Historias de Dioses y Mortales

Capitulo 35-Nuevo arsenal

Una vez en el primer piso, Errante miro como la tienda estaba vacía y el hombre elegante conversaba algo con Roin cerca de la puerta. Sarah se encontraba enfrente de las armas y armaduras que estaban expuestas y colgadas en la muralla.

Errante pudo escuchar más o menos la conversación del hombre elegante y Roin gracias a que sus sentidos se habían hecho más agudos.

Básicamente lo que escucho fue que el hombre elegante menciono ya haber terminado con las ventas pero que podrían llegar más clientes, a lo que Roin contesto pidiéndole que cerrara la tienda por hoy, probablemente para no tener gente que los interrumpa o que los haga sentir con prisa mientras lo atendían a él. Una medida que le resultó inesperadamente buena, no tenía quejas sobre recibir tal atención como si fuera un cliente importante, así él también podría relajarse al momento de pensar en que comprar.

-Estas son armas y armaduras que están en la categoría; combate de fuerza. Son sumamente útiles para aquellos centrados en combate directo sin mucha estrategia y de solo fuerza bruta. Mayoritariamente, las compran personas con una gran capacidad física que les permite resistir la mayor parte del aumento físico que les brinda su <Fuerza alma>.

Cuando Errante llegó a un lado de Sarah, ella comenzó a explicar la categoría de las armas y armaduras en la pared. Probablemente estaba siguiendo las instrucciones de Roin. 

-No siento que tengan <Fuerza alma>… ¿De verdad son tan poderosas como suenan?.

Errante no dudaba de la veracidad de las palabras de Sarah, simplemente se le hacía extraño que tengan ese nombre y esas características de poderosas y útiles para el combate bruto sin que posean una pizca de <Fuerza alma>.

Basándose de quiénes las compran, existía la posibilidad de que funcionaran meramente a base de la <Fuerza alma> del usuario, pero Errante quiso asegurarse preguntando de todas formas por esa duda que surgió en su mente.

Aunque se sentía ligeramente inseguro de hacer preguntas qué podrían revelar demasiado su desconocimiento sobre cómo funcionan algunas cosas en el Reino espiritual. Un comportamiento precavido que tenía casi de manera involuntaria.

-Ah, eso, verás, la manera en la que pueden ser usadas con <Fuerza alma> radica en su capacidad de absorberla y expulsarla de manera momentánea pero con la posibilidad de hacerlo reiteradas veces, y eso se aplica de manera qué, a diferencia de la espada que forje, no necesitan tener una cantidad de <Fuerza alma> como base que les permita poder absorber y adaptarse a una externa, sino que son capaces, gracias al mineral del que están hechas, de absorber una cantidad considerable de <Fuerza alma> debido a la compatibilidad que tienen con ella. La teoría es un poco complicada, pero en resumen; funcionan como recipientes de <Fuerza alma> que dependiendo del arma o de la armadura, sus capacidades bases pueden aumentar gracias a la <Fuerza alma> que el usuario les brinde.

Rascándose un poco la cabeza con una sonrisa, Sarah señalo que le costaba un poco el explicar de manera compleja las capacidades de las armas y armaduras de combate de fuerza, seguramente ella se dejaba guiar por las explicaciones simples y directas, la cual fue dicha por ella en forma de resumen.

-Así qué esa era la razón… Me imagino que deben ser difíciles de forjar. ¿De que mineral están hechas?.

Afirmando que había comprendido el motivo de la falta de <Fuerza alma> en las armas y armaduras de la categoría: combate de fuerza, Errante aceptaba el nuevo conocimiento mientras se imaginaba que tan difícil podría ser aprender a forjar objetos como los que tenía delante.

Como era algo relativamente normal de preguntar, Errante no tuvo una actitud precavida cuando pregunto sobre que mineral era usado para crearlas.

-Están hechas de coalzisa, es un mineral negro con tonos rojizos que se encuentra en principalmente cuevas profundas o en zonas acaloradas, también puede ser encontrado en criaturas como el Embestidor: Roca caliza o en el Espectro: Destructor de montañas, pero es mejor obtenerlo de las zonas naturales. Pelear con esas cosas es prácticamente buscar la muerte.