Capitulo 66- Un maestro estricto

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El patriarca escucho atentamente el plan de Errante, haciendo varias expresiones en el transcurso de este. A veces, se mostró dudoso, en otros mostro entusiasmo, y finalmente determinación. Nio, que escuchaba los detalles en silencio, dejaba ver en su expresión lo nerviosa que estaba.

Ella presentaba una gran relevancia en el plan de Errante, de ella dependía que este mismo fuera posible. Si fallaba, si no correspondía las expectativas, el plan de Errante fracasaría por su culpa. Lo que llevaría a que él no pueda limpiar su reputación, lo que es más, podría empeorarla.


Errante noto la ansiedad de Nio y apoyo su mano en su cabeza. Nio, quedó como piedra cuando sintió el peso de la mano de Errante en su cabello, pero de alguna manera comenzó a sentirse relajada al sentir su tacto cuando él la comenzó a acariciar suavemente.


-Y bueno, se que estoy poniendo una gran carga aquí a mi amiga Nio. Así que si ella tiene problemas, no se preocupen y pidan mi ayuda. Vendré en cuanto pueda. Por supuesto, lo haré también lo más rápido posible.


Pese a todas las preocupaciones en el aire, Errante sonreía tranquilamente como si realmente no le importara el fracaso. Eso alarmó por un momento al patriarca, pero al ver fijamente la expresión astuta de Errante sonrió con ironía. Errante se veía confiado, pese a sus palabras, de que él plan iría a la perfección.

Lo que dijo ahora, en lugar de una medida precavida, le hizo creer al patriarca que no fue más que una manera de ayudar a su amiga a calmarse ya que eso podría afectarle. Quería ayudarla a sentir el menor peso posible sobre sus hombros.


-De acuerdo, te dejare el resto a ti entonces. Jovencita Nio ¿Verdad? espero buenos resultados. En cuanto al fracaso, no necesitas alarmarte, aquí nuestro amigo confianzudo se encargará de arreglarlo ¿No es así?


Queriendo molestar un poco a Errante, el patriarca le hablo con simpatía a la joven elfo de la que recién acababa de escuchar su nombre. Errante sonrió divertido, la carga sobre el posible fracaso no le asustaba en lo más mínimo, y el patriarca lo entendió de inmediato. El patriarca se limito a sonreír rendido ante esa anomalía en el joven frente a él.


-Ten, aquí está la ubicación de la residencia de los <Especialistas en recolección> más decentes que tenemos. Y también, le indicaré a una de mis hijas que te acompañe. Por favor, espérala afuera.


Errante encontró un poco extraño como el patriarca trataba de terminar ya la reunión, pero se limito a tomar el papel y a asentir. Si tenía que pensar en un porqué, podría ser por el simple hecho de que él estaba sumamente ocupado con otros detalles que podrían ayudar a su familia.


-De acuerdo, nos vemos.


Nio miraba a Errante y al patriarca con curiosidad, ellos parecían llevarse bien. Para alguien que era temido como un posible futuro asesino, parecía estar llevando bien su objetivo de limpiar su reputación. Nio al pensarlo, sintió algo de admiración por Errante.


-Me pregunto… por qué pidió esperar a su hija… ¿Ella es… una <Especialista en recolección> talvez?...


Nio reveló una de sus dudas cuando iban caminando a la salida de la mansión por el jardín. Errante ladeó la cabeza, una duda le surgió al escuchar a Nio. Sus palabras y su tono que cuestionaba la posibilidad de una respuesta afirmativa a su pregunta, creo una pregunta que no pudo dejar guardada en su mente.


-¿Es raro que una noble sea una <Especialista>? Pensaba que todos los nobles de por sí aspiraban a serlo.


Los estudiantes de la academia Mugen no eran en su totalidad personas que resaltarán por ser de alta cuna, pero no necesariamente eran pocos los que mostraban abiertamente a la vista su origen noble. Errante que lo sabía bien, creía que era esperable suponer que todos los nobles tenían como acto natural ser <Especialistas>

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