Capitulo 36-Humo y Sombras

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Al entrar en la habitación, era fácil notar la diferencia de iluminación con el exterior, apenas si habían rastros atenuados de luz que servían para notar la profundidad del lugar. Si no fuera por las piedras elementales luminosas, de un tamaño bastante mas pequeño a las de los faroles en las calles, que habían en las cuatro esquinas de la habitación, no habría ninguna manera de poder ver algo ya que la habitación estaba aislada completamente de la luz del horario diurno, o al menos, era así para gente con una visión normal.

(¿Es idea mía o estoy viendo más claro de lo que debería?... Lo pensaré más tarde)

Se podría decir que Errante estaba acostumbrado al ambiente oscuro debido a su confinamiento en su habitación antes de ser traído a esté mundo, pero difícilmente eso conllevaba a que él pudiera adaptar su visión a la oscuridad de una manera destacable. Por esa razón, le resultaba confuso el tener la percepción de que podía ver más de lo que debería poder ver en una habitación como en la que acaba de entrar. Sin embargo, aunque tuviera una ligera idea del porqué, Errante prefirió simplemente ignorarlo de momento. 

Centrando su visión en el centro de la habitación, Errante pudo ver un peto ligero, un par de brazales, unas grebas y un dúo de dagas, que reposaban en el suelo de manera ordenada.
Sin dejarse llevar por el ambiente misterioso, Errante se movía al mismo ritmo de siempre. Lo primero que hizo fue sacarse su mochila y dejarla a un lado, Errante no sentía auras salir de los objetos dentro de la mochila, pero no estaba demás el ser precavido con eso a pesar de no haber sido advertido por Roin.

(Ahora que lo pienso ¿Qué <Especialistas> vendrían a ser los que hacen mochilas cómo está?... No creo que los <Especialistas en herrería> las hagan, ya que no parecen estar relacionados con objetos que no pertenezcan a una categoría armamentística o ha herramientas de uso práctico para elaborarlas. De cualquier forma, pese a que los objetos que guarda siguen teniendo su peso, el cual la verdad me tiene la espalda y los hombros un poco adoloridos, es extremadamente útil, tanto qué sigo pensando que Guen fue demasiado despreocupada por habérmela dado de manera tan casual como si fuera una mochila normal, lo cual solo comparte con su apariencia y el concepto de guardar cosas que acumulan peso. Me intriga él no saber como las hacen y el no saber su valor como para poder entender que me la diera de esa manera….)

-*suspiro*….

Deteniendo sus pensamientos con un suspiro exasperado, Errante miro la mochila con una expresión complicada. Se podía notar en su rostro que se había sentido un poco incómodo al percatarse de que había pensando en todo eso.

(Pensaré en todo eso más tarde, ya encontré las armas y armaduras que buscaba y averigüe lo que quería saber en general sobre las qué, se supone, deberían ser todas las que existen en el Reino espíritual, el buscar objetos como está mochila era algo secundario. Quizás pueda encontrarme con Guen en la academia para preguntarle más sobre la mochila, después de agradecerle claro. No estuvo durante el examen pese a que el señor paladain la invitó, pero tengo el presentimiento de haberla visto cerca de los ancianos y de alguien más que tenía el pelo de color blanco, quizás era Deiphos ya que tampoco lo vi en el examen… Puede que hayan hecho una prueba especial para ellos dos ya que fueron invitados a la academia por gente importante. Aunque bueno, no estoy tan seguro de haberlos visto, solo mire por unos segundos así que talvez me confundí y en realidad no estaban en la academia durante la prueba de admisión…. Será mejor que me concentre en lo que tengo adelante y dejé de divagar) 

Algunos comportamientos habituales son difíciles de dejar de lado, y para Errante uno de esos era el comenzar a pensar en cosas de manera continua solo por haber visto o escuchado algo relacionado. Por lo qué, al darse cuenta de que estaba pasando por ese comportamiento, se giró nuevamente hacia los equipos de combate alma, seguir pensando en otras cosas fuera del tema principal, por mucho que le ayuden a aclarar ciertas dudas, solo le haría perder tiempo.

Alejándose de la mochila que dejó cerca de la entrada, Errante se hinco para tomar las grebas que reposaban en el suelo. Una vez en sus manos, Errante observo con curiosidad como la tonalidad de las grebas cambiaba a un tono grisáceo. Estelas de humo del mismo color comenzaban a fluir alrededor de sus manos dirigiéndose a las grebas.

-Hmm, tienen una presencia misteriosa igual a la del equipo que tenía ese hombre en el comedor. Supongo que ahora solo tengo que ponérmelas y se empezarán a unir a mi Reino alma…

Observando con interés las grebas que habían pasado a tener una tonalidad gris, Errante murmuraba sus pensamientos a medida que empezaba a ponérselas.

Ya con las grebas puestas, Errante movió un poco las piernas, de inmediato pudo sentir como las grebas le hacían un ligero peso, el cual no le afectaba en su movilidad. Cosa de esperarse, ya que eran precisamente grebas de peso ligero. 

(Se siente un poco incómodo por culpa del pantalón, pero creo que es más por falta de costumbre. No tuve problemas ajustándolas así que no veo necesario comprar otro)

Mirándose las piernas, Errante pensaba en la ligera incomodidad que sentía con las grebas puestas. Sin darle mayor importancia,  descartó que eso fuera algo importante, la sensación no era tan molesta como para pensar en cambiar sus prendas y tampoco afectaba en su movilidad.

-hmm, no se equiparon en el Reino alma… Cierto, las grebas se adaptaron a mi <Alma espiritual> sin que yo la usará, fue como si la hubieran absorbido cuando las toque, entonces lo que queda sería inyectarles mi <Alma espiritual> para hacer que sean completamente parte de ella ¿No?.

Siguiendo su intuición y recordando la breve instrucción de Roin sobre usar su <Alma espiritual> para equiparse con lo que compro, Errante comenzó a inyectar su <Alma espiritual> en las grebas.

El humo gris que caracterizaba su <color primario> proveniente de su <Alma espiritual>, comenzó a rodear las grebas hasta que estás gradualmente se hacían cada vez más parte de ese aspecto humeante del <Alma espiritual>..

Las “runas” talladas en las grebas, comenzaron a flotar por sobre ese humo, era como si se tratara de un hechizo activándose, Errante miro con curiosidad lo que pasaba. Cuando el proceso parecía estar terminando, Errante sentía la misma sensación con las grebas que cuando activaba una habilidad, la explicación más descriptiva a la percepción que daban era que se habían convertido en una materialización física de su <Alma espiritual>.

Las grebas ya no solo se habían impregnado de un simple color grisáceo, el aspecto que tenían era prácticamente humo gris con forma de grebas.

Su práctica como <Especialista en alquimia> le había brindado la oportunidad de acostumbrarse a usar su <Alma espiritual> casi al nivel de usar una extremidad. Para él, cada vez que usaba ese poder, se le hacía más y más sencillo el poder controlarlo. Inyectar <Alma espiritual> en las grebas fue algo tan normal y simple de hacer que casi no le tomo tiempo el conseguirlo. El proceso que fue llevado a cabo para hacerlas parte de su Reino alma, fue cuestión de segundos. 

-Con esto debería bastar, ahora que entiendo como unirlas a mi Reino alma podré hacerlo más rápido.

Con la experiencia ganada, Errante comenzó a equiparse el resto de la armadura junto con las dagas, todo siguiendo el mismo proceso que las grebas, pero a un ritmo más rápido y fluido.
                …………………………….

Una vez de pie con la armadura equipada y las dagas en sus manos, Errante movió su cuerpo para acostumbrarse a la sensación de tener una armadura puesta.

-….

Mirando las dagas en sus manos, Errante comenzó a pensar en la idea de guardarlas en su Reino alma. Con ese pensamiento en mente, las dagas se esfumaron como polvo por el aire en cuestión de milisegundos. No había un solo rastro de las dagas que estuvieron en sus manos hace un momento, al ver eso intento lo mismo con la armadura, la cual también desapareció de su vista de igual forma.

-Las dagas parecen estar flotando en mi Reino alma, probablemente las tenga que invocar de una manera similar a la que uso para invocar a la jaguar. Por otro lado, siento que tengo la armadura equipada en mi cuerpo, pero no creo poder verla a menos de que use [Cognición salvaje]... Las maneras que existen de usar estos poderes y el hecho de que los tenga, sigue siendo algo difícil de asimilar aún incluso después de acostumbrarme a usarlos hasta este nivel. Es un extraño y a la vez agradable sentimiento… Hagamos una pequeña prueba.

Analizando la sensación que le daba el equipo de combate alma ya unido a su Reino alma, Errante murmuraba los lugares en los que sentía que estaban. Con atención y dudas en mente, observo que la armadura no se veía sobre su cuerpo a pesar de sentir que la tenía equipada, un detalle que le ocasionaba una gran curiosidad como también un extraño sentimiento, el cual le hizo pensar en su experiencia usando poderes. Si bien se acostumbro a usarlos y a su existencia en si, no significaba que estos no podían darle nuevas impresiones. Una sonrisa tranquila apareció al son de sus palabras que señalaban el querer continuar aprendiendo más. 

Levantando su pierna, Errante dio unos ligeros golpes en su rodilla, pero la greba no la protegió.

-… Aunque la sienta equipada, no significa que la este usando ¿huh?. Lo más cercano a una explicación, sería qué la tengo equipada pero en otro plano, el cual vendría a ser el Reino alma… si, suena más extraño y confuso cuando lo digo en voz alta. Eeh, bueno creo qué debo usar mi <Alma espiritual> pensando en que quiero que cumplan su función, algo así como cuando quiero activar una habilidad en específico. Si, eso debería funcionar.

Pensando en como funcionaba el equipo de combate alma, Errante volvió a golpear su rodilla pero esta vez usando su <Alma espiritual> y pensando en “proteger” la parte que le debería de proteger la greba, a lo que esta contesto apareciendo para recibir el pequeño golpe. La greba estaba superpuesta en la rodilla de Errante como una neblina gris pero con cierta consistencia sólida.

-Hum, apareció tan rápido como mi pensamiento. Eso es bueno, no me tendré que preocupar de una reacción tardía. Siempre y cuando no me hagan un ataque sorpresa, puedo sentirme más seguro que antes.

Al observar la velocidad de respuesta que tuvo la greba protegiendo su rodilla, Errante se sintió moderadamente satisfecho por la defensa garantizada que había obtenido.

-Bueno, está fue una experiencia interesante... Será mejor que salga, no debería quedarme mucho tiempo experimentando cosas ya que afuera me están esperando. Más tarde en el bosque probaré como funcionan de manera más completa.

Desactivando la protección de la greba, Errante se encaminó hacia su mochila, luego de ponérsela, abrió la puerta para salir.

-¡¿?!.

-…..

-¡E~Eso fue rápido! ¿Tuviste algún problema?.

Sorprendiendo a Sarah y abrumando al hombre elegante, Errante miraba confundido a Roin quien señaló que él salió más rápido de lo esperado, tanto fue así que sus palabras parecían dichas con la impresión de que Errante había salido por algún problema más que por haber terminado. Algo que ni el mismo Roin, quien dijo esas palabras, creía que podía pasar.  

(Pensé que me estaba demorando…)

Errante aún tenía dudas sobre cómo funciona en su totalidad el equipo de combate alma, pero el equipárselo no supuso un gran desafío, por lo que le resultó inesperado que pensaran que fue rápido, ya que estuvo por lo menos unos ocho minutos dentro de la habitación.

-No, no tuve problemas.

Tratando de aliviar un poco el ambiente, Errante actuó casual  y despreocupado moviendo un poco los brazos, para contestar la pregunta de Roin. Su gesto sin embargo, fue innecesario ya que no demostró tener la armadura puesta, pero en realidad lo hizo como reflejo ya que él la sentía puesta. No había experimentado el suficiente tiempo usando la armadura para evitar ese tipo de cosas.

-Ahahaha….

Después de haberse percatado de su despistada acción, una incomoda y avergonzada risilla murmurada salió de su boca mientras se rascaba la mejilla y miraba hacia un lado.
(No puedo subestimar el control del <Alma espiritual> que tienen los alquimistas…)

Al escuchar la respuesta de Errante, Roin pensó eso con adulación.

-Eeh, ¿puedo saber el precio de todo?

Notando que había silencio, Errante volvió en sí y camino hacia el hombre elegante pidiéndole el valor de lo que compraría.

-C~Claro, la estimación completa de todo junto a una oferta general por parte del maestro Roin, sería de dos cristales escarlatas y cinco piedras templadas.

Abrumado ligeramente por la aún presente, velocidad de Errante para equiparse el equipo de combate alma y su actitud casi despreocupada, en su mente, el hombre elegante termino respondiendo la pregunta de Errante por un mero acto de reflejo obtenido como vendedor. Solo el ligero nerviosismo que tuvo por unos segundos le quitaba el tono automatizado con el que había respondido.

(Debí tomarme más tiempo…)

La actitud de los tres era demasiado sorprendida como para no notarla, Errante se sintió ligeramente arrepentido de no haberse demorado más en salir.

-Veamos~, dos cristales escarlatas… y cinco piedras templadas.

Reemplazando la sorpresa anterior que les causo Errante, por una curiosidad generada por el desconocimiento sobre su presupuesto, los ojos de Roin y Sarah estaban fijados en las manos de Errante con una atención casi desvergonzada, solo él hombre elegante fue capaz de mirar de una manera casual y casi imperceptible los movimientos de Errante.
Al notar esas miradas de reojo, Errante decidió rápidamente que lo mejor era evitar que ellos vieran su dinero ya que no quería seguir llamando la atención de los tres a una medida innecesaria.

Gracias a que se había acostumbrado a manejar ciertas cantidades de dinero, pudo sacar las monedas de la bolsa que colgaba en su cintura sin siquiera mirar su interior, él solo metió la mano y movió un poco los dedos. Como las monedas tienen cierta textura que las hacia posibles de reconocer con el tacto, Errante saco el dinero de manera precisa sin revelar que otro tipo de monedas tenía en esa bolsa del tamaño de una mano adulta.

-Aquí tiene.

Con su actitud despreocupada acompañada de una sonrisa casi burlona, Errante estiro su mano con las monedas hacia el hombre elegante, quien las recibió con una sonrisa irónica y una ligera vergüenza presente en una gota de sudor bajando por su mejilla.

Roin y Sarah tenían una expresión similar, al mirar la expresión de Errante, ellos notaron fácilmente que Errante había sacado las monedas de esa manera para decirles indirectamente qué había notado sus miradas curiosas, si bien esa manera revelaba que Errante tenía experiencia manejando ese tipo de monedas, no dejaba en claro cuantas podría tener ni que tantas habría tenido, ya que diferenciar la textura de esas monedas en si no era una tarea muy complicada. Solo les quedaba resignarse y a la vez reírse con la derrota marcada en sus rostros.

-hm-hmh, en este pañuelo he envuelto su piedra de afilar, y en esta funda esta el cuchillo de Grenmilaquita, y por último la espada de resistencia elemental de tipo: Veneno. Gracias por su compra.

Recuperando su compostura, el hombre elegante recibió el dinero de Errante y procedió a entregarle el resto de cosas que compro a medida en que él las recibía y guardaba.
Errante guardo la piedra en la mochila sin sacársela de su espalda, solo abrió un poco el cierre, a lo que le siguió el cuchillo. Cuando recibió la espada, Errante como si ya lo hubiera hecho antes, ajusto el cinturón del tamaño apropiado para su comodidad en su cintura y procedió a ajustarle la funda de la espada.

Moviendo la espada hacia arriba y hacia abajo, Errante comprobó que la espada estaba firme y bien puesta en su lugar.

Tanto el hombre elegante como Roin y Sarah, reaccionaron honestamente impresionados por la acción de Errante.

-Gracias por todo, me aseguraré de volver algún día de estos.

Con cortesía y gratitud, Errante se despedía de las tres personas que movieron sus cabezas asintiendo en respuesta, cada uno con su nivel de respeto mezclado con su carácter.
Los tres captaron que las palabras de despedidas o de otro índole no eran necesarias. Errante tenía otras cosas que hacer después de todo, solo les quedó la opción de mirar como él se alejaba de la tienda, aparentemente satisfecho con la inversión de tiempo y dinero que tuvo en este lugar.

(Me pregunto… ¿Cuántas cosas quiere aprender y cuántas ya habrá aprendido?...)

Recordando la manera en la que Errante rechazo el comprar conjuntos de la categoría: combate de fuerza, Sarah pensó esa pregunta que señalaba la curiosidad que le género el comportamiento de Errante, el cual también estaba lleno de misticismo debido a su manera de actuar que se le hacía difícil de entender, pero que a su vez, le daba un gran interés por saber más  sobre él.

Caminando tranquilamente, Errante disfrutaba de manera acogedora el sentimiento de caminar por las calles de la ciudad en la que se encontraba. Su disfrute sin embargo, no duro demasiado ya que no tardo en comenzar a observar las miradas de su alrededor.

(No estoy tan seguro de que tan conocido me habré hecho por la prueba de admisión, pero si tuviera que hacer un porcentaje; unas cuatro de diez personas se me quedan mirando de reojo. Aunque puede qué algunas solo se quedan mirándome por mi apariencia extraña. Solo espero no toparme con alguien demasiado impulsivo)

Pensando acerca de las miradas de extraños que caían sobre él, Errante creía que sería bueno si solo se quedarán en eso, miradas de extraños.

Siguiendo la misma ruta que siguió junto a Nio, Errante se encaminaba fuera de la zona poblada. Ha paso medio rápido, se acercaba al sendero que lo llevaría al bosque en el que aprendió a extraer minerales de su zona natural.

(Recuerdo exactamente cada mineral que había en cada parte que explore de ese bosque, y para qué servían, pero por más que lo pensé, ninguno me motivo a querer comprar un cincel y un martillo de Grenmilaquita, sin mencionar que tengo una buena cantidad de materiales como para hacer pociones y elixires que me aseguran el poder obtener dinero, o al menos los materiales siguen siendo un seguro económico en caso de que no sea posible venderlas sin tener una reputación como alquimista que me respalde... Bueno, quizás en el futuro los compré, ahora me centraré en lo que vine a hacer. Por ahora, usaré la cueva en la que me quede con Nio como punto de inicio)

Caminando a través de un sendero de tierra rodeado por pasto y hierva, Errante pensaba unas cuantas cosas en su camino al lugar al que tenía planeado llegar.

La luz del día lentamente se tornaba más opaca, el atardecer estaba por llegar, a lo sumo solo faltaban dos horas para que llegara.

(La vez que vine con Nio solo la seguí sin mirar mucho ni preguntando nada… talvez debí preguntarle más sobre las zonas con Espectros. Pero bueno, al menos gracias a mi imprudencia, ahora se cual debería ser el perímetro en el que me puedo encontrar a los tipo: devorador de piel. Como va a oscurecer pronto, será mejor no acercarme a ellos, iré directamente a las cercanías de esa cueva)

Decidiendo que dirección tomar antes de adentrarse al bosque montañoso, Errante se encaminó por un desvío que tomo cuando llego por primera vez, su intención era claramente evitar enfrentamientos innecesarios.

-Bien~… Comencemos.

Una vez enfrente de la cueva, Errante comenzó su plan de entrenamiento estirando sus brazos y piernas, Errante se preparaba para conocer más a profundidad cuales eran sus habilidades como maestro bestial de la jaguar: Sombra del abismo.

-Primero, quiero ver la diferencia que he estado pensando entre la [Cognición salvaje] y la [Percepción del alma]… Bien, empezaré usando [Percepción del alma].

Errante tenía en mente el pulir más su conocimiento sobre la primera habilidad que había dominado como maestro bestial, para lograrlo, se le ocurrió comparar dicha habilidad con la más parecida que conocía, la cual era aquella habilidad que más estaba entrenando antes de conocer que podía usar la habilidad [Cognición salvaje].

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