[ At Midnight ]

34. Amargo

Han estaba dudando, el pelinegro no le tomaba el peso de pedirle a un vampiro que lo mordiera. Por mucho que confiara en él, era una situación complicada.

- " Vamos, puedo hacerlo." Habló seguro Minho.

- " ¿No crees que tus amigos notarán la mordida en tu cuello?" Han estaba tratando de hacerlo entrar en razón, pero por más que le daba argumentos el pelinegro ya había puesto su interés, estaba curioso, quería saber que se sentía que un vampiro lo mordiera, además sabía que sólo podía pedirle esto a Han porque confiaba completamente en él.

- " Usaré otra ropa, estaré bien, quiero intentarlo, además así puedes comprobar lo que lees en tus libros. Es con fines educativos también, ¿ves?" Respondió Minho orgulloso de lo que decía, era un genio, Han no podía rechazar tal argumento.

El peligris soltó un suspiro. Ahora él también tenía curiosidad.

- " ¿Estás seguro?" Preguntó por última vez Han.

- " Totalmente, intentemoslo." Lo miró a los ojos Minho.

- " Pero te va a doler." Aseguró Han.

- " Ay Han ya te dije que soy fuerte y puedo resistirlo.
Soy un cazador he pasado por cosas peores, estoy seguro de que puedo soportar una mordidita de mi tierno novio.
Solo no me dejes sin sangre, es lo único que te pido." Dijo Minho mientras miraba a Han riendo para aliviar la situación.

- " Está bien.." El peligris se acercó a él lentamente para quedar frente a frente.
Como estaban sentados sus piernas se rozaban, Minho pasó su mano por la cintura de Han para acercarlo más a él porque notó como el peligris dudaba si acercarse más o no.

- " Han por favor, somos novios, nos hemos besado como 20 veces ya, hasta dijimos que nos amamos." El pelinegro estaba enternecido por la timidez que estaba mostrando su novio.

- " Puedes acercarte más." Minho ya se había acomodado, tenía sus manos al rededor de la cintura de Han mientras lo miraba con una sonrisa.

Si un vampiro le iba a beber la sangre quería por lo menos estar cómodo,
¿Y cómo no estarlo? El vampiro era su lindo novio quien se mostraba tímido frente a él, estaba totalmente tranquilo.

Han estaba dudando de si debía sentarse en el regazo del pelinegro para así estar más cerca de su cuello, mientras titubeaba el contrario decidió por él, sentandolo sobre sus piernas, dejándolo sin escapatoria. Minho lo tenía rodeado con sus brazos mientras lo miraba expectante.

Okay Han, tú puedes,
solo no mates a tu novio.

El peligris asintió para indicar que lo iba a hacer, el pelinegro respondió de la misma manera mientras sonreía para darle calma.

Han colocó sus manos en los hombros de Minho, acercando su boca a su cuello, podía escuchar como la sangre fluía por sus venas, por lo que comenzó a ponerse nervioso, tragó saliva y luego de volver a dudar, dejó reposar sus labios en su piel.

Abrió su boca, dejando ver sus colmillos, no sabía de qué forma la mordida dolería menos.
¿Debería hacerlo rápido o lento?
¿O tal vez debería morder otra zona?
La cálida mano del pelinegro en su cabello provocó que se sobresaltara por lo inmerso que estaba en sus pensamientos.

- " Está bien Han... adelante." Dijo Minho tratando de calmarlo mientras acariciaba su claro cabello.

Está bien, solo probaría su sangre y se separaría de él rápidamente, era tan simple como eso.