamente pasando sus manos por la espalda del peligris. Este último sintió un escalofrío al sentir sus manos recorrerlo. Minho cada vez se acercaba más a él, haciéndolo retroceder hasta caer de espaldas en la cama

- " Tú me mordiste, voy a hacer lo mismo." El peligris se levantó con ayuda de sus brazos que estaban en la nuca de Minho. Besó un par de veces al costado de su cuello y luego comenzó a morderlo, escuchó los roncos quejidos de su novio contra su oreja. El pelinegro se dejó caer apoyando su frente en la cama, haciendo que sus cuerpos estuvieran en contacto. Estaba ardiendo.

- " Oh.. Hannie.." Susurró el pelinegro en su oreja mientras la besaba, recorría con su mano todo su torso. Minho había comenzado a mover su cadera inconscientemente contra la de Han, cada vez que se rozaban soltaba un suspiro ahogado, nombrando al contrario.
El peligris posicionó sus piernas al rededor de la cadera de Minho, rodeandolo. Han pudo sentir lo rígido que se había vuelto el contrario.

- " Eso debe ser doloroso.. déjame ayudarte."  Han bajó su mano pero el agarre del pelinegro en la misma lo detuvo.

- " No cariño, no ensucies tu mano." El peligris frunció el ceño, no le gustaba ser rechazado, menos por su novio. Con ayuda de sus piernas volvió a apegarse a Minho, haciendo que sus caderas volvieran a tocarse, rozandose entre sí. El pelinegro volvió a soltar un quejido pero esta vez uno más fuerte y grave, con ambas manos empujó a Han contra la cama para separarlo.

- " Maldición Han." Se quejó Minho con su voz un poco agitada mientras se levantaba para quedar arrodillado frente al peligris. Suspiró y comenzó a desabrochar su cinturón. Han lo miraba expectante porque esa era una vista digna de admirar. Se sentó también para deshacerse de lo que quedaba de su blusa mientras seguía observando a Minho.

El pelinegro estaba tratando de controlarse, ir lento porque era la primera vez que lo haría con Han pero Dios Santo el peligris se lo estaba poniendo tan difícil.

El peligris notó la mirada perdida de Minho, tenía el ceño levemente fruncido.
¿Qué le molestaba? ¿Había algo mal con él? Tal vez no le atraía lo suficiente como para seguir... Pensó Han.
Poniendo su mano en su rostro.

- " Está bien si no quieres continuar, podemos parar, no debí apresurarme.." Dijo con dulce voz el peligris pero el pelinegro lo miró atónito.
Se acercó nuevamente a él, besándolo con desesperación.
No quería parar, por nada en el mundo quería parar.
Las manos del peligris habían quedado en el aire por lo repentino del beso, por la intensidad del pelinegro se vió obligado a volver a recostarse quedando debajo de él. Sus grandes ojos miraron a Minho confundido, el pelinegro se topó con ellos, hipnotizandolos se separó lentamente de sus labios.

- " No quiero parar, solo estaba tratando de ir despacio.."

- " ¿Por qué? ¿Crees que no puedo tolerarlo? Estaré bien amor, no te contengas... quiero que te sientas bien también..." El peligris puso su mano en la mejilla del contrario, tratando de darle calma. Aunque estaba nervioso, confiaba plenamente en Minho y quería hacerlo sentir bien.
El pelinegro dejó un beso en su mejilla, Han Jisung era perfecto, tan dulce.