Historias de Dioses y Mortales

Capitulo 79- Moviendo el negoció

Después de su reunión con Dreygon, Errante camino silenciosamente por las escaleras de la academia Mugen con un semblante pensativo. Habían muchas cosas por hacer y muchas otras que pensar.

(… ¿No dijiste demasiado?)

Luna estaba preocupada por lo que había sucedido. Errante normalmente no suele presumir de lo que es capaz de hacer con palabras, pero ahora no solo lo había hecho sino que también demostró que actuaba bajo cierto comportamiento que podía provocar que intentarán usarlo. Ella sabía que eso podía resultar tan bien como mal, esa manera impredecible de vivir que él tenía era sin duda cardíaca para cualquiera que lo conozca.

(Yo… no quiero ser visto como algo lejano, me gustaría que a pesar de lo que soy y lo que represento me traten como una persona, no normal, solo quiero que por lo menos dejen de actuar como si fuera una amenaza imparable como un desastre natural o algo así... Por eso Lowbo es mi amigo ¿Sabes? Quiero poder llamar amigo a los demás también. Deiphos está cerca, pero lo veo más como alguien que respeto por ser asombroso en su campo que como un amigo, incluso hasta como un igual después de escuchar su historia de origen. Quizás debería invitarlo a alguna parte, estoy seguro de que si actúa más relajado lo podré ver como un amigo)

Para Errante ahora las relaciones con otras personas se medían de esa manera, entre quienes eran sus amigos y quiénes estaban cerca de serlo. Habían muchos que estaban cerca, pero para que los viera genuinamente como tales él tenía que estar seguro de que lo vean a él como una persona a pesar de saber de lo que es capaz.

Lowbo era el ejemplo más cercano que tenía para estimar esa perspectiva. No había nadie más que supiera tanto de él y que aún así lo tratara como si no fuera más que un mocoso molesto al que llamar amigo. 

(…)

Decir algo era difícil, no había manera de corregir a Errante pues en realidad no había algo que corregir. Si bien su mentalidad aparentaba ser muy frágil, en momentos como estos demostraba ser tan firme que parecía que no iba a derrumbarse ante nada. Cuánto tiempo duraría así era algo que nadie podría decir, pero estaba claro que él se estaba esforzando y nadie podrá reclamarle que no lo hizo cuando cometa un error.

-¿Hmh?

Caminando por el pasillo para salir de la academia, Errante vio en la entrada a tres caras conocidas que lo miraron también al reconocerlo.

-H-Hola, Errante.

Un nervioso Kaind saludo a Errante, se veía en su expresión que tenía algo en mente, pero que no se atrevía a preguntar.

-Hola, Kaind, ustedes dos. Veo que están bastante maltratados ¿Vienen de algún examen o entrenamiento?

Kaind iba acompañado de dos de sus compañeros de <Especialidad> Uno era el chico de cabello anaranjado que tenía la mayor cantidad de <Fuerza alma> de la clase y el otro era el chico de cabello azul que recibió unos consejos de Errante sobre como mejorar más su ya buen control sobre sus Auras.

-Si, hemos estado entrenando. Entre los tres tenemos cosas que el otro hace mejor, hemos mejorado bastante en estos días por entrenar así. Y también aplicando el consejo que me enseñaste por fin he salido del cuello de botella en el que estaba.

El chico de pelo azul se veía contento, su actitud tranquila frente a Errante ahora mostraba un semblante de gratitud. Su ropa al igual que la de sus dos compañeros estaba arrugada y cubierta de polvo, pero no mostraba heridas más allá de meros rasmillones. Por otra parte, Kaind y el chico de pelo naranja se veían bastante lastimados y agotados.