Historias de Dioses y Mortales

Capitulo 69- Negocios y compras

El anciano sudo frío al ser presionado por el hombre, quien tenía una presencia imponente y abrumadora.

-E-Estoy seguro de que usted está al tanto de la situación, señor. Este mocoso se atrevió a insultarnos diciendo que entablemos una relación de iguales con él, señor. Tal cosa es una burla a nuestros ancestros y a sus décadas de esfuerzo, no podemos permitirnos hacer lo que él pide. 

El anciano no quería admitir bajo que situación se encontraba con Errante, frente a su superior quiso al menos intentar demostrar tener aún algo de su orgullo intacto. Sin embargo, fue todo lo contrario. El hombre miró enfadado al anciano.

-Aagh~ así que realmente no entiendes nada de la situación en la que nos encontramos ¿Verdad?

En hombre sonrió y suspiro burlescamente, levantando su mirada hacia el techo tapando su rostro con su mano. Estaba exasperado y a la vez divertido.

Ver la posición del anciano se asemejaba a ver la imprudencia de un ignorante al meterse en un lugar peligroso creyendo que no lo es y que estará completamente bien, sin tomar en cuenta todos los letreros de advertencia que se le crucen en su camino.

Un acto así de estúpido, era lo que estaba presenciando delante de él. No podía evitar querer reírse, lo único que se lo impedía, era que ese idiota había atraído el peligro que se encontró en ese lugar hacia él.

El anciano, al escuchar esas palabras, estaba inquieto al punto en que parecía que saltaría por la ventana. Errante, en silencio y un tanto expectante por el desenlace de la situación, se mantuvo atento al hombre frente a él.

-Joven Errante, ya escuche todo lo que necesitaba escuchar de parte de Greyfang, el líder del grupo que lo atacó, por lo que sé perfectamente lo temible que son sus habilidades y su intelecto. Agradezco la paciencia que ha tenido con nosotros.

Desviando su atención del anciano a Errante, el hombre cambio por completo su actitud por una mucho más apacible y tranquila, inclusive respetuosa. Errante no se mostró sorprendido por ello, algo en la mirada de ese hombre le decía que no tenía la más mínima intención de provocar un conflicto con él.

Contrario a eso, su actitud le dejó claro a Errante que él buscaba que formaran una buena relación. Errante agudizó su mirada por un segundo, ese segundo le basto para ponerse al día con lo que pasaba.

-La verdad es que me agrado bastante ese líder, Greyfang ¿Verdad? Cuando lo golpearon de esa manera, me molestó bastante, así que quise intimidar un poco a este viejo. No estoy particularmente molesto con el clan entero ni nada. Claro que asumiendo que todo lo que sucedió fue provocado por sus decisiones arbitrarias. Si no es el caso… bueno, no lo creo. No pareces el tipo de persona que haría ese tipo de imprudencias. Y aunque no puedo decir lo mismo de los otros tipos ocultos en las sombras que miraron el espectáculo, el hecho de que estés aquí y ellos no, lo puedo tomar como que tú eres el más listo entre ellos y que los mantendrás controlados de ahora en adelante ¿No es así?

El anciano estaba totalmente perdido en la conversación. Mirando cómo el informal Errante, conversaba casualmente ante un cauteloso hombre al que él recordaba como alguien de temer y un incuestionable porte imponente. Las palabras que se decían entre ellos se sentían cubiertas de una niebla espesa. Lo único que podía entender, era que él estaba en graves problemas.

Antes de poder contestar algo a la pregunta de Errante, el hombre sudo frío al darse cuenta de lo que escondían sus palabras. Él se percató rápidamente, sin ninguna explicación, del peligro que acechaba su espalda. Tal como él pensaba, aquel joven era un peligro tanto por su fuerza como por su inteligencia.