Capitulo 37-Eficiencia y curiosidad

166 16 7
                                    



Debido a la inesperada disminución en la cantidad que disponía de <Alma espiritual>, Errante modifico el orden de los entrenamientos que tenía planeados, decidiendo así que lo mejor sería continuar aprendiendo sobre el funcionamiento del equipo de combate alma, y como el activarlo no gastaba prácticamente nada de esta, era la mejor opción que tenía para usar el tiempo que tenía con eficiencia, mientras que a su vez su <Alma espiritual> podía recargarse aunque sea un poco.

Preparándose para empezar, Errante observo su mano derecha con una mirada concentrada. Su objetivo se comenzó a notar cuando partículas con diferentes tonos grisáceos comenzaron a rodear su palma. La manifestación de su <Alma espíritual> en un objeto tangible, se podía observar en esas partículas que se hacían con la forma de una afilada y hermosa daga con formas rúnicas talladas en la hoja y en la empuñadura, todo ese proceso no tardo más de tres segundos.

-Supongo que sí fue algo similar a invocar a la jaguar, pero como se tratan de armas tendré que invocarlas unas cuántas veces más para  aprender a invocarlas de inmediato, esos tres segundos podrían ser la diferencia entre matar o morir.

Moviendo la daga en su mano, Errante hablaba sobre lo que había entendido a la hora de manifestar aquella grisácea daga. Si bien sus palabras sonaban algo peligrosas, Errante hablo con naturalidad al respecto, pues su intención al comprar armas y una armadura era precisamente la preparación en caso de una batalla de ese calibre.

Estar preparado para la peor situación, la convertiría en solo un acontecimiento molesto y problemático más no imposible de manejar con tranquilidad.  

De manera repentina y casi imperceptible, Errante en un movimiento rápido, lanzó la daga contra un tronco grueso tirado en el pasto a unos cinco metros de él. Cumpliendo con sus expectativas, la daga perforó el grueso tronco fácilmente.

Luego de observar con curiosidad la daga incrustada en el tronco, Errante cerró sus ojos para llevar a cabo lo que tenía planeado hacer. Desde la lejanía, pequeñas luces de diferentes tonalidades grises se veían saliendo de la daga en el tronco, convirtiéndose en polvo que se disipó en la nada, la daga desapareció del tronco, dejando solo el corte provocado por ella en el.


-Volvió a mi Reino alma, eso será útil.

En el momento en que la daga se desmaterializo, Errante pudo sentir como esta había regresado a su Reino alma, lista para ser invocada de nuevo en su mano en cualquier momento.


-hmm, se supone que se unieron a mi Reino alma absorbiendo mi <Alma espiritual>… Según las palabras del maestro Roin; Sus capacidades dependen del tipo de <Alma espiritual> del portador, y su poder respectivo a sus usos aumentara dependiendo del Rango espiritual que tenga mi <Alma espiritual>, lo que claramente deja expuesto el hecho de que están dentro de mi Reino alma pero conectadas únicamente a mi <Alma espiritual>, eso en teoría debería significar qué, pese a estar en un plano que abarca tanto la <Fuerza alma> como el <Alma espiritual>, no puedo usarlas con <Fuerza alma> ya qué, siguiendo la lógica que entendí basándome de la explicación del maestro Roin sobre cuáles armas no pueden ser imbuidas con <Fuerza alma>, estas dagas se destrozarían si las uso con <Fuerza alma>…. Talvez debí habérselo preguntado, me hubiera ahorrado todas estas dudas…

Las múltiples razones por las que Errante había omitido el hacer preguntas demasiado específicas sobre el funcionamiento del equipo alma, le habían ayudado a mantener un perfil moderadamente bajo, considerando la atención sumamente alta que ya había ganado con sólo haber estado en ese lugar aprendiendo y haciendo un par de cosas, eso indiscutiblemente era un punto a favor para no arrepentirse de haber tomado la opción de no hacer preguntas.

Sin embargo, el haber dejado esas preguntas de lado tuvo naturalmente consecuencias negativas, la desinformación que tenía Errante sobre como funcionaba en su totalidad el equipo alma, era sin duda preocupante, considerando que el conocimiento sobre sus armas podría salvarle la vida en una situación crítica.

Sabiendo todo eso, era sencillamente esperable que en algún momento Errante pensaría que debió de haber preguntado de todas formas, y era precisamente porqué él sabía que ese momento llegaría, que su queja sobre el camino que tomo no sonó más que cómo una pequeña manera de desahogarse ante una opción que para él fue inevitable de tomar.

Entre no tener la información que indudablemente conseguiría tarde o temprano o tener la información de manera inmediata con la consecuencia de llamar una atención e interés imposible de eliminar, el camino a tomar se hizo claro ante él cuando compro aquel equipo.

Historias de Dioses y Mortales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora