Ya habían pasado varias horas. El cielo estaba ferozmente iluminado por el sol, el cual atravesada las hojas de los árboles que cubrían al chico que estaba plácidamente durmiendo en un tronco. Lentamente comenzó a mover su cabeza a los lados. Estaba despertando, comenzó por separar sus brazos del largo tronco en el que reposaban "crack* el crujido de sus huesos provocó que el chico soltara algunos sonidos de molestia, verlo levantarse, era como ver a una anciano levantándose de su sillón. Encorvándose hacia delante, su cabeza estaba mirando el suelo, estuvo así por unos segundos, definitivamente no estaba acostumbrado a dormir en un tronco.
-Ahhh...odio despertar con dolor de cabeza.
El dolor de cabeza que recibí como bienvenida volvió, aunque ahora era mucho más soportable. Levantando la parte izquierda de el pañuelo que tapaba mi ojo, mire el paisaje enfrente de mi con una mirada entrecerrada por culpa del sol que me atacó de inprovisto.
Levante el pañuelo de mis ojos, y lo deje en su sitio original. El dolor de Cabeza dejo de importarme cuando mire el paisaje enfrente de mi; Las hojas de los árboles moviéndose por la suave brisa, y el hermoso color amarillo pálido iluminando a través de ellos, tenía una belleza casi indescriptible. Tranquilizaba el alma. Sobre todo a un tipo como yo que estaba acostumbrado a la ciudad.
*fuuh* Dejando salir un suspiro lleno de emociones que desconocía. Recobre el sentido que me había arrebatado el paisaje que me rodeaba, y comencé a planear lo que haría ahora, no estaba seguro hacia donde debía dirigirme por lo que; comencé a rebuscar en mis bolsillos, con la esperanza de encontrar un mapa o algo por el estilo. Por desgracia no encontré nada.
(Supongo que era imposible darme un mapa… Después de todo; el venerable dijo que el lugar al que llegaría, seria completamente al azar) pensé eso con una casi indetectable sonrisa irónica. Al parecer esos dioses no mentían cuando dijeron que no me ayudarían en este mundo.
No fui capaz de encontrar un mapa, pero en su lugar encontré una cantimplora hecha de cuero en la parte izquierda de mi cintura. Eso al menos reconfortó el vació que dejó él no encontrar un mapa (Caminaré en línea recta. Con suerte seré capaz de salir del bosque o de encontrar un camino para salir) esa era la única cosa que podía hacer ahora. Por un momento pensé en subir a un árbol para ver por donde podía caminar, pero eso quedó completamente descartado. Yo no soy nunca hice ejercicio. Obviamente mis brazos no poseen la fuerza para trepar un árbol, además que yo nunca e trepado uno así que, no me hacia gracia la idea de morir por Caerme de un árbol.
Luego de haber caminado un tiempo me encontré un pequeño río en el que llené mi cantimplora, de la cual bebí un poco, eso fue un alivio. Estaba realmente sediento
(Sonara un poco extraño, pero siempre quise beber de una cantimplora) Pensé eso, mientras bebía el agua más pura que he probado en mi vida.
Al continuar caminando por el bosque me encontré con un camino de tierra el cual estaba libre de árboles y pasto. Decidí caminar por aquel sendero, pensando que podría ser un camino creado por personas.
Tras una larga caminata, logré salir del bosque y una gran pradera junto con el deslumbrante sol me dieron la impresión de que este mundo me estaba dando la bienvenida. Yo estaba de pie en aquel sendero que se extendía por la pradera, pero no fui capaz de concentrarme en el paisaje, de reojo pude ver que una persona estaba caminando enfrente de mi.
Al notar que se detuvo, me quedé de pie y en silencio. En ese momento sentí que esa persona había notado mi presencia. Mirándolo note que lentamente comenzó a girar su cabeza. Su mirada fría y aguda demostraba que ese chico no era una persona normal, sus ojos rojos no tenían ningún ápice de brillo, era como mirar un poso repleto de sangre. Llevaba puesta una capa que le llegaba un poco más abajo de sus huecos poplios, esta era casi del mismo color que sus ojos, y lo que más destacaba de esta, era un especie de emblema. Aquel emblema consistía en un hacha cruzada con una espada, en medio de estas dos armas se podía ver una katana atravesada por el centro, horizontalmente se podía ver una lanza atravesando las otras armas y en el fondo de estas armas se podía ver un escudo que cubría todas las armas. El escudo estaba pintado alrededor con un color gris asimilando el pelaje de un lobo.
en el instante en que observé el emblema, recordé lo que el Venerable me dijo. Existía la posibilidad de que el lugar del que venía este chico que se veía como un guerrero experto, fuera creado por un humano del planeta del que yo vengo. Ya que el emblema de su capa tenía algunas armas de los guerreros más conocidos de mi mundo. Una gran curiosidad lleno mi espíritu. Esta decidido, tengo que hablarle para obtener información, no tengo no e hablado con una persona en años, pero aun recuerdo como hacerlo, solo tengo que practicar un poco.
-H~Hola.
-Hola....
(Me…trabe) mi expresión estaba igual que siempre, pero por dentro me estaba golpeando la frente. Bueno, al menos el me contestó. Comenzó a darse la vuelta completa, y cuando me miro de frente, pude ver claramente su expresión fría y vacía con la que me había mirado de perfil. Cuando me saludo, apenas si escuché su voz, su forma de hablar era tan calmada como ninguna que había escuchado antes. Sin hacer ningún ruido innecesario, pronunció perfectamente el saludo que me devolvió.
Su cabello era de un color que no sería para nada natural en mi mundo, era de un color gris pardusco, se veía un poco genial por ese color. Aunque también lo hacía verse como un conejo. La forma de su peinado era corta y despeinada, tenía algunos pequeños mechones tapando su frente. El es un poco más alto que yo. Su vestimenta estaba hecha de telas de diferentes colores oscuros, tanto el chaleco como su pantalón están hechas de una forma extraña, era como si estuviera vestido con harapos cosidos, pero por alguna razón se veía bastante genial. También parecían muy cómodos. Llevaba sus manos cubiertas por vendas blancas manchadas con ¿Sangre? No lo sé con certeza.
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Historias de Dioses y Mortales
AdventureTras catorce años de vida, nunca fue capaz de encontrar algo que le fuera difícil de hacer, nunca sintió lo que era vivir una historia interesante, llena de esfuerzo y dedicación. Sin más interés en su mundo y descartando el desarrollar su historia...